Las redes sociales están brindando a la población africana la posibilidad de mostrarse como es y desterrar así los estereotipos negativos que existen sobre ella. Cada vez más africanos utilizan Internet. A finales del año 2000, África tenía más de cuatro millones y medio de usuarios. En la actualidad, superan los 453 millones. Esto supone que internet alcanza una penetración en el continente del 35,2%. La población también es cada vez más activa en las redes sociales, con 177 millones de usuarios de Facebook en todo a finales del 2017.
Las redes sociales favorecen la percepción de las diversas caras de África. Aprovechando el acceso a la tecnología, los blogueros y comentaristas de redes sociales utilizan Facebook, YouTube y otras plataformas para refutar los antiguos estereotipos “afropesimistas” que se resumen en uno: África es un continente subdesarrollado caracterizado por los conflictos y la pobreza.
Gracias a esos espacios que permiten a la corriente compartir sus experiencias cotidianas, los africanos tienen la oportunidad de plasmar situaciones positivas, esos momentos de alegría, ocio, celebración, amor e interacción entre personas que están creando nuevos discursos sobre África.
Estas nuevas visiones pueden provocar un giro afropositivo.
Ejemplos de otra África
Están surgiendo ya discursos con otra mirada sobre infinidad de aspectos del continente. Por ejemplo, la página de Facebook «Everyday Africa» destaca:
“Las fotografías realizadas con el teléfono móvil se sacaron por toda África, en un intento de formar un retrato más completo de la vida en el continente de lo que permiten los medios convencionales”.
Y muestra, entre otras, varias imágenes de niños riendo, jugando, de camino a la escuela u ocupados en otros quehaceres; de hombres trabajando, fábricas prósperas, concurridos mercados de abastos y otras escenas de sus vidas cotidianas.
Las imágenes son significativas por su distanciamiento simbólico de la representación estereotipada y pesimista que refleja África como un bloque homogéneo de violencia, indefensión, vulneración de los derechos humanos y falta de democracia.
De forma similar, el blog “Voices of Africa” pretende:
“… contar las historias que el mundo no escucha con suficiente frecuencia. Creemos que los relatos diarios de la población africana que sigue adelante con su vida merecen más atención. Desde las mujeres adictas a la moda de Dakar a los solteros de oro de Somalia; desde las bodas extravagantes de Tanzania hasta la vida nocturna de Nairobi, queremos mostrar la vida de África a través de los que la viven”.
Esta lente para mirar al continente rechaza de forma implícita las historias basadas en la mirada del forastero y, en su lugar, ofrece relatos de primera mano.
La etiqueta de Twitter #TheAfricaTheMediaNeverShowsYou (El África que los medios nunca muestran) también se centra en historias positivas. Incluye testimonios como este:
“Estoy explorando las calles de Kigali. Está claro por qué la llaman la ciudad más limpia de África, ¡hasta los plásticos están prohibidos! El África que no nos enseñan por televisión”.
Otro participante describe Kampala como una ciudad “llena de promesas y esperanza”.
Esta diversidad de voces que permiten las redes sociales contribuyen a lucha discursiva “poscolonial” que persigue terminar con el manual afropesimista donde las hambrunas, los enfrentamientos civiles y las elecciones amañadas dibujan el retrato de la africanidad.
Como complemento de la blogosfera, a través de YouTube y otras plataformas para compartir vídeos, un número creciente de voces afropositivas están empeñadas en rebatir lo que consideran una cobertura sesgada de los medios de comunicación sobre África. Por ejemplo, Mark Eddo, experto en comunicación y orador TEDx, aboga por “un discurso nuevo”, y se lamenta:
“La BBC hizo un reportaje llamado «Bienvenidos a Lagos”. […] Fueron a una playa que frecuentan prostitutas y drogadictos. Son historias que se deben contar, pero se cuentan una y otra y otra vez. Eso es lo que pensarán de mi ciudad los espectadores de ese canal, pero no es cierto. Esos problemas existen, pero también hay oportunidades. La imagen debería matizarse».
Del mismo modo, en una charla titulada “El peligro de la historia única”, la oradora TEDx Chimamanda Ngozi, intelectual galardonada con la prestigiosa beca MacArthur, señala la importancia de la pluralidad en las narraciones:
“Las historias pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden restaurarla”.
Un número inabarcable de datos
Hasta la fecha, los análisis y críticas de las representaciones de África han solido centrarse en los medios de comunicación tradicionales. El giro afropositivo en las redes sociales todavía no se ha estudiado de manera exhaustiva y los académicos aún están tratando de resolver cómo analizar de forma significativa el gran volumen de macrodatos generados por ellas. Patrick Wolfe, director ejecutivo del Big Data Institute de la University College de Londres, afirma:
“El ritmo al que estamos generando datos está superando rápidamente nuestra capacidad de analizarlos”.
No obstante, los ejemplos anteriores son una muestra cualitativa de la riqueza y la profundidad del contenido afropositivo, del compromiso explícito con la política de representación. Además, las páginas y vídeos citados confirman el gran interés que hay por esos discursos positivos. La charla TEDx de Ngozi, por ejemplo, tiene más de tres millones de reproducciones.
Hay posibilidad de alcanzar un impacto cuantitativo aún mayor si los activistas afropositivos comparten su contenido con perfiles influyentes de las redes sociales, como BBC África, que tiene cerca de cuatro millones de seguidores en Facebook.
Hacia el afrooptimismo
Las redes sociales son un medio fundamental para crear relatos más plurales sobre África. Pero el giro no debería consistir en “blanquear” e idealizar África, sino tratar de desafiar la percepción simplista del afropesimismo difundiendo imágenes múltiples y complejas sobre el continente y sus habitantes.
A medida que las nuevas tecnologías sean más accesibles allí, los propios africanos se empoderarán, debilitando así el prejuicio del “continente negro” al tiempo que crean y distribuyen sus propias miradas sobre su mundo. En este sentido, las redes sociales pueden verse como un espacio democratizador. Las voces que antes estaban calladas, ahora tienen una plataforma útil y asequible para contar su propio relato.
Muchazondida Mkono, Research Fellow (Australian Research Council DECRA Fellow), Business School, The University of Queensland. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.