Blockchain o cadena de bloques es el sistema sobre el que asienta la moneda virtual Bitcoin, creada por el misterioso japonés Satoshi Nakamoto justo en los albores de la crisis económica y que no está respaldada por ningún gobierno ni emitida por ningún banco central. En esencia, Blockchain es un gran libro de contabilidad virtual que se va construyendo por bloques que luego se unen. Es la contabilidad (ágil, barata y descentralizada) del mundo Bitcoin. La particularidad es que ese libro está replicado en todos los nodos u ordenadores que sostienen el sistema Bitcoin.
¿Cómo funciona?
Cada bloque se cierra con las transacciones que se han realizado en un lapso de aproximadamente 10 minutos. Esa pieza de información acaba con una última línea que contiene un número muy largo que sale de una operación matemática muy compleja. Es la famosa “prueba de trabajo”.
De esta manera, el sistema se blinda frente a hackers y gente con malas intenciones, pues se requiere mucho tiempo y dinero para dar con la solución a estos problemas. Mientras tanto, la primera línea se reserva a una cadena alfanumérica que es la huella dactilar del bloque anterior y sirve para engarzar ambos. Actualmente, la cadena de registros en bloques que sustenta a Bitcoin ocupa más de 100 GB, más del doble que hace un año. Además existen entre 4.500 y 5.000 nodos u ordenadores de Bitcoin que están activos todo el tiempo.
¿Es seguro?
Las operaciones que se registran, en realidad transferencias realizadas en Bitcoins, no tienen vuelta atrás. Una vez se agregan, ya no se pueden borrar. Además, es muy difícil hacer cambios, puesto que la información se replica en todos los nodos, y variarla en alguno de ellos sería terriblemente sospechoso. Llegado el caso, los cambios se podrían hacer, pero con el consenso de la mayoría de nodos. La naturaleza distribuida de Blockchain protege la información que aparece en los bloques frente a hackers, que para salirse con la suya tendrían que convencer a todos los nodos. Es decir, al estar distribuido, se convierte en un sistema muy resistente a ataques, fallos o falsificaciones. Hay que aclarar que Blockchain no revela información sobre el tipo de transacción o sobre las partes implicadas en la misma.
¿Por qué ha levantado tantas expectativas?
Algunos dicen que Blockchain será una revolución a la altura de las que supusieron la aparición del primer PC, a principios de los ochenta, o de Internet, una década más tarde. Cabe preguntarse por qué ese optimismo.
Blockchain supone la llegada de la economía colaborativa, barata y descentralizada al mundo financiero, que siempre ha recurrido a pesadas estructuras centrales. Es decir, un verdadero sistema peer-to-peer, como aquellos que cambiaron para siempre el modelo de negocio de la música en los años 90, pero aplicado a los pagos.
Aunque la naturaleza distribuida de Blockchain lo hace un sistema muy seguro para cualquier tipo de transacción, su punto débil, no obstante, sigue siendo la falta de regulación, y los bancos centrales e instituciones financieras globales ahora mismo se las ingenian para abrirse a esta nueva realidad.
¿Qué usos tendrá en el futuro?
En todo caso, parece que tiene un futuro prometedor. Y es que ahora Blockchain se usa para consignar transferencias de Bitcoins, pero en el futuro se podría extender a intercambios de monedas locales, acciones de empresas o propiedades inmobiliarias. Por eso grandes bancos como BBVA, que ha invertido en la plataforma de Bitcoin Coinbase, o Bankinter, que ha hecho lo propio en Coinffeine, ya muestran un claro interés.
También lo hacen firmas de servicios en Internet o de almacenamiento en la nube o entidades de registro de patentes. Incluso podría ser muy útil para el voto electrónico. Blockchain permitiría un sistema de voto donde las identidades de los votantes estuvieran protegidas y fuera imposibles de falsificar, y todo a un coste prácticamente nulo.
También sería un buen sistema para que las administraciones públicas reflejaran sus gastos. Sería la materialización del famoso “gobierno transparente”. Y, cómo no, el comercio electrónico como lo conocemos en la actualidad también podría tener su revolución. Uno de los pioneros es OpenBazaar.org, un mercado descentralizado basado en Blockchain que abrió sus puertas hace casi un año y que permite a cualquier persona intercambiar bienes y servicios pagando con moneda virtual.
Atentos, pues, a un término que vamos a escuchar mucho de aquí en adelante, y que celebrará su propio congreso mundial el próximo octubre en Barcelona.