En el último informe Homofobia de Estado 2019 de la Asociación Internacional de Gais, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA) figuran 70 países en los que ser gay o lesbiana es ilegal, incluso puede ser castigado con pena de muerte. Teniendo en cuenta esta funesta realidad, Tinder ha implementado una “alerta al viajero”.
Esta nueva función aparecerá en pantalla cuando la app detecte una potencial zona de peligro para la comunidad LGTBIQA+. La información sobre la que actuará esta alerta será la proporcionada por la ILGA.
Tal como explica Tinder en un comunicado, “no es ningún secreto que creemos que todos tienen el derecho de vivir como quieren vivir y amar a quienes quieren amar y, por ello, es importante recordar que todavía hay casi 70 países en todo el mundo que tienen leyes que penalizan a la comunidad LGTBIQA+”.
alerta de tinder para ios y android
La alerta, disponible iOS y Android, aparecerá cuando se abra Tinder en una de estas ubicaciones para garantizar que los usuarios sean conscientes de los peligros potenciales a los que se puede enfrentar, para que puedan tener más precaución.
La comunidad LGTBIQA+ ya no aparecerá automáticamente en Tinder cuando el usuario abra la aplicación en estas zonas geográficas. Una vez que se activa la alerta, los usuarios tendrán la opción de permanecer ocultos mientras se encuentren en esa ubicación u optar por hacer público su perfil para que puedan conectarse con nuevas personas. Si un usuario elige que se muestre en Tinder, y ha agregado orientación sexual o identidad de género a su perfil, no se mostrará hasta que salga de ese país.
peligro de mayor discriminación
La situación de la comunidad LGTBIQA+ es extrema en esos países, pero en otros considerados más seguros también se enfrenta a una discriminación que puede ir en en aumento al hilo del crecimiento de propuestas políticas radicales..
Tal como explicó a Nobbot Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona e impulsor PRISMA, una asociación para la diversidad afectivo-sexual y de género en ciencia, “los posicionamientos y políticas lgtbfóbicas tienen ahora una mayor amplificación en la sociedad y además son amparados por partidos y organizaciones sociales que antes nunca lo habrían hecho, aunque sólo fuera porque sentían que era de mala educación.
“El problema es que están muy crecidos, los corifeos en las redes les jalean y esto no puede ser bueno. Hay que recordarles que vuelvan a la caverna, que la calle dejó de ser suya, pero sobre todo no podemos permitir que propicien un retroceso en derechos sociales que tanto bien ha propiciado”, señala.