Aunque muchos ni siquiera se planteen cambiar de navegador cuando se compran un ordenador, y siguen utilizando el que viene instalado por defecto, lo cierto es que tal vez estemos perdiendo un tiempo y unos recursos muy valiosos. Tal vez el navegador más adecuado para nosotros sea alguno de los que no tenemos instalado.
Según los datos publicados en el último estudio de Net Applications, empresa que realiza análisis de datos, el uso de Internet Explorer ha descendido un 2% en este pasado mes de abril, lo que deja al navegador en un descenso de cinco meses consecutivos.
Así, siempre según Net Applicationes, Microsoft posee una penetración del 41,4%, mientras que Chrome está ligeramente por encima con un 41,7%, subiendo un 2,6%. Por su parte, Mozilla Firefox está en el 9,8% de la penetración general de navegadores, y Safari (de Apple) y Opera (de Opera Software) se encuentran a finales de abril en un 4,9% y 1,9%, respectivamente.
Sin embargo, estas cifras varían mucho con los resultados de otro analista, StatCounter, según las cuales Chrome posee el 60,5%, frente al 15,5% de Internet Explorer. En cualquier caso, lo que está claro es que en lo últimos años Chrome ha venido ganando terreno en detrimento sobre todo del navegador de Microsoft, como vemos en el siguiente gráfico:
Los motivos son muchos: los continuos ataques de seguridad a Explorer han hecho, por un lado, que muchos usuarios “huyan” de este navegador, mientras que también influye que el navegador de Microsoft sea más pesado (por los parches de seguridad instalados) y excesivamente prudente (nos pregunta demasiadas veces para asegurarse de lo que queremos hacer). Además, es indudable que el buscador de Google es más rápido y ya que muchos tenemos este buscador como página de inicio en Explorer (y otros navegadores), la empresa nos “anima” insistentemente a instalar Chrome. Por ello, no es de extrañar la gran penetración que este sistema operativo tiene en nuestro país:
Pero a nosotros no nos interesan tanto las cifras (que no están claras) como la funcionalidad y el manejo de cada uno de los navegadores para que podamos elegir el más conveniente para nosotros. Vamos a comparar los principales navegadores para ver cuál es más rápido o más estable, pero siempre teniendo en cuenta que, al final, el que elijamos dependerá de nuestras propias necesidades y preferencias.
Analizaremos los seis navegadores principales en sus últimas versiones: Microsoft Edge, Internet Explorer, Google Chrome, Firefox, Opera y Safari.
Microsoft Edge
Este navegador es el que Microsoft ha incluido en Windows 10. Debido a que es el más joven de la comparativa, no nos extraña su diseño “espartano” o que aún no soporte extensiones. Microsoft Edge funciona perfectamente dentro de Windows 10, logrando una buena integración que lo convierte en un navegador rápido y de buen rendimiento, siendo el más aconsejable en estos aspectos si utilizamos la última versión del Sistema Operativo de Microsoft.
Además, poco a poco, se están añadiendo funciones, como la de tomar notas y escribir sobre la misma página web, o un sistema de lectura sin distracciones para cuando queremos centrarnos en un artículo. Por último, cabe destacar su integración con Cortana, de manera que podamos pegar cualquier parte de una página y “preguntar” al asistente mediante un click en la parte derecha del ratón, apareciendo los resultados en una barra lateral.
En resumen, es un buen navegador, pero si queremos sacarle el máximo provecho debemos utilizarlo en Windows 10. Además, sigue evolucionando y faltan funciones casi imprescindibles como las extensiones.
Lo mejor
- Integración ideal con Windows 10 y Windows Phone
- Instalado por defecto con Windows
- Consumo de RAM muy moderado
- Nuevas e interesantes funciones
Lo peor
- Pocas opciones de personalización y extensiones (por ahora)
- Sólo compatible con Windows
- Aún en desarrollo en gran parte
Más información | Microsoft Edge
Internet Explorer
El popular navegador de Windows está incluido aquí porque, a pesar de que hayamos empezado hablando de su “sustituto”, lo cierto es que aún hay muchos usuarios que no han pasado a Windows 10 y, por tanto, a Windows Edge (además, en el nuevo sistema operativo de Microsoft vienen ambos navegadores).
Fiabilidad, experiencia y sensación de estar con un viejo conocido. Eso es lo primero que nos viene cuando hablamos de Internet Explorer. Lleva muchos años con nosotros y, por tanto, posee una estabilidad y unas funciones que no tienen otros mas “jóvenes”. Pero esta popularidad también se paga, en este caso por medio de ataques de seguridad, cosa que Microsoft ha ido solucionando con las diferentes actualizaciones.
En los últimos tiempos, ha ido añadiendo funciones muy al gusto de los usuarios como juegos, intentado robar usuarios a Chrome o Firefox.
Lo mejor
- Muy fácil de utilizar
- Instalado por defecto
Lo peor
- Lento y pesado, debido sobre todo a los “parches” de seguridad imprescindibles
- Sólo compatible con Windows
Más información | Internet Explorer
Google Chrome
Son muchos los usuarios que utilizan Chrome porque su buscador preferido es Google y prefieren tener todo en el mismo ecosistema. Y no es ninguna desventaja, por supuesto. Además, Chrome es realmente rápido, posee muchas opciones de personalización y una gran cantidad de extensiones y herramientas, tantas que nos soprenderíamos si buceáramos un poco en ellas. Disponemos de extensiones de todo tipo: para facilitar la accesibilidad, varios calendarios diferentes, formas de catalogar y etiquetar los correos, juegos integrados en el navegador, algunas que nos ayudan a dejar de procastinar, compartir páginas mediante el correo de una forma sencilla, o incluso para ayudarnos a dejar de fumar.
También debemos destacar que podemos crear varios perfiles y utilizarlos simultáneamente, y es capaz de abrir decenas de pestañas en cada uno de ellos. Por último, la manera de ordenar y trabajar con los marcadores y favoritos es de los mejor que podemos encontrar, como por ejemplo añadir un marcador con un solo click mediante la estrella que encontramos en la caja de búsqueda.
Lo mejor
- Muy rápido
- Interfaz ligera y atractiva, además de personalizable
- Muchas aplicaciones, juegos y extensiones
- Compatible con todos los sistemas operativos (incluso los móviles)
Lo peor
- Uso de RAM algo excesivo, dependiendo de las extensiones que tengamos instaladas.
- Google nos intenta convencer de que lo utilicemos en detrimento del resto
Más información | Google Chrome
Mozilla Firefox
Firefox fue el navegador más popular durante un tiempo, robándole protagonismo a Internet Explorer, hasta que Chrome le arrebató la corona. Es un navegador que también posee muchas utilidades como botones para Pocket, además de poder personalizar totalmente la barra que contiene estas aplicaciones.
Como ocurre con Chrome, también podemos añadir marcadores mediante un solo click. Las últimas actualizaciones han añadido novedades como que se añade un campo de búsqueda al abrir una ventana nueva, o integrar algunos formatos de audio y vídeo por defecto. Es uno de los más fáciles de usar y amigables a la vista.
Lo mejor
- Muchísimas e interesantes extensiones
- Filosofía: software libre
- Compatibilidad con casi todos los sistemas operativos
- Gestor de descargas rápido e independiente
Lo peor
- Las extensiones ocupan demasiado sitio en la barra
Más información | Mozilla Firefox
Opera
Uno de los más veteranos, en todos los sistemas, Opera ha ido añadiendo funciones interesantes para intentar acercarse a los navegadores mayoritarios (Chrome y Explorer, por ese orden), como una mejorada gestión de los marcadores.
La versión actual ha conseguido una mayor estabilidad y funciones como la marcación rápida de los favoritos. Además destaca por su diseño limpio y claro, muy agradable a la vista y que facilita mucho su uso por parte de nuevos ususarios.
Lo mejor
- Un modo Turbo especialmente adecuado cuando nuestra conexión es lenta
- Diseño y rendimiento idóneo para dispositivos móviles
Lo peor
- Pocas extensiones
- Lleva tiempo sin ofrecer nada nuevo a los usuarios (aunque tal vez no le hace falta)
Más información | Opera
Safari
Tal vez sea el menos conocido por los usuarios que no utilicen ordenadores de Apple, pero Safari es uno de los mejores navegadores: rápido, fiable, fácil de usar y, sí, compatible con Windows.
Con un diseño bastante minimalista, las últimas versiones traen novedades pero sin romper con la estética y funcionalidad de las anteriores. Encontramos un icono de compartir (a la derecha del campo de búsqueda) que también sirve para añadir marcadores. Además, podemos añadir una barra lateral con estos marcadores o controles para silenciar el audio de algunas pestañas independientemente.
Lo mejor
- Interfaz clara y muy ligera
- Opciones interesantes (silenciar una pestaña sin hacerlo en las demás)
- Preinstalado por defecto en dispositivos Apple
Lo peor
- No tan fácil de utilizar por primera vez como otros
- A pesar de la compatiblidad, no funciona igual de bien en Windows o Linux
- Pocas opciones de personalización
Más información | Safari
Conclusión
Como decíamos, al final, la decisión depende de cada uno de nosotros, de nuestros gustos y forma de trabajar. En el uso diario no notaremos mucha diferencia en cuestiones como velocidad de carga del navegador o en rendimiento y gasto de batería (en el caso de los portátiles, claro). De hecho, cuanto más rápido sea el navegador procesando, por ejemplo, HTML, más recursos y energía gastará para ello.
Si existe una extensión de algún tipo, seguro que Chrome la tiene. Además, este navegador es el más adecuado para trabajar con todo lo relacionado con Google (Gmail, Google Drive, etc.). Firefox, por su parte, también dispone de un extenso catálogo de extensiones (el visor de PDF es magnífico) o una característica que mejora la visión en pantallas retina.
Con Safari nos encontramos con una integración ideal en el ecosistema Apple, como es lógico. Destaca la sincronización con iCloud o el modo de lectura sin publicidad, realmente efectivo. También incorpora soporte para RSS y una lista de lecturas que podemos sincronizar con los dispositivos móviles.
Lo ideal es probar algunos durante un tiempo para ver cuál es mejor para nuestras costumbres. Pero lo que hará que nos decantemos por uno u otro será, por un lado, la sencillez de uso (donde destacan Firefox, Safari y Opera) o las características añadidas, como las extensiones, si realmente las utilizamos.
Imagen | Pixabay
Se les ha olvidado decir a ustedes que en condiciones de estrés, el que gana por goleada es Firefox. Respecto al consumo de memoria, nada que decir sobre Chrome que no se sepa ya…….