El término random (aleatorio) se ha colado desde el inglés para formar parte de nuestras conversaciones. Muy usada por jóvenes para describir una situación imprevista, inesperada o casual, lo cierto es que la aleatoriedad (randomness) juega un papel fundamental en nuestra tecnología para la creación de claves criptográficas o la construcción de sistemas realmente aleatorios que sean más seguros.
¿Qué es random, qué significa y cómo usarlo?
La palabra random tiene origen germánico y francés antiguo y comparte raíz con run, correr. Las primeras definiciones inglesas antiguas (1650) apuntaban a que algo random era algo «sin objetivo o propósito definido, al azar, no enviado en una dirección especial». Hoy su significado literal es al azar, aleatorio, casual o fortuito.
Por su importancia en estadística, random y su españolizada randomizado (literalmente, aleatorio o aleatorizado) es una palabra que suele usarse mucho en dicho campo. También se emplea bastante en chistes y memes para poner el foco en cómo algo resulta sorpresivo o inesperado, o para señalar la cualidad aleatoria de un objeto.
«Hoy se me ha cruzado un gato random«, se puede decir cuando no sabes qué gato es. También son posibles «Mi trabajo es un poco random» cuando incluye un poco de todo o resulta inesperado; «Me han hecho un peinado random en la peluquería» cuando buscas señalar que apenas participaste en la elección o es casual; o «Pon la lista en modo random» cuando quieres escuchar canciones aleatorias.
La tecnología y los botones de aleatorizar o elegir elementos de listas al azar, muy frecuentes en reproductores musicales, han popularizado el término random con expresiones como lista randomizada (randomizer list). El emoji Unicode 6.0 llamado Shuffle Tracks Button (?) se define de hecho como «randomizing the order of tracks in the upcoming playlist«, aleatorizar el orden de las pistas en la próxima lista de reproducción.
¿Existe la aleatoriedad verdadera o true randomness?
Es importante destacar que, aunque las personas encendamos el reproductor musical y pulsemos sobre la lista randomizada, lo cierto es que no estamos experimentando una aleatoriedad verdadera o true randomness, sino una pseudoaleatoriedad que nos vale para escuchar música o jugar a videojuegos, pero resulta insuficiente para el ámbito científico.
¿Cómo se genera lo aleatorio?
Cuando pensamos en aleatoriedad, nos imaginamos casi siempre uno de dos sistemas: una moneda con dos caras o un dado de seis. Son sistemas macroscópicos (tan grandes que no están sujetos a efectos cuánticos) que se comportan de forma azarosa porque todas las caras tienen la misma probabilidad de salir si los objetos son lanzados al aire.
Pero la generación de aleatoreidad es uno de los problemas clave de la matemática, y es que tenemos problema con la generación del caos que da lugar a sistemas imprevistos dentro de sistemas virtuales, los llamados HRNG o generadores de números aleatorios por hardware.
Según varias escuelas matemáticas, la verdadera aleatoriedad es imposible. Cristian S. Calude, conocido matemático y científico de la computación, lo resolvió así: «Ante la imposibilidad de una verdadera aleatoriedad, el esfuerzo se dirige a estudiar grados de aleatoriedad”.
Aplicaciones y ejemplos de lo random
Pero ¿para qué queremos que algo sea aleatorio? Lo aleatorio tiene una enorme utilidad en muchos aspectos de nuestra vida. Los sistemas de recompensas aleatoriezados en forma de loot boxes o cajas de recompensas están muy presentes en todo tipo de juegos de móviles, por desgracia a menudo adictivos. Pero hay usos más allá de las adicciones conductuales.
Por descontado, la criptografía depende absolutamente de la generación aleatoria de números no basados en una ‘semilla’ (un número pseudoaleatorio que sirve como origen de una cadena aparentemente aleatoria). Algunas innovaciones recientes, como la aportada por Cardano en su protocolo Ouroboros, basan la aleatoriedad en datos de precios de cierre de la Bolsa de Nueva York el 6 de abril de 2021, y datos sísmicos en tiempo real del Servicio Geológico de EE. UU., la Universidad de Atenas y la Sociedad Meteorológica de Japón.
En ciencia la generación de aleatoriedad es un aspecto fundamental, porque con frecuencia es necesario comparar datos recogidos con una muestra puramente aleatoria, con el objetivo de detectar patrones que no lo sean y así extraer los factores que causan tal o cual efecto, eliminando sesgos.
Lo aleatorio es un valor fundamental en nuestra actual cultura, y no solo como pilar cómico para hablar de lo random que ha resultado que alguien dijese algo, sino como factor clave para apuntalar elementos de tecnología. Paradójicamente, el caos tiene un papel relevante en el orden que pretendemos desplegar como sociedad.
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