El reconocimiento facial es una tecnología que se ha instalado en nuestro imaginario colectivo. Aunque, lo más probable es que cuando pensamos en esta ella nuestra mente no se desplace a lo más profundo de nuestros mares y océanos. Pero, precisamente para eso ha llegado la tecnología, para sorprendernos.
Alphabet X, división de Google dedicada a proyectos especialmente ambiciosos, ha compartido su nueva idea, un sistema de reconocimiento facial para peces. Sabemos que puede sonar muy loco pero el equipo de investigadores, dirigido por Neil Davé, tiene la intención de reducir al mínimo el desperdicio de alimentos, de atrapar antes las enfermedades y de reducir el uso de productos químicos.
Un equipo dePepito, Juanito y Cosme, Cada pez es un mundo
Este reconocimiento facial para peces ha sido bautizado como Tidal y su funcionamiento depende de cámaras subacuáticas conectadas a un software de visión artificial. Este último tiene la capacidad de identificar a los peces como entes independientes y asignarles un código. De esta forma, podemos conocer (por ejemplo) los hábitos alimenticios del lenguado Pepe o el ritmo de vida del mero José Luis.
Bromas a parte, este proyecto podría tener un enorme impacto en el cuidado de nuestros mares y océanos y en el desarrollo de una industria piscícola más sostenible. «Los peces tienen una huella de carbono baja en relación con otras fuentes de proteína animal y desempeñan un papel fundamental en la alimentación de 3.000 millones de personas en la actualidad, por lo que ayudar a los piscicultores podría resultar fundamental tanto para la humanidad como para la salud del océano» versa el comunicado emitido por Alphabet X.
Resulta tan llamativo como fundamental que el sistema de reconocimiento facial Tidal es capaz no solo de seguir a los peces, sino de recoger información ambiental como la temperatura y los niveles de oxígeno. «Este tipo de información da a los granjeros la capacidad de rastrear la salud de sus peces y tomar decisiones más inteligentes sobre cómo manejar los corrales, como la cantidad de comida que se debe poner en los corrales, lo que esperamos pueda ayudar a reducir tanto los costos como la contaminación» aseguran desde Alphabet X.
Una de las mayores barreras a las que nos enfrentamos para proteger los mares y océanos y desarrollar prácticas absolutamente sostenibles es el desconocimiento. No tenemos demasiada información sobre lo que ocurre ahí abajo y eso afecta también a los peces. Hasta el momento, los piscicultores cuentan con una visión sesgada de la realidad. La toma de decisiones se basa en la observación de unos pocos ejemplares que se sacan del agua. Este procedimiento deja muchas cosas en el tintero y no nos permite tener una visión concreta de lo que le ocurre a los peces. Es precisamente esto lo que quiere cambiar el sistema de reconocimiento facial Tidal.