Nos sentamos, encendemos la pantalla de nuestro ordenador, tablet, smartphone o el televisor; seleccionamos una película o serie y comenzamos a disfrutar. Historias de ciencia ficción o no nos hacen vibrar y disfrutar de auténticos espectáculos visuales. Claro que, haciendo alusión a la magia del cine, detrás de lo que vemos se esconden los secretos de los efectos especiales o VFX.
El origen de los VFX
VFX (Visual effects) es un proceso a través del cual se consigue crear o manipular el contexto de lo que vemos. Podemos hacer que toda una flota interestelar explote en el espacio, generar ciudades más allá de nuestra imaginación o convivir con personajes y especies inexistentes.
Para hablar de efectos especiales es mejor retroceder unos años en el tiempo, concretamente hasta 1856. Ese año Oscar Rejlander creaba el primer truco fotográfico mediante la combinación de 30 negativos en una sola imagen. Más tarde, en 1895, Alfred Clark creo la primera película con efectos especiales. A partir de ahí la evolución ha sido constante y hemos llegado a niveles donde difícilmente llegamos a diferenciar entre realidad y ficción.
Desde aquellas primeras películas donde aplicaban técnicas de stop-motion hasta ahora vemos cómo el uso de figuras y el juego con las perspectivas y distancias han dejado paso a los ordenadores y gráficos CGI (Computer generated Imagerty o imágenes generadas por ordenador). Westworld fue la primera película en introducir efectos 2D generados por ordenador.
Dentro del mundo de los efectos generados por ordenador Silicon Graphics juega un papel fundamental. La histórica compañía fue durante la década de los 80 la encargada de proveer de equipos capaces de generar increíbles efectos por ordenador. Basados en procesadores RISC, lo equipos de SGI eran el sueño de todos aquellos que estaban introduciéndose en la creación de efectos visuales.
Películas como Jurassic Park o Twister son algunas de las muchas que se apoyaron en sus capacidades para sorprender al espectador con imágenes tridimensionales que, incluso a día de hoy, siguen siendo sorprendentes.
Pero la llegada de equipos cada vez más potentes y económicos basados en la arquitectura x86 hizo que Silicon Graphics tuviese que reconducir su negocio. Claro que, lo positivo es que en la actualidad todos podemos introducirnos y crear nuestros propios efectos especiales. Sólo necesitamos una serie de aplicaciones y dedicarle tiempo. Porque eso sí, todo esto es un proceso muy laborioso.
VFX en la actualidad
La capacidad de generar cualquier entorno o cosa que imaginemos ha permitido que, en la actualidad, disfrutemos de producciones realmente sorprendentes. Además, para los estudios supone un ahorro importante pues pueden simular cualquier localización sin necesidad de salir del plató de grabación.
Un ejemplo es la serie Juego de Tronos. Aunque sí es cierto que se desplazan a otros países, el poder recrear los diferentes reinos y escenas hace que disfrutemos como niños de Westeros, dragones y mucho más.
O si nos vamos al cine, que podamos ver cómo los Vengadores combaten de forma épica con la invasión enemiga y la ciudad de Nueva York queda hecha un auténtico caos. Por todo esto, tal vez haya a quien el avance de la tecnología le asuste un poco pero sin ella el cine no sería el mismo, nuestras opciones de ocio tampoco.
Para los amantes del cine, os dejamos con los mejores efectos visuales premiados en la ceremonia de Los Oscars.
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Si los efectos está bien hechos las películas aguantan bien el tiempo, sino pronto una explosión parece una falla ardiendo o se nota el cartón piedra a la legua
Infortunadamente los efectos especiales se han reducido a gráficos generados por computador. Añoro el tiempo en donde se construían modelos a escala de ciudades solo para hacerlas explotar o incluso el trabajo de personas como Christopher Nolan que sigue usando efectos a la antigüita cuando lo considera necesario. Detesté Avatar, detesté Transformers y detestaré las Tortugas Ninjas. Valoraré una película que use animatrónicos.