Internet sigue creciendo a pasos agigantados y, aunque algunos ya existían antes de la llegada de la red de redes, hay fenómenos que se han intensificado durante estos últimos años. Uno de los más famosos es el de los contenidos virales.
Pero ¿qué relación hay entre internet y lo viral? ¿es cierto todo lo que se nos manda en listas de correos o redes sociales? ¿cómo se convierte un vídeo casero en algo viral? Sobre todo eso vamos a intentar arrojar un poco de luz.
¿Qué es el contenido viral?
Un contenido se convierte en viral cuando se inicia una avalancha que acaba con un vídeo, documento, imagen o incluso un simple comentario, esparcido de forma masiva por la red.
No es fácil conseguir ese giro, sin duda uno de los tesoros más preciados del marketing online, pero es tan simple como encontrar un vídeo que te hace gracia, compartirlo con tus amigos por correo, en redes sociales o incluso desde WhatsApp y que ese grupo de gente haga lo propio con sus contactos.
Si la bola sigue creciendo llegará un momento en el que cientos de personas comiencen a compartir ese contenido por la red, generando aún más ruido y convirtiéndolo en algo que en cuestión de minutos estará en boca de todos.
Viral vs. Viral Hoax
Aunque lo ideal sería que este fenómeno se ciñese a vídeos divertidos o información interesante a menudo se utiliza un viral con engaño para generar desinformación y esparcir bulos por la red. Es lo que se conoce como hoax.
¿Recordáis la época en la que nos llegaban cadenas de correo hablando de un futuro sistema de cobro de Hotmail o alguna otra leyenda urbana sobre marcas de refrescos o comida? Pues los virales se han convertido en caldo de cultivo para ese tipo de información falsa.
Más aún en las redes sociales, donde la falta de información al anunciar el fallecimiento de un personaje público puede llegar a extenderse por internet en cuestión de minutos y sin ningún tipo de control más allá del sentido común y la búsqueda de fuentes oficiales para cerciorarnos.
Algunos ejemplos de virales fake
Antes comentábamos el ejemplo de las cadenas de correos, pero no hay que indagar mucho para encontrar contenidos falsos que han sido desmentidos poco después de convertirse en viral. Probablemente recordaréis este, de hace relativamente poco:
No es que este deportista tenga un apellido más cercano a una venganza que una muestra de linaje, se trata de un montaje fotográfico que tras publicarse en Twitter corrió como la pólvora para que todos nos echásemos unas risas.
Otros no tienen tan buenas intenciones, como los trucos de WhatsApp que acaban suscribiéndote a mensajes de pago o los falsos mensajes como el del director de WhatsApp, que nos invita a reenviar el mensaje o cerrarán nuestra cuenta.
Los mejores virales de 2014
Vamos a conocer algunos ejemplos de vídeos virales que se han esparcido por la red en los últimos meses. Aquí tenéis uno de los graciosos, una broma callejera que sirve como promoción al estreno de una película.
Otro divertido, esta vez de una grabación real, en el que una partida de ping-pong se convierte en toda una secuencia de fracasos estrepitosos y tropiezos que acaban destrozando el escenario.
La risa es un punto clave en la vida de un viral, pero también puede acudir a otras estrategias para esparcirse de forma masiva. ¿Un ejemplo? La ñoñería pura y dura, protagonizada aquí por una cría de oso polar entrañable que da sus primeros pasos.
Si además de divertirnos nos enseñan algo nuevo, mejor que mejor, y ese es el caso de este último vídeo en el que una pequeña piscina se convierte en nuestra oportunidad de caminar sobre el agua mientras se anuncia un banco.
La desinformación y lo viral
Pero el problema no son estos vídeos virales que nos divierten o informan. El problema es cuando consiguen desinformar. Algo que, en una época donde cualquiera dispone de acceso a internet puede provocar graves problemas. Los usuarios se pueden formar opiniones equivocadas e incluso realizar acciones que creían estar justificadas por una base real.
Pero al igual que se genera un viral divertido hacer lo contrario no es complicado. Sólo necesitamos llamar la atención de unos pocos usuarios, que no se molesten en verificar si es cierta o no la información y esperar a que vuelvan a compartir. Así de fácil se «informa» sobre el fallecimiento de algún famoso, se muestran imágenes de algún evento que realmente no corresponden al mismo o se da por verdad algo que nunca nadie dijo.
Por ello, siempre resulta fundamental contrastar. Como ya publicaran en Error500, no creas nada que no venga con los enlaces a las fuentes para poder contrastarlo.
En AnexoM | Los usuarios de YouTube con más suscriptores
No hay nada de mayo en crear un viral o un falso viral, pero siempre informando que es falso al final del mismo
Totalmente de acuerdo. Lo viral entendido como un método de llegar a muchos usuarios para que vean tu producto, etc está genial. Pero nunca creando desinformación. Pero más que las agencias de marketing, mi preocupación está en esas cadenas que se montan ahora a través de redes sociales como Facebook, Twitter o incluso Whatsapp. Ahí es donde me preocupa el tema pues el usuario no se detiene y verifica fuentes o veracidad. Simplemente, como quien tiene el dedo flojo en el gatillo, dispara y comparte con sus conocidos. Y claro, si tiene un mínimos de influencia sobre ellos… entonces ¿cómo vamos a dudar de él?
Preocupante. Porque puede hacer mucho daño.
Excelente artículo. Como bien dices, es un peligro el poder crear algo viral que sea completamente falso, dado que puedes desinformar a la gente. El caso es que hoy en día todas las agencias de marketing se apuntan a lo viral, y aunque tengan que crear algo falso para ello, lo harán.