Cómo nos gusta hablar. Mujeres, niños, hombres y abuelas, todos disfrutamos contando historias y, sobre todo, si sabemos que alguien nos está escuchando. Lo de hablar solos nos gusta menos.
Retener la atención de la audiencia es parte esencial de contar una historia. Lo era para los pregoneros de la Edad Media y lo sigue siendo para los trovadores del siglo XXI, los youtubers. “La forma de hablar en los primeros segundos de un vídeo es muy importante. En ese espacio no se da tiempo a que se formen ideas, la voz es el único medio y canal para atrapar al espectador”, palabras del youtuber y CEO de Omglobal, Joaquín Reixa.
Pero, ¿cómo es esa forma de hablar? ¿Es algo natural o se puede aprender en la escuela Hogwarts de Discurso y Palabrería? ¿Existe una fórmula para el éxito online? ¿El youtuber nace o se hace? Demasiadas preguntas sin una respuesta clara. Y, mientras seguimos dándole vueltas, siete de cada diez españoles menores de 35 años ya ven más YouTube que televisión.
Lo que dice la lingüística
Aunque hay cientos de estilos y temáticas diferentes, un rápido vistazo a los youtubers españoles con más seguidores deja entrever que algo hay. Los Rubius, AuroPlays y Wismichus hablan parecido, que no igual.
Uno de los artículos sobre el tema más comentados de los últimos años recoge la opinión de la lingüista Naomi Baron, de la American University, y fue publicado en The Atlantic. Baron concluye que sí, que existe un tonito YouTube, y que se utiliza como herramienta para mantener la atención de la audiencia.
Los trucos para enfatizar el discurso no son nuevos y se ven a diario en los medios de comunicación. Palabras y sonidos acentuados, silencios para generar expectación, vocales y consonantes que se alargan, jugar con la velocidad… En mayor o menor medida, todos estos signos señalados por Baron son reconocibles en el discurso del youtuber medio.
“Es la voz del vendedor de coches de segunda mano”, explica otro lingüista, Mark Liberman, de la Universidad de Pennsylvania. “El mismo tipo de tono se repite en muchos discursos. Supongo que la forma más pura de este estilo está en el vendedor ambulante. En YouTube es menos intenso, ya que la audiencia elige ver un vídeo por muchas razones y no hay que atraer su atención de la misma manera”.
Lo que piensan los YouTubers
“No hay una técnica detrás, es carisma. Simplemente se cuentan cosas, y el tener carisma y cercanía es lo que hace que se acerque la audiencia. No existe eso de que piensen en cómo deben hablar para llamar la atención, es algo genuino”. La youtuber Alesya Makarova, o Alesya Crocodile, es de las que cree que youtuber se nace, más o menos.
La fórmula del éxito no se puede replicar, por mucho que se intente. La industria de los medios ha intentado apropiarse del fenómeno YouTube sin demasiado éxito. La única fórmula que ha triunfado es la de dejar que el youtuber siga siendo el mismo. Para Alesya, aquí está la clave de todo el discurso. “Los youtubers dan lo que la tele o cualquier otro medio no da: naturalidad. Y la naturalidad ni se actúa ni se prepara”, señala.
Así que añadimos otro ingrediente al cóctel de este nuevo – o no tan nuevo – discurso: la cercanía y la naturalidad. Algo que se lleva dentro, pero que, como reconoce la propia Alesya, también se mejora con la práctica.
“Depende del tipo de vídeo. Es cierto que, si hay guion, es poco natural”, explica Joaquín Reixa, creador de canales como OMGlobal News. “Pero sí que hay una diferencia a la hora de hablar delante de una cámara. Diría que hablamos más alto, con un tono más dinámico y alegre, más excitado. Un tono con cierto toque de actor de doblaje que a veces puede volverse poco natural”.
Reixa reconoce que, por ejemplo, el final de las frases se suele acentuar y que se tiende a hablar más rápido de lo normal para contar más cosas en poco tiempo. También se juega con el silencio para crear expectación, aunque con cuidado, porque “un silencio prolongado, al igual que un fundido a negro, es una puerta abierta a abandonar el vídeo”.
Una tendencia en construcción
Así que, resumiendo, una cucharadita de sonidos y palabras enfatizadas, unos polvos de tono dinámico y excitado, una buena dosis de naturalidad, una pizca de cercanía y ¡bum!, youtuber de éxito recién salido del horno. ¿O no?
“No hay un manual de cómo hablar, es más como una tendencia. Al principio no teníamos referentes, pero ahora se va construyendo un lenguaje entre todos”. Reixa coincide también con Alesya. “En mi opinión, es una movida generacional. Es como decir que por qué todos los millennials hablan igual. Me parece que la gente se complica mucho la cabeza, cuando el fenómeno youtuber es algo mucho más sencillo”.
Recuperando el lado académico, el argumento final de Naomi Baron comparte también la opinión de estas dos estrellas del vídeo online: “Las cosas se ponen de moda. Es algo que pasa con el lenguaje continuamente”.
Para la lingüista, tenemos una plataforma en Internet a la que los creadores de contenido importan modelos que toman de su alrededor. “Están vistiendo su discurso con diferentes tonos, gestos y expresiones faciales. Lo que es curioso es cómo todos acaban sonando parecido”. Cómo, en un intento por ser originales, acaban sonando parecidos y creando un nuevo género.
Ahí queda eso. Opiniones diversas que se cruzan dándole si cabe más sentido al fenómeno youtuber. Cuando analizamos las formas de hablar de otras épocas es más fácil poner etiquetas. Son estilos con un principio y un final. Pero YouTube todavía está vivo y en plena evolución, es una tendencia que aún tiene que construirse. Para cuando llegue a la escuela, quizá ya estemos a otra cosa.
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No se a mi me da el efecto contrario, muchas veces hay un video bueno, con un producto, interesante de ver, pero el youtuber habla de esa forma, y me desespera, termino quitando el video y buscando otro donde hablen normal.