Más o menos, a estas alturas, todos sabemos qué preguntarle a la IA escribiendo un prompt sencillo pero útil. Pero, en algún momento, nos hemos parado a pensar y preguntarnos qué podemos compartir y qué no decir a la IA jamás.
Puede parecer algo sencillo, diferenciar entre lo que puedes escribir en Internet y lo que no. No nos referimos a si los contenidos son apropiados; sino a qué decir a la IA en cuanto a información personal y datos privados importantes.
30 de noviembre de 2022. Esa es la fecha en la que la inteligencia artificial llegó a nuestras vidas con el lanzamiento en España de la primera versión de ChatGPT.
OpenAI abrió un camino que, solo dos años después, ya se ha convertido en toda una carrera en la que luchan Microsoft, Meta, Google o Apple. Pues cada gigante tecnológico ha desarrollado su propia IA o Chatbot con inteligencia artificial, apps que ya usamos diariamente.
Y es en ese uso, ya sea para aprovechar la IA generativa, como conversacional, acabamos contando mucho más de lo que nos imaginamos sobre nosotros, sobre nuestra vida, gustos, necesidades…
De todo ello, aprende la inteligencia artificial. Usa cada palabra que escribes para desarrollar y ampliar su base de datos e ir evolucionando sus Sistemas de Aprendizaje Automático o de Machine Learning y, esto, puede implicar un riesgo para tu privacidad.
Hablamos de otro tipo de peligro que esconde la inteligencia artificial, el de adquirir demasiada información personal sobre sus usuarios. Un riesgo que, para no correr y acabar danto tus datos privados, puedes paliar aprendiendo qué no decir a la IA.
¿Cómo usa un Chatbot con IA tu información?
Lo primero, es entender qué cuanto más avanzados e inteligentes se vuelven los chatbots con IA, que funcionan como un asistente personal digital a nuestra disposición, más hay que saber medir qué no decirle a la IA.
Porque dar tus datos confidenciales nunca es una buena idea si estamos en el mundo digital, tampoco lo es mientras charlas con un chatbot dotados con IA.
Y es que, cada vez que interactúas con una herramienta de esta tecnología, cada palabra o dato que le aportes, ayuda a la IA a comprender tu lenguaje, tus intereses y la forma en que te expresas.
Esa información pasa a ser parte de su gigantesca base de datos, la archiva para poder recuperarla cuando sea necesario, ofreciendo cada vez respuestas e información más precisa.
Por ejemplo, tus preferencias o hasta tu ubicación es información que la IA utilizará para personalizar sus respuestas y ofrecer recomendaciones relevantes.
Porque los chatbots de las IA conversacionales utilizan algoritmos de aprendizaje automático y sistemas de procesamiento del lenguaje natural (PLN) para analizar datos o información y extraer patrones. Por ejemplo, pueden identificar las preguntas más frecuentes, las palabras clave más utilizadas o las preferencias de los usuarios.
Por ello, es importante subrayar que cualquier información o datos personales que hayas escrito mientras hablabas con la IA ya está fuera de tu control. Está en manos de las empresas que entrenan las inteligencias artificiales y más cerca de posibles ciberdelincuentes.
Si quieres profundizar más en el modo de aprendizaje de la IA, con explicación de expertos en la meteria, no dudes en leer el reportaje: “Así aprende la Inteligencia Artificial del ChatGPT”.
¿Qué no contarle a la IA? Datos privados e información confidencial
Para evitar problemas de ciberseguridad asociados al uso de la tecnología, lo primero es aprender qué no decir a la IA bajo ningún concepto. Qué tipo de información puedes facilitar para conseguir tus respuestas, pero sin comprometer tus datos privados y confidenciales.
A grandes rasgos, te damos cinco consejos para conversar de forma segura con un chatbot del tipo ChatGPT, Gemini o Copilot.
- Nunca des datos privados.
- Lee y entiende las políticas de privacidad de cada herramienta.
- Busca las opciones de configuración de privacidad del chatbot.
- Configura la IA para que no pueda usar tus datos para entrenar su modelo de lenguaje. Aunque esta opción no está disponible en todas las apps.
- Si no, entra siempre en “modo incógnito” o “modo privado” y borra el historial de conversaciones.
Una vez hayas interiorizado los consejos anteriores, puedes dar el paso siguiente y asimilar qué no decirle a la IA. Estos son algunos ejemplos de lo que no debes compartir.
- Información de identificación personal. Desde tu nombre completo, dirección, fecha de nacimiento, hasta tu número de teléfono o claves personales. De hacerlo, estaríamos facilitando demasiada información sobre tu identidad para un posible fraude de phishing.
- Datos biométricos. Huellas dactilares, reconocimiento facial o escaneos de iris.
- Nombres de usuario y contraseñas. De forma explícita y literal o aportando demasiadas pistas que lleven a la IA o a posibles ciberdelincuentes a poder responder a tus preguntas de seguridad del tipo “¿Cuál es tu animal favorito?”.
- Creencias políticas o religiosas. Tus opiniones personales sobre estos temas pueden ser utilizadas para crear perfiles detallados y manipular tu comportamiento.
- Información sobre menores de edad. Jamás compartas datos personales de niños, como nombres, fotos o ubicaciones.
- Información financiera: No debes compartir nunca tus datos bancarios o financieros por Internet, ya sea respondiendo a un correo electrónico, un SMS o hasta una pregunta inocente de un chatbot mientras conversa contigo.
- Pensamientos privados e íntimos. Son muchas las personas que usan los chatbots de IA como una ventana a la interacción social, que viven en soledad y usan esta tecnología como compañeros y confesores. Pero hay que tener cuidado, porque como ya sabes, aprenden de nuestros anhelos, gustos y luchas emocionales.
- No aproveches su facilidad para hacer resúmenes con documentos confidenciales, oficiales y actas de una reunión de empresa… Estarías violando la confidencialidad de esa información.
- Ideas únicas y creativas para un nuevo proyecto, emprendimiento o producto. Si se los cuentas a la IA para saber su opinión o qué mejorar, estás compartiendo con ella tu idea.
- Tampoco es recomendable que le mandes información médica o sobre tu estado de salud.