Durante los últimos años y en pleno boom tecnológico, el debate sobre los menores e Internet ha tomado la palestra informativa. En este ámbito tienen cabida cuestiones como el uso (o abuso) que hacen de las redes sociales, los posibles peligros a los que pueden verse expuestos y otras cuestiones relacionadas con la edad idónea para introducirles en determinadas webs.
Sin embargo, cuando planteamos este tipo de asuntos, solemos obviar que los niños cuentan también con sus propios espacios online; es decir, con unas comunidades virtuales pensadas para que se relacionen con sus semejantes y que van más allá de las populares Instagram, Twitter y Facebook. Hoy recogemos algunas de ellas.
Antes de entrar en detalle, no podemos dejar comentar que nuestros pequeños cada vez acceden a las redes sociales e Internet a una edad más temprana (hasta el 30% de los niños/as españoles de 10 años de edad tiene un smartphone). Y no solo eso, sino que las prefieren a los tradicionales juguetes desde hace ya mucho tiempo. Razón de más para conocer las alternativas “hechas a su medida”.
Club Penguin Island, para los más peques
Empezaremos por Club Penguin Island, una plataforma de Disney anteriormente conocida únicamente como Club Penguin y cuyos orígenes se remontan al año 2000. Empezó como un juego, y en 2003 añadió su propio chat. Fue en 2005 cuando se lanzó como red social, empezando con cuarenta usuarios y haciéndose con más de 12 millones en unos pocos meses. Cuenta con sus respectivas apps para Android e iOS y está enfocada a pequeños de entre cuatro y nueve años, aproximadamente. Se trata de un lugar de diseño cuidado y colorido pensado para estimular su imaginación y creatividad.
Los protagonistas son unos peculiares pingüinos animados que les invitan a realizar toda clase de actividades, desde chatear, hasta disfrutar de diferentes juegos de acción, moda, y otros. Incluye apartados de entretenimiento con música –para los que adoran la fiesta y bailar-, de mitos y leyendas –para los pequeños amantes de la lectura y los cuentos-, de sorpresas gourmet y de “acción sin parar” –dedicado a los más activos e ideado para que asuman nuevos retos diarios-.
El sitio también cuenta con secciones de concienciación sobre la importancia de salvaguardar el medioambiente y con otras para padres dedicadas a la seguridad, con consejos específicos sobre cómo afrontar y regular las horas que sus hijos pasan frente a la pantalla, y normas de participación. El contenido, eso sí, se encuentra en inglés; pero no entraña demasiadas dificultades y ofrece múltiples apoyos visuales.
Comunidad Clan, made in rtve
Siguiendo la estela de Club Penguin, en 2009 nació la Comunidad Clan de RTVE, su red social para niños de entre cinco y diez años donde es posible acceder a los vídeos de las series infantiles y juveniles emitidas por los canales de la Radio Televisión Española, participar en diferentes actividades y juegos, interactuar con otros miembros de la comunidad, etcétera.
Todo en un entorno seguro y controlado, con distintas herramientas centradas en evitar la pedofilia; utilidades de control parental –que permiten a los progenitores acceder a todas las acciones de sus hijos, dar permiso o vetar determinados contactos- y demás. Otra de sus virtudes es que el contenido se encuentra estructurado por franjas de edad (de cero a cuatro, de cinco a siete y más de ocho años) y categorías (series, juegos, inglés, concursos, talleres). También viene con descargables para colorear, retos de pensar, mejorar la gramática, localizar diferencias y relacionar palabras.
LEGO Life, fomentando su creatividad
Mucho más reciente es LEGO Life (lanzada a finales del año pasado), otro espacio seguro para los benjamines del hogar, en concreto para los que todavía no han cumplido los trece años de edad. Consiste en una especie de Instagram de LEGO con restricciones, moderadores, y filtros automáticos muy concretos sobre los comentarios, en la que nuestros hijos estarán protegidos de palabras malsonantes, insultos y abusos varios.
Además, para acceder necesitarán nuestro permiso y, en ningún caso, se verán obligados a proporcionar imágenes, datos de ubicación o información de carácter personal sobre sí mismos. En ella podrán compartir las fotografías de los juguetes que han construido, interactuar e intercambiar sus impresiones sobre todo lo que tiene que ver con el juguete en cuestión.
También tendrán la opción de incluir emojis especiales y participar en los diferentes desafíos; una manera de estimularles y, por supuesto, de animarles a adquirir más piezas. No obstante, es interesante para fomentar la creatividad, el interés por una afición compartida y valores similares. Aunque todavía no se encuentra disponible en nuestro país (no tardará en llegar), podemos acceder conectándonos a través de una VPN. Y a pesar de su temprano aterrizaje, solo en la Google Play Store se ha descargado entre 500 mil y un millón de veces.
Banana Connection, interacción consciente
Banana Connection es una plataforma dedicada a niños de entre siete y trece años que deseen empezar con las redes sociales sin quebraderos de cabeza. Aquí no tendrán que preocuparse por su seguridad online, pues la comunidad dispone de sistemas específicos para protegerles, evitar comentarios y comportamientos inadecuados, etcétera.
Para registrarse necesitarán una autorización de sus padres o un código proporcionado por un centro educativo. También tiene control parental integrado para verificar las invitaciones y secciones específicas para que los profesores suban recursos educativos. Está disponible en inglés y en español.
Otra de sus grandes virtudes la protagoniza su labor educativa; es decir, en ella podrán aprender cómo actuar en las redes sociales, los posibles riesgos de no hacerlo correctamente, sus ventajas comunicativas y otros. En ella podrán compartir fotografías, elaborar álbumes multimedia, crear su propia sección de vídeos preferidos de YouTube, jugar, y unirse a grupos. Eso sí, debes saber que se encuentra en fase de pruebas, de manera que puede dar algún que otro problemilla.
Rich Kids, para niños pijos
De la misma manera que existen redes sociales para famosos y ricos, no podía faltar una para niños pijos. Nos estamos refiriendo a Rich Kids, una comunidad nacida a finales del año pasado que lleva el esnobismo a su máximo nivel. Este ejemplo se sale de lo normal, pero es curioso conocer hasta dónde están dispuestos a llegar algunos para ganar un plus de exclusividad. Lo cierto es, que quien participen en ella se verán obligados a pagar la cifra nada desdeñable de mil euros, obviamente a cuenta de los padres. Solo a partir de entonces podrán hacerlo.
Pero, ¿cómo los convencen? Argumentando que sus hijos brillarán con “la luz que se merecen” en este lugar, y que un tercio de los beneficios será destinado a educar a niños en situación de pobreza. Para aquellos que deseen darse un garbeo para conocer de primera mano de qué se trata, tendrán la posibilidad de hacerlo a través de su cuenta de Facebook; pero no encontrarán nada fuera de lo común más allá de un simple alarde económico y de cientos de adolescentes aspirantes a modelo.
Ha funcionado especialmente fuera de nuestras fronteras y es muy exclusiva. En la Google Play Store ha sido descargada entre 1.000 y 5.000 veces. Inicialmente solo estuvo disponible para dispositivos de la firma de la manzana, pero Apple acabó retirándola por considerarla «inapropiada».
Mundo Gaturro y Picapon, Comunidad y juego
Con siete años de vida a sus espaldas, nos podíamos dejar de hablar de Mundo Gaturro, que se describe a sí misma como la primera red social para “chicos” de Latinoamérica; una red segura controlada por férreos moderadores. El proyecto nació en Argentina de la mano de la compañía CMD y no ha tardado en popularizarse en otros países hispanohablantes. En la Google Play Store tiene entre 100.000 y 500.000 instalaciones.
Nos recuerda en cierta medida al Club Penguin Island, pues no solo les deja interactuar con otros niños -a través de su comunidad específica Picapon-, sino que les permite disfrutar de diferentes juegos (online o a través de sus apps móviles), crear distintos clubs, sumar puntos y situarse en varios rankings, compartir vídeos, crear su propio avatar y otras actividades tipo Minecraft.
Imágenes | iStock: dolgachov y capturas de pantalla de las redes sociales.
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