En Internet podemos hacer de todo. Desde comentar nuestra serie favorita a reservar nuestras vacaciones. O encontrar el amor. ¿En serio? Las apps de búsqueda de pareja proliferan, y todos hemos oído hablar de experiencias vividas a través de ellas. Pero, eso de encontrar a nuestra media naranja no es muy sencillo, lo sabemos. ¿De verdad son útiles estas herramientas para encontrar el amor? ¿Dan resultados fiables? Hoy hemos querido hablar con usuarios de este tipo de herramientas y traer su experiencia de primera mano. Aquí está todo lo que nos han contado.
Lo bueno y lo malo
Vale, hemos decidido dar un paso al frente y buscar pareja, contactos o un «loquesurja» a través de Internet. Pero, ¿qué app escogemos? Hay muchísimas aplicaciones diferentes y no todas parecen servir a los mismos objetivos. Los protagonistas de nuestro artículo han probado algunas diferentes. Tenemos, por ejemplo, a Raquel, a Jordi, a Javier o a José Ángel, que decidieron probar con Tinder, una de las apps más famosas, que el año pasado anunciaba que tenía más de un millón de suscriptores premium. Pero también a Robert C. que optó por la app Gaydar. A Belen, que escogió a Meetic. A Àlex y a Jaume, que decidieron intentarlo con Bender, a Chelo, que se apuntó a Badoo, o a Robert H, quien ha probado con diferentes opciones como OKCupid.
Como decimos, las opciones son muchas y las experiencias como usuario muy dispares. Para Jaume, por ejemplo, el resultado de haberla usado es realmente bueno: «La experiencia es positiva porque gracias a la aplicación conocí a mi pareja«. Una sensación que también nos transmite Belén: «La verdad es que inscribirme en Meetic fue para mí una experiencia muy enriquecedora, incluyendo el mero hecho de regalarme a mi misma la oportunidad de vivir experiencias y anécdotas de todo tipo. Tantas, como gente conocí gracias a la aplicación. Pero, sobretodo, porque gracias a esta aplicación pude conocer al que resultó ser el padre de mis hijos y con el que he formado una familia«. Otro de nuestros encuestados que consiguió muy buenos resultados fue José Ángel: «En ni caso todo es positivo, la primera persona con la que hablé es la que ahora es mi chica, llevamos dos años y ahora empezamos a vivir juntos.»
Creo que el Tinder les gusta mucho a las personas que se aburren y quieren atención, pero en realidad no quieren quedar
Aunque no todos pueden hablar de una experiencia grata. Es el caso de Jordi, que nos explica: «No podría decir que es una experiencia de éxito, aunque eso creo que es más problema mío que de la aplicación. Soy muy selectivo y eso reduce mucho las posibilidades de conectar con gente. Sí que tuve alguna cita y tuve también conversaciones interesantes, pero no han pasado de un encuentro agradable, ni siquiera han dado lugar a una amistad. Pero insisto, creo que no es problema de la app. Conozco a bastantes personas que les ha funcionado, bien para ligar o para encontrar pareja«. Para Robert H. la experiencia con Tinder tampoco es gratificante: «Ha sido muy mala. La gente casi no pone detalles personales, solo lo que todo el mundo pone. Cuando hay un “match”, casi nunca contestan. He tenido algunos chats, pero nunca un encuentro. Creo que el Tinder les gusta mucho a las personas que se aburren y quieren atención, pero en realidad no quieren quedar«.
A nuestros usuarios también les hemos preguntado qué les parece lo más positivo de estas herramientas. Según Raquel, «la libertad que te da, en el sentido de no verte comprometida a hablar o quedar con alguien si realmente no quieres«. Para Belén: «Mi valoración general es muy positiva. Estamos hablando del año 2009, en el que para muchos de nosotros Meetic y las apps en general eran aún un poco desconocidas… ¡Recuerdo que mi teléfono aún no era “smartphone!» De repente, se nos brindaba la oportunidad de conocer a un montón de gente sin salir de casa… Establecer conversaciones a cualquier hora…incluso quedar a tomar algo si nos apetecía… personalmente fue una entrada de aire fresco y emocionante a mi vida».
Un aspecto negativo es la pérdida de tiempo por la adicción que llega a crear y por invertirlo con personas que realmente no te suponen ningún interés
Pero también existe una cara B, claro está. Sobre lo más negativo de estas apps, tenemos la opinión de Robert C. «Un aspecto negativo es la pérdida de tiempo por la adicción que llega a crear en mayor o menor grado y por invertir tanto tiempo con personas que realmente no te suponen ningún interés. Comunicarse delante de una pantalla y, por tanto, con anonimato, genera muchas veces una comunicación agresiva, maleducada e intolerante«. Para Raquel, lo más negativo recae en «que puede resultar frío y hasta violento, puede llegar a parecer un supermercado o compra por catálogo. La gente sube, obviamente, las fotos en las que se ve mejor, y en algunas ocasiones, no sólo salían «favorecidos» es que en vivo y en directo, no parecen ni la misma persona. Incluso he encontrado a alguno que efectivamente no era la misma persona, generando lo que yo considero un auténtico engaño e incluso usurpación». Por su parte, Chelo nos explica que lo negativo fue «la desilusión de ver que la gente, después de haber estado hablando contigo durante semanas, desaparecía sin más».
Esa usabilidad
Otro de los aspectos que más nos interesa saber es si estas apps son fáciles o no de usar. Pues muchas veces, hay personas interesadas en convertirse en usuarias que pueden encontrar dificultades al no dominar las herramientas tecnológicas. En general, nuestros usuarios consideran que estas aplicaciones sí tienen una forma de uso accesible a todos. «He podido comprobar cómo personas con una competencia digital muy limitada han conseguido dominar aplicaciones en un tiempo relativamente corto y sin muchos problemas«, nos explica Robert C.
Pero, eso sí, muchos de los entrevistados tienen sugerencias sobre qué les gustaría que mejoraran estas apps. Por ejemplo, Javier nos dice: «El consumo de datos es brutal, me gustaría que fueran más discretas«. A Àlex le encantaría que tuvieran la opción de «subir vídeos o audios«. Robert H. le daría un par de vueltas a Tinder: «Pondría más estructura a los perfiles. Ahora Tinder simplemente da un campo de texto de 500 caracteres. Eso no es suficiente. Mucha gente no pone información, así que al final la cuestión es solo: ¿está buena o no?”
Es un «match» o, mejor, déjalo estar
Cuando empezamos a usar una app, una de las primeras cosas que nos planteamos es «¿será útil?». Ésa es una de las cuestiones que hemos querido averiguar con nuestros entrevistados. ¿Son de verdad prácticas estas herramientas? Javier lo tiene muy claro: «Según lo que busques. Cada app tiene su público. No buscaría el amor en Badoo ni un rollo de una noche en eDarling«.
Creo que si sabes usarlas son una solución para el aislamiento, la falta de confianza en uno mismo, e incluso para el aburrimiento
«Sí, van muy bien para conocer gente que quizá nunca conocerías fuera del mundo virtual«, nos cuenta Àlex. Belén ahonda en otros aspectos: «Creo que si sabes usarlas son una solución para el aislamiento, la falta de confianza en uno mismo, e incluso para el aburrimiento. El ser humano es social y la app te da la oportunidad de serlo«. Por otro lado, José Ángel nos comenta: «Yo creo que está muy bien para lo obvio, que es conocer gente. Pero también para gente que le falte un poco de seguridad para hablar con gente«. Por su parte, Chelo nos explica: «Creo que aunque a mí no me sirvieran para encontrar el amor, sí que hice amistades y estuve entretenida e ilusionada. Lo recomendaría, sí, a cuantas más puertas llames, mejor. Además, te sirve para identificar a la gente mentirosa y estúpida. Luego es más fácil evitarlas.»
Se trata de un tema que interesa a los usuarios, a los que les hemos preguntado si aconsejarían o no su uso. Encontramos diferentes posturas. Jordi considera: «Creo que son útiles para personas que no tienen tiempo o posibilidad o facilidad para hacerlo por otros canales. Yo no lo recomendaría pero tampoco las desaconsejaría. Pueden ser un canal más para relacionarse, aunque en mi caso no el principal«. Robert H. tiene muy claro si lo recomendaría a sus amigos: «Sí, lo recomendaría. Pero no para cosas románticas. Creo que son muy útiles para encontrar a gente que tiene un hobby en común, para tener conversaciones con gente interesante que uno nunca hubiera conocido en su ámbito habitual».
Todo esto nos lleva a otra reflexión. ¿Pueden estas apps variar los hábitos de las personas? Es decir, si resulta más sencillo relacionarse por estos canales, ¿dejamos de interesarnos por conocer a gente en el modo offline? Robert C. opina: «En mi caso, considero que es mucho más interesante poder ir conociendo a una persona en el día a día y a través de un contacto físico, trabajo, amigos, viajes, discotecas… que no limitarse simplemente a contactos de un perfil por muy cuidado que sea. Nunca se podrá transmitir toda la información y las sensaciones como se puede hacer tomando un café con esa persona«.
Raquel comparte una opinión parecida: «Nunca he dejado de conocer gente por otras vías ni lo haré. Considero que el amor no es matemático, ni puramente visual, y que estas apps no pueden bajo ningún concepto sustituir el trato directo entre las personas, aunque sí pueden ofrecer una vía diferente para conocer gente nueva e iniciar ese trato«. El comentario de Àlex va en una línea muy parecida: «Yo continuaba saliendo de fiesta por la noche y conociendo a gente de forma tradicional. Una cosa no quita la otra«. Y Robert H. lo tiene muy claro también: «Ahora estoy más convencido que hay que buscar offline. Porque online están las personas flipadas, las “busca-atención. Es cínico, pero creo que las personas que están online, la mayoría son las que no han sido capaz de atraer alguien offline o son demasiado exigentes. Incluso online no van a encontrar a nadie porque ellas nunca pueden estar satisfechas con alguien«.
En cambio, la experiencia de Belén fue muy diferente: «Sí, en su momento dejé de hacerlo pero porque la situación en la que me encontré era la de todo el mundo con sus vidas encaminadas ya, con parejas, con hijos… En fin, no tenía otra opción realmente. A menos que me fuera yo sola a una discoteca, cosa que ni me plantee nunca. Eso, por no hablar de que es mil veces más fructífero y divertido que el puro azar de una discoteca… Las posibilidades de conocer gente en tu misma situación y de diversión se multiplican por cientos. En un par de horas puedes haber leído y entablado conversación con unas 10 personas con mejores o peores resultados dependiendo de lo que busques… Pero en una discoteca tendrás suerte si das con uno/a… que te encaje y no siempre«.
Leyendas urbanas
Una «leyenda urbana» que planea sobre este tipo de herramientas es la que nos dice que muchos usuarios se apuntan a ellas en busca de un contacto físico y esporádico en lugar de lo que se supone que es su objetivo real: conocer a alguien con quien empezar una relación sentimental. ¿Será eso verdad? ¿Qué piensan nuestros usuarios? En palabras de Jordi: «Creo que, en general, no somos del todo honestos con nuestros deseos y expectativas, provocando bastantes frustraciones y malentendidos. Y eso funciona en ambas direcciones. Me explico: gente que manifiesta que quiere encontrar el amor cuando solo busca sexo. Pero también gente que manifiesta que solo busca divertirse sin compromiso, pero que en realidad está buscando algo más serio y estable. Y no creo que ambas posiciones estén tan descompensadas como parece a priori».
la mayoría de la gente está más interesada en sexo, pero no tiene por qué ser contradictorio buscar el amor y poder practicar sexo con alguien que encuentras en una app
Según su experiencia, Raquel nos explica: «Creo que los usuarios en general están más interesados en una relación puramente física. Al menos por mi experiencia, lo más habitual, salvo excepciones, es que consideren que es una vía rápida y que requiere poco esfuerzo, para obtener una satisfacción inmediata. Incluso pueden llegar a ofenderse si no consiguen su objetivo. Por mi parte, creo que habría que ser un poquito menos pretencioso, y no dar por sentado que un «me gusta» equivale a un «me tienes a tu disposición«. En la vida «no virtual» cuando conoces a alguien y os caéis bien, congenias, no das por sentado inmediatamente que sois mejores amigos o algo más, hay que dar tiempo al tiempo«. En este sentido, la valoración de Jaume es: «Yo diría que la mayoría de la gente está más interesada en sexo, pero no tiene por qué ser contradictorio buscar el amor y poder practicar sexo con alguien que encuentras en una app. Mientras no encuentras pareja, también tienes necesidades sexuales y si dos perfiles se encuentran y quieren practicar sexo entre ellos, ¿por qué no van a hacerlo si es una decisión libre y compartida?»
Otro de esos mitos es el que se refiere a las redes sociales en general. Cuando empezamos a usarlas, nos parecen maravillosas y cada cinco minutos estamos consultando nuestro muro, los likes o los comentarios que tenemos. Pero, con el tiempo, muchas veces ese entusiasmo se desinfla. ¿Pasa lo mismo con estas apps? Robert C. nos cuenta: «Va por periodos. Cuando llevo un tiempo sin entrar en alguna app, de golpe, siento cierta motivación para hacerlo. Pero no diría que me siento «cansado» de usarlas«. Javier es mucho más pragmático con su respuesta: «Si no ves resultados, fuera«. Chelo, de alguna forma, comparte este punto de vista: «Esto es, precisamente, lo que pasa. La gente no es seria ni sabe lo que quiere realmente. Al final te desinflas«. Jaume, por su lado, nos explica: «Supongo que es una cuestión de expectativas. Es sólo un medio más de buscar pareja. Y si no se encuentra, tal vez no es culpa de la app, sino porque la persona no estaba preparada«.
se miente muchísimo en estas apps. Algunos por inseguridad, otros por chulería y otros inventan una personalidad alternativa porque se sienten libres de hacerlo
La tercera idea preconcebida que queremos analizar con los suscriptores es la creencia extendida acerca de que la gente miente muchísimo sobre su vida y en su perfil. ¿Será verdad? Raquel lo tiene clarísimo: «Creo que se miente muchísimo en estas apps. Algunos por inseguridad, otros por chulería, y otros/as inventan una personalidad alternativa porque se sienten libres de hacerlo. Y muchos otros/as, probablemente sólo tengan miedo al rechazo, aunque yo creo que no mostrarte tal y como eres, aumenta las posibilidades de ese rechazo«. Chelo comparte ese punto de vista: «Mi conclusión es que sí, que se miente mucho. Pero más que en el aspecto o en la personalidad, se miente en las intenciones. Y por eso dejé las apps y de las webs. Porque era una pérdida de tiempo. La gente parecía estar por matar el tiempo. Pero no eran serias. Si decían que buscaban una amistad, luego no te respondían a los mensajes porque no les atraías. Si buscaban sexo y te lanzabas, entonces sólo buscaban hablar e ir de compras (tal cual). Una falta de honestidad con ellas mismas y, por tanto, con todas las demás«.
Jordi nos da algunas claves para evitar que nos engañen: «Mi teoría es que, si eres intuitivo, puedes evitar a la mayoría de mentirosos/as. Si analizas las fotos, grados de postureo, coherencia entre lo que se dice y lo que se muestra (por ejemplo, ‘soy más de disfrutar el día que la noche’ y todas las fotos son de discotecas, cubata en la mano y más cocido que las Grecas en Nochevieja o escribe: ‘haber’ por donde empiezo: me encanta leer… ‘ ) De todas maneras, creo que más que mentir descaradamente, se oculta o enmascara la realidad (fotos muy estudiadas para ocultar complejos físicos, exagerar tus cualidades en tu perfil, hacerte fotos con motos o yates que no son tuyos o niños que tampoco lo son, etc) porque, si eres mínimamente inteligente, sabes que la mentira se pilla a la velocidad de la luz. Y si es muy gorda, va a crear desconfianza y rechazo».
Al fin y al cabo
Del mundo online al offline. Porque si nos apuntamos a estas apps es porque queremos conocer a gente, pero más allá de una relación virtual, queremos que esas personas lleguen a formar de nuestra vida, en todos los sentidos. ¿Cómo se da esa importante y fundamental transición en la búsqueda del amor? Àlex nos explica que «Puede que virtualmente, haya entablado relación con 30 o 40 personas. Y en persona, sólo con 10«. Lo que le llevó a dar ese paso fue «La curiosidad de conocerlos en persona«.
Por su parte, Jaume nos explica: «Virtualmente, he conocido a muchas personas. Pero en persona, a pocos. Necesitaba tener interés para quedar. Que creyera que había alguna posibilidad de algo más«. Y es que ese salto se da, parece lógico, cuando la otra persona se muestra como alguien que podría ser positivo en nuestras vidas. Así lo explica Belén: «Lo que me llevaba a conocerlos en persona es que viese que me encajaban en lo que yo buscaba en cada momento: el físico, el sentido del humor, lo que apreciaba de ellos… lo que apreciaba que ellos veían en mí… En resumen, quedaba cuando me parecía interesante y me apetecía«.
Pues eso, como en la vida misma.
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