Nuestra red wifi a veces acaba saturada. Ante entornos con muchas redes telefónicas o aparatos viejos, no es raro que nos encontremos con incompatibilidades. ¿Un hogar con dos plantas? Tal vez convendría tener un router en cada una de ellas. ¿Nunca apagas tus equipos? Tal vez podrías devolver la red a su esplendor original con una pausa de unos minutos, desconectando tanto el enrutador como los equipos.
Antes de nada debemos comprobar el rendimiento de nuestra red. Con solo escribir “test velocidad” en el buscador de Google, nos aparecerá un medidor del rendimiento de nuestro servicio. El dato resultante debe ir en consonancia con la velocidad contratada y el tipo de de conexión. Y si el dato fluctúa demasiado respecto a nuestro servicio contratado, prueba con los siguientes trucos.
¿DÓNDE ESTÁ TU ROUTER?
El consejo más obvio y, a su vez, más importante. Si el router está en una mesa de escritorio rodeado de papeles, asediado por libros, monitores de PC, enterrado entre cables o cualquier situación similar, el rendimiento será deficiente. Y más si se encuentra en un rincón de una habitación, bajo una escalera o detrás de algún sofá. Si lo bloqueas, contribuirás a que la señal sea más débil.
Si es posible, el router ha de ocupar el centro del hogar, en alguna habitación y sobre una mesa limpia de objetos y alta, a ser posible cerca de la puerta o acceso a los pasillos, de forma que evite el bloqueo que producen los tabiques de los hogares. Cuanto más centrado esté, mejor será la cobertura de conexión.
Eso sí, teniendo siempre en cuenta nuestras opciones. Existen aplicaciones como HeatMapper o NetSpot que nos dirán cuál es el alcance de nuestro router. Nosotros no somos partidarios de soluciones rocambolescas, pero hay quien forra las antenas de papel de aluminio y quienes compran reflectantes de señal que se conectan a las antenas como pinzas de la ropa.
EVITA LAS INTERFERENCIAS
Si vivimos en un bloque de pisos es común que salten de forma pública un montón de redes. Pero que cada vecino cuente con su propio canal no es en absoluto beneficioso, más bien al contrario. Tampoco vendría mal comprobar si existe alguna conexión intrusa que esté usando nuestros recursos. Las aplicaciones Fing, Nmap o algún escáner IP serán ideales para captar a estos polizones.
El router no solo debe estar visible, sino también apartado de otros aparatos electrónicos que emitan ondas electromagnéticas -teléfonos inalámbricos, microondas, o sistemas IoT inteligentes como cafeteras o robots de cocina conectados a la red-.
Y, por supuesto, podemos elegir el wifi inteligente de Orange, que se adapta automáticamente a cada dispositivo y que soluciona los habituales problemas de conexión. Orange ofrece un servicio integral entre los que incluye repetidor WiFi Premium y una esmerada atención al cliente.
MÁS HARDWARE PARA MÁS CANALES
Hace algunos años solo necesitábamos una conexión wifi para alimentar uno o dos equipos, tal vez alguna videoconsola y el móvil, para ahorrar en tarifa de datos. Hoy todo está conectado: tablets, lectores de libros, home cinemas o incluso la lavadora, mediante su app. Nos hemos acostumbrado a evitar los cables.
Pero si todos los gadgets comienzan a beber recursos de nuestra red, al unísono, tendremos problemas. Y más si estamos descargando archivos desde nuestro PC mediante cable Ethernet, ya que tomará todo el ancho posible.
Para evitar esto, recomendamos aprovechar nuestro router viejo y usarlo como repetidor. Incluso podemos abrir distintos canales para cada enrutador. Si no sabemos cuántos dispositivos tenemos conectados a nuestra red, recomendamos reiniciar este aparato semanalmente, ya que algunos dispositivos se sincronizan y desincronizan de forma automática. Con esto evitamos mantener conectados todos los dispositivos de forma perpetua.
CAMBIA A LOS 5 GHZ
La del 5G ha sido una revolución lenta que ya está entre nosotros, una que nos facilitará descargar nuestra película favorita en apenas medio segundo. Pero antes de pensar en 5G debemos pensar en 5 GHZ, es decir, el rango de ancho de banda actual que mayor velocidad teórica posee, de 867 Mbps frente a los 60 Mbps de las conexiones 2,4 GHZ.
En nuestro hogar podemos combinar distintos usos, conectar algunos dispositivos mediante cable y otros mediante wifi, pero siempre recomendamos activar el máximo ancho de banda posible. Siempre y cuando tus dispositivos sean compatibles —smart TV y otros gadgets informáticos—.
Dentro de esta actualización también recomendamos usar antenas de router a 9dBi, mediante adaptadores, ya que mejoran ostensiblemente el rango de acceso frente a las habituales 5DBi. Y, para cerrar el círculo, revisar el firmware del router para mantenerlo actualizado. Muchos lo realizan de forma automática, pero si no es tu caso siempre puedes ojear la página del fabricante de tu router para descargar la versión más reciente.
Y CAMBIA DE ROUTER
Parece otra de esas obviedades, pero si llevas varios años sin cambiar de router no solo te estás perdiendo las posibilidades de los nuevos estándares, sino que también debes contar con que tu equipo ha ido perdiendo capacidades y rendimiento. Existen muchos modelos profesionales que tu distribuidor de red aceptará sin problema, únicamente se trata de cambiar conexiones de un aparato a otro.
Y siempre podemos dar el salto a un router específico para gaming o entornos profesionales como el ASUS ROG Rapture. El resultado es bastante evidente. Con un router profesional podemos crear redes cerradas que mejoren el ping, usar distintos puertos con distintas bandas (de 2,4 y 5 GHz) en paralelo y subir hasta velocidades teóricas de 1900 Mbps.
Este tipo de routers suelen contar con una VPN propia y varios puertos LAN optimizados. Y siempre tendremos un control de la red desde una app sincronizada en nuestro PC. Reconocemos que supone un desembolso extra pero merece la pena si somos asiduos de los videojuegos o contamos con muchos aparatos vinculados al mismo punto de red.
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