Como les sucede a tantos otros, recibo correos dirigidos a otra persona en mi bandeja de entrada de Gmail. Al principio pensé que solo me sucedía a mí hasta que, a través de Twitter, descubrí que era algo bastante frecuente. Incluso hay un hashtag –#idiotasenlaniebla– que se utiliza para compartir estas perturbadoras experiencias.
Leo: “Tu dirección no cambia por que le añadas puntos, así que este no es el motivo por el que recibes el correo de otra persona. Lo más probable es que el remitente haya escrito mal la dirección o que la haya olvidado. Por ejemplo, si alguien quería enviar un correo a [email protected], pero escribió [email protected], el mensaje te llega a ti porque [email protected] es tu dirección”.
Sea como sea, el caso es que, por una carambola virtual derivada de una concatenación de errores, sé que hay una persona que vive en Toledo (en Ohio, no en Castilla La Mancha), con un nombre muy parecido al mío, que se ha comprado un cochazo en los últimos días, mientras yo circulo con un triste utilitario por las calles de mi ciudad.
También sé con qué compañía tiene contratados sus servicios de telefonía otro desconocido y cuánto paga al mes. Una joven latinoamericana, por su parte, es muy aplicada en sus estudios universitarios y sus calificaciones serían la envidia de muchos a este lado del charco.
Recibo correos dirigidos a otra persona…y son de amor
Por último, también recibo correos dirigidos a otra persona que tienen un contenido más sentimental. Por lo visto, hace poco que se ha registrado en una web de contactos y empieza a recibir mensajes de las primeras candidatas a formar una pareja con él. Casadas, de más de 30 años, con hijos y ganas de embarcarse en una relación estable.
Recibo algunos correos de alguien que vive en otro país y tiene un nombre y correo parecidos al mío. Hace días se apuntó a una web de citas y ahora se ha comprado un cochazo. Él vive a todo trapo y yo me tapo con una mantita. pic.twitter.com/YAmilSdC7i
— David Martínez (@dmartinezpr) November 15, 2020
Recomienda Google en estos casos seguir esta instrucción: “Si el correo parece irrelevante y no es sospechoso, responde al remitente diciéndole que se ha equivocado de dirección”. Y lo he hecho en alguna ocasión, sin recibir respuesta la mayoría de las veces. Sin embargo, la situación que plantea este último caso me resulta más difícil de gestionar pues, quizás, plantee una situación muy incómoda para la remitente. Puede que haya dudado durante días antes de pulsar la tecla de envío de ese correo en el que abre su corazón y ¿cómo decir que se equivocó de destinatario?
Otra opción sería cambiar mi dirección de correo, pero, más allá del trastorno que esto me causaría, ¿cómo sé que no volvería a repetirse la situación? Así que, de momento, opto por la discreción, no abro correos cuyo asunto me resulta extraño y, si por error lo hago, rápido elimino el mensaje de mi bandeja de entrada y de mi memoria.
A continuación, otros ejemplos de personas que se hallan en la misma situación por si, en caso de que os haya sucedido también a vosotros, os sirven para tranquilizaros. No es para tanto…a no ser que otros sean los que reciben correos vuestros y estos resulten comprometedores. Cosas de internet.
Yo tengo un argentino, que se llama y apellida como yo, se dedica al desarrollo web. Creo recordar que vive en Fort Worth, Texas, tiene un Jeep (al que le tienen que revisar el airbag), una cuenta en un banco de origen español allí, un par de cuentas en apps de contactos, etc..
— by_mauro (wear a mask) (@by_mauro) November 15, 2020
Yo tengo varios «dobles», uno en México y otro en Ecuador, y por mucho que meta sus correos en spam, me siguen llegando: podría estar al día de sus cuentas bancarias, de sus llamadas de teléfono, del tipo de sexo que le mola al mexicano… ??
— Alfonso Palacios (@alfonsopalacio) November 15, 2020
jajajaja bienvenido al club. Yo tengo un dentista al que le mandan radiografías, tiene 2 cochazos y recibo los avisos de sus seguros. Vive en Miami
— Juan Jesús Velasco (@jjv) November 15, 2020
Hola, eso de recibir correos equivocados me a pasado frecuentemente pero como bien se especifica en este articulo no hay nada de que preocuparse ya que se puede tratar de una simple confusión.