Las herramientas de inteligencia artificial siguen sorprendiéndonos, pero sobre todo nos sorprende lo que la gente puede llegar a hacer con ellas. Es el caso de Rask AI, una aplicación para traducir vídeos a otro idioma con la voz y el tono original y que ha logrado lo que nadie esperaba ver.
Porque escuchar (en “perfecto” inglés y con una voz casi calcada a la de la persona) al Fary diciendo que no les gustan los hombres blandengues, a Belén Esteban hablando de la receta de su pure elaborado en Alhama de Murcia o a Cañita Brava recordando a Torrente que le debe “six hundred pesetas of Whisky” no es que parezca la mejor aplicación que se le puede dar a Rask AI.
Sin embargo, la facilidad de la herramienta y sus buenos resultados han hecho que la gente se volcara en crear vídeos que, como era de esperar, se han viralizado en Twitter… perdón en “X”, sobre todo tras la intervención “muy indirecta” de Corea del Norte.
¿Qué es Rask AI?
En realidad, Rask AI es una herramienta seria, que incluye muchas funcionalidades (trascripción de vídeos de YouTube, traducción de vídeo y audio, conversión de vídeo a texto o de texto a voz…) y que es un servicio de doblaje en tiempo real en más de 130 idiomas.
Está pensado para ser utilizado en diversos escenarios: formaciones, marketing, vídeos educativos o de ventas, o en industrias como el cine y los videojuegos. Pero la imaginación de la gente no tiene límites y por eso se está utilizando para crear estos divertidos vídeos que se han convertido en virales.
Porque sí, se puede usar Rask AI gratis, aunque solo para traducir un par de vídeos cortos. Después tocará pagar, y no es barato porque la suscripción más económica son 49 dólares al mes pero con un límite de 25 minutos mensuales (para llegar a 100 minutos hay que pagar 119 dólares/mes).
¿Cómo funciona?
Por lo que hemos podido ver, lo que hace esta herramienta es analizar a través de algoritmos el texto que contiene el vídeo y lo traduce instantáneamente y de forma automática. Lo realmente potente es que es capaz de analizar la forma de hablar, el tono y el timbre del hablante y reproducirlo en un idioma distinto pero de una manera bastante fiel, con una voz muy, muy parecida.
Nosotros, cómo no, también lo hemos probado y nuestra impresión es que los resultados son mejorables. Pero, evidentemente, es solo una prueba de algo que, está claro que puede evolucionar (y seguro que lo hará).
De hecho, los propios responsables de Rask AI cuentan que el próximo paso en el que están trabajando es mejorar el tema de la sincronización labial, para conseguir un resultado más preciso y, por tanto, creíble. Aun así, los resultados que se consiguen con la versión actual pueden ser increíbles:
Si lo queréis probar solo tenéis que ir a su página web y pulsar donde dice “Pruébelo gratis”. Nos abrirá una pagina con una sencilla interfaz en la que ni siquiera es necesario subir el vídeo en formato vídeo, basta con insertar el enlace de YouTube o el lugar donde esté alojado (del tema de derechos de autor hablamos otro día). Los resultados (no nos resistimos a poneros más ejemplos), pueden ser desternillantes:
Eso sí, ya os advertimos que la cosa está siendo tan viral que ahora mismo el servicio está saturado y tendréis que esperar (o pasar por caja) para poder probar Rask AI. Una herramienta que demuestra que la IA cada vez ofrece más posibilidades, y que se puede usar para “cosas serias”… o no tanto.