George Monbiot es considerado por Greta Thunberg una de las voces más importantes del movimiento climático mundial actual. Este periodista y activista político británico publica, en Capitán Swing, Regénesis. Alimentar al mundo sin devorar el planeta, una reflexión sobre la ecología del suelo.
La agricultura es la mayor causa de destrucción del medio ambiente en el mundo y de la que menos se habla. La mitad de la tierra habitable del planeta ha sido colonizada para producir alimentos: hemos arado, pastoreado, talado, matado la fauna y envenenando ríos y océanos. Sin embargo, unos 800 millones de personas pasan hambre, y 150 millones de niños menores de cinco años sufren retraso del crecimiento.
Los sistemas alimentarios de todo el mundo dependen cada vez más de un puñado de cultivos, sobre todo de soja, maíz, trigo y arroz, y gran parte de este grano se destina al ganado o se convierte en biocombustible. Mientras que en muchos casos los alimentos son demasiado baratos en relación con sus verdaderos costes de producción e impactos medioambientales, para los pobres del mundo la comida sana sigue siendo demasiado cara.
el futuro aguarda bajo tierra
Asimismo, la agricultura ha desencadenando un colapso catastrófico de los ecosistemas, al tiempo que ha desestabilizado el sistema climático mundial. La mayoría de las 28.000 especies en peligro de extinción inminente están amenazadas por la agricultura. La ganadería, por su parte, ha desplazado a millones de indígenas y destruido miles de millones de hectáreas de hábitat de fauna salvaje.
«Percibimos el suelo como un sustrato muerto y pasivo. Imaginamos que su papel en la producción de alimentos se limita a anclar las raíces de las plantas y absorber los compuestos sintéticos que utilizamos. Si encontramos sus seres vivos, tendemos a reaccionar con espanto. Comprender el suelo, no obstante, es fundamental para abordar algunas de las mayores cuestiones a las que nos enfrentamos», afirma George Monbiot.
Entre esas cuestiones, destaca: cómo alimentarnos en un mundo cuyos sistemas naturales y humanos están cambiando a una velocidad increíble, cómo conseguirlo sin destruir los cimientos de nuestra subsistencia y cómo, sin dejar de garantizar nuestra supervivencia, proteger el resto de la vida del planeta. «El futuro aguarda bajo tierra», concluye el escritor británico.
ecología del suelo
La publicación de «Regénesis» llega en un momento en que la inseguridad alimentaria mundial es noticia a causa de la guerra, las condiciones climáticas extremas y la desestabilización de los complejos sistemas mundiales de transporte de los alimentos. En este ensayo, Monbiot nos muestra cómo los nuevos conocimientos en ecología del suelo pueden permitirnos cultivar más alimentos con menos agricultura.
En el transcurso de las páginas de Regénesis, conoceremos un horticultor que cultivó una parcela de tierra poco prometedora sin pesticidas, herbicidas, estiércol ni ningún fertilizante y produjo en una abundancia asombrosa; un laboratorio con científicos que trabajan para crear carne sintética; y la existencia de unos cereales perennes que liberan a la tierra de los arados y venenos, entre otros.
La única esperanza de un futuro más seguro, según Monbiot, es una retirada planificada, una reducción drástica de la superficie cultivada, dando a la naturaleza un salvavidas para que pueda deshacer el daño que hemos causado. «Regénesis» es un relato convincente, innovador, apasionante y documentado sobre un sistema alimentario en quiebra y sobre cómo podríamos sanarlo, y quizá salvarnos a nosotros mismos en el proceso.