El interés por el autoconsumo solar con fotovoltaica residencial crece año tras año. A medida que aumenta el conocimiento de la ciudadanía sobre este tipo de fuente de energía y sus ventajas (de coste, de seguridad, ambientales), también aumentan el número de instalaciones.
El informe ‘II Observatorio Español del Autoconsumo Fotovoltaico’ apunta a que hay dos motivos principales para que las familias inviertan en paneles solares en sus viviendas. En primer lugar se encuentra el interés económico y, seguido de cerca, el medioambiental.
Así son las personas interesadas en autoconsumo solar
La publicación ‘II Observatorio Español del Autoconsumo Fotovoltaico’ divide a la población de su estudio en las categorías ‘convencidos’, ‘potencial’, ‘no convencidos’, ‘alejados’ y ‘no interesados’, según su interés por esta tecnología.
Así, mientras que en un extremo los convencidos son capaces de ver todas las ventajas de la energía solar fotovoltaica (cuidado del medio ambiente, falta de barreras burocráticas para autoconsumo, ahorro en la factura, incremento del valor de la vivienda, seguridad eléctrica, etc.), a medida que se avanza por las categorías potencial, no convencidos, alejados y no interesados, las personas encuestadas tienen mayores dificultades para entender la fotovoltaica.
Con respecto al perfil de los convencidos, se trata de un “hombre de entre 40 y 55 años, con estudios universitarios, con una buena posición económica y que reside en casas algo más nuevas que las del resto”. Hay un claro factor de clase en la adquisición de fotovoltaica: cuanta mayor es la capacidad económica y los conocimientos técnicos, más propenso se es a instalar fotovoltaica.
También destaca que, dentro de los potenciales, entre aquellos que buscan información para la instalación o se muestran abiertos a informarse sobresalen los varones respecto a las mujeres, aunque cambia el perfil a gente más joven.
Por otro lado, los no convencidos son tanto mujeres como hombres de edad media (40 a 55 años), habiendo casi paridad; y los no interesados, principalmente mujeres de esta franja de edad. Dentro de este grupo destaca que el 72% de las personas no interesadas en fotovoltaica son mujeres, con diferentes características educativas o edades que hacen difícil categorizar un perfil tipo.
¿Por qué invierten las familias en placas solares?
Uno de los aspectos más interesantes del informe es la respuesta a la pregunta “¿Qué es lo que te ha llevado a pensar en la instalación de paneles fotovoltaicos en tu vivienda?”. Si el 53,3% de los encuestados contestaban que el motivo principal era el “ahorro en la factura de la luz”, un cercano 45,9% secundaba el interés desde la perspectiva de proteger el medio ambiente o no contaminar.
Le siguen a bastante distancia las familias interesadas por el ahorro energético en sí mismo (9,2%) o interesados por el autoconsumo (13%) y la seguridad aparejada. Además, el 6,4% consideran que tienen un clima ventajoso como para no aprovecharlo y el 1,5% de la gente que busca información lo hace porque cree que la instalación no es demasiado costosa (y, por tanto, puede merecer la pena).
Respecto a los motivos para instalar fotovoltaica doméstica destaca sobre todo un crecimiento de la conciencia medioambiental, como se verá abajo, así como una mayor información disponible y la caída de algunos bulos o tabúes.
Conciencia ambiental fotovoltaica: en crecimiento polarizado
Con relación a la actitud de los encuestados y su conciencia ambiental, destaca que la tendencia general es positiva y creciente. El informe determina, para cada una de las categorías convencidos, potencial, no convencidos, alejados y no interesados, la posibilidad de que estén ‘movilizados’ (tienen una alta conciencia sobre el problema del cambio climático), sean ‘pasivos’ (les preocupa el cambio climático pero no están dispuestos a tomar medidas) o ‘no estén concienciados’ (negacionistas).
Las familias, en términos generales, están cada vez más movilizadas y concienciadas con este tipo de energías, ya sea para autoconsumo o a través de la contratación de comercializadoras que ofrecen energía ‘100% verde’. Así, dentro de la categoría de convencidos y potencial, este año disminuye el ratio de no concienciados.
También aumenta el número de movilizados dentro de los convencidos, así como el total de convencidos. Dicho de otra forma, la gente está cada vez más convencida de la necesidad de tomar acciones energéticas, y además están cada vez más movilizados o dispuestos a hacer algo.
Por contra, dentro de las categorías de alejados y no interesados se ha reducido esa ‘movilización’ e incluso aumentado la no concienciación. Aunque la tendencia es positiva, el negacionismo crece en algunos sectores. Por fortuna, son sectores cada vez más residuales. Como comentó el científico ambiental Andreu Escrivá, “el negacionista climático está en peligro de extinción”.
¿Qué frena a las familias A LA HORA DE instalar fotovoltaica en casa?
Según el estudio, la motivación principal para la instalación fotovoltaica es económica, y el freno más importante también lo es. Las familias se cuestionan la instalación eléctrica desde un punto contable. Como ya se ha visto, el medio ambiente y la conciencia ambiental van por detrás del dinero, aunque “se ha incrementado de manera relevante” a lo largo de los últimos años.
Dice el informe que, si bien “el motivo medioambiental no es el de más peso, el tener un mayor grado de movilización ante los problemas derivados del cambio climático construye una base actitudinal casi imprescindible para plantearse la instalación a corto o medio plazo”.
Es decir, que la conciencia medioambiental es un valor que condiciona la instalación de placas solares: sin ella, no importa que haya dinero. Por tanto, uno de los frenos de la instalación fotovoltaica es carecer de conciencia ambiental.
Al negacionismo se une también la falta de información sobre este tipo de tecnología. Así, entre los encuestados que menos probabilidades tienen de instalar placas en su domicilio, muchos creen que:
- Sigue habiendo barreras al autoconsumo, cuando el llamado ‘impuesto al sol’ fue derogado en 2018 a través del Decreto-ley 15/2018.
- El ahorro no justifica la inversión, cuando la amortización baja de los 5 años en Murcia y ronda los 11 en Lugo.
- Se trata de una tecnología poco fiable, cuando la realidad el panel fotovoltaico supera los 10 años al 90% de su eficacia máxima y los 25 con una eficacia del 80% (y el MIT ha demostrado que con que duren 10 ya estarían amortizados).
A medida que se derriban mitos sobre la energía solar y la gente entiende las indiscutibles ventajas de este modelo de generación de energía, la conciencia ambiental presente se alinea con el deseo de invertir en el futuro.
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