Sobre la manipulación que Facebook realizó a modo de experimento en el timeline de varios miles de sus usuarios se ha comentado mucho. Numerosos blogs recogen lo ocurrido y dan su opinión del asunto. Un tema que nos hizo volver a pensar en nuestra privacidad y los mecanismos que tenemos para tomar el control de ella en internet.
Antes repasemos rápidamente qué ha pasado con Facebook, o mejor dicho qué hizo. La conocida red social manipuló el news feed de 689.000 usuarios de dos modos diferentes. A una parte sólo le mostró noticias positivas mientras que al otro negativas. Eso les permitió ver que según la información que recibe el usuario su actitud se ve modificada. Los que veían noticias positivas fueron compartiendo emociones similares mientras que, los que veían mensajes y connotaciones negativas caían en el pesimismo
Ese fue el experimento de Facebook que durante una semana llevaron a cabo con un número de usuarios (cuyo perfil estaba configurado en inglés) elegidos al azar y sin que ellos supieran nada. Así que ya podéis imaginar la variedad de opiniones respecto al tema.
Nuestra privacidad como usuarios
Hacer uso de internet es algo que no está exento de ataques a la privacidad del usuario. Y no, no hace falta que organizaciones como la NSA intercepte nuestras comunicaciones. En la mayoría de las ocasiones con simples cookies una página web cualquiera puede rastrear qué páginas visitamos, interacciones con botones sociales, etc con el fin de recabar información para cosas tan variadas como ofrecer publicidad más efectiva.
Supongo que todos os habéis fijado cómo, después de visitar alguna web de un producto concreto éste aparece en los anuncios que Google muestra en otras webs. A veces nos persigue durante semanas, hasta que volvemos a dar información nueva de otros productos que nos interesan.
Esa información que ofrecemos mediante cookies es algo tan común que pocos usuarios se han planteado el por qué ocurría, por qué sabían que debían mostrarle anuncios de un disco duro, un ordenador o marca de helados. Pero, ¿hay modos de pararlo, de ser más dueños de nuestra privacidad?
Sí que hay solución. Es más, según el nivel al que queramos llegar tendremos varias opciones. Por tanto, ya es decisión de cada usuario ver hasta qué punto desea ofrecer esos datos sobre su uso de internet. Os vamos a dar algunas alternativas para que podáis elegir.
- Cambiando de buscador. Internet no es Google, por tanto no es la única opción para buscar lo que nos interesa. En Anexo M ya vimos algunas opciones como DuckDuck Go.
- Do not track, que no te sigan. Algunos navegadores han integrado opciones para evitar que los sitios web nos sigan. Sólo tendremos que ir a las preferencias y activar la opción. También puede que encontremos una característica que es navegación privada. Claro que también podemos recurrir a extensiones que podemos usar en navegadores como Chrome o Firefox. Algunas de ellas son DoNotTrackMe o AVG Do Not Track para el navegador de Google o Privacy Badger
- Ad Block Plus o Ad Block Edge para Firefox son algunas de las extensiones más populares que permite bloquear anuncios y de paso el rastreo que hacen.
- Tor Browser Bundle, el navegador para amantes de la más absoluta privacidad. Es un navegador que anonimiza nuestra conexión y corta de raíz cualquier instalación de cookies, seguimientos, etc. Disponible para diferentes sistemas operativos, está en español y es un proyecto que busca proteger al usuario.
Cómo controlar nuestros aspectos de privacidad básica
Mantener un bueno nivel de privacidad al usar internet es algo que con la ayuda de estas aplicaciones se mejora. Por supuesto, tampoco es cuestión de volverse un paranoico del tema pero bueno. Sí es cierto que además de lo visto es importante interiorizar comportamientos básicos:
- No compartir más de lo necesario. Las redes sociales son geniales pero debemos tener bien configuradas sus opciones de privacidad para que no todos nuestros datos estén disponibles para cualquiera.
- Podemos hacer búsquedas sobre nosotros mismos para ver si alguien está diciendo algo. Recordad el tema del derecho al olvido en internet.
- Conocer las opciones de nuestras aplicaciones. Tanto para la privacidad como seguridad en conexiones
- Para entornos determinados, hacer uso de redes VPN para asegurar y mantener privada la información transmitida. Porque cifrar nuestras conexiones es posible sin necesidad de ser un experto
Y recordad que podéis consultar nuestro especial sobre seguridad en internet con aplicaciones para mantener a salvo nuestros datos más sensibles, contraseñas, actualizado el software, información sobre la autenticación en dos pasos y mucho más. Porque conseguir una privacidad 100% es complicado pero mejorarla a gran escala si lo necesitamos sí es posible.