Un miembro del equipo de investigadores de la obra de Rembrandt. Foto de Steph Candé.
A pesar del adanismo de nuestros tiempos, hubo muchos antes que nosotros que nos adelantaron y siguen mostrando el camino del presente y el futuro. Así, antes de la irrupción de las impresoras en 3D, Rembrandt ya conseguía el mismo efecto gracias a un técnica denominada impasto. La tecnología de aceleración de partículas, gracias al sincrotrón europeo, nos ha demostrado científicamente algo que sabíamos: que el pintor flamenco era un genio adelantado a su tiempo. Curiosamente, Rembrand fue utilizado como conejillo de indias para mostrar las capacidades de las impresoras en 3D, creando un nuevo cuadro basado en un modelo digital que combinaba el estilo de toda su obra. Ahora se demuestra que sus pinceles ya conseguían ese efecto con la única ayuda de su talento.
esta técnica, pero sí fue uno de los pintores que alcanzó más altas cotas de perfección con ella, sin que se supiera la receta exacta de su mezcla de pigmentos.
El impasto es una técnica que se basa en acumular gran cantidad de pintura en zonas del lienzo para conseguir un efecto de relieve que, a través de la textura, consigue efectos de luz y expresividad propios de las esculturas. Rembrandt no fue el primero en utilizarUn nuevo secreto desvelado
Por lo menos hasta ahora, pues científicos del sincrotrón europeo han conseguido desvelar, gracias a un acelerador de partículas, uno de los secretos mejor guardados en la historia del arte.
El análisis de los datos mostró que Rembrandt modificó sus materiales de pintura intencionalmente para conseguir un pigmento mucho más espeso. “La presencia de plumbonacrita es indicativa de un medio alcalino. Sobre la base de textos históricos, creemos que Rembrandt agregó óxido de plomo al aceite para este propósito, convirtiendo la mezcla en una pintura similar a una pasta», explica Cotte.
Para obtener estos resultados, el equipo de investigadores tomó muestras de pequeños fragmentos del Retrato de Marten Soolmans (Rijksmuseum), Betsabé con la carta de David (El Louvre) y Susana y los ancianos (Mauritshuis), tres de las obras maestras de Rembrandt.
Un avance para la conservación de las obras de Rembrandt
Este avance abre nuevas vías para la conservación a largo plazo de las obras maestras de Rembrandt. Sin embargo, la cantidad de muestras estudiadas no es lo suficientemente extensa como para evaluar si los impastos de plomo blanco contienen sistemáticamente plumbonacrita.
«Estamos trabajando con la hipótesis de que Rembrandt podría haber usado otras recetas, y esa es la razón por la que estudiaremos muestras de otras pinturas de Rembrandt y otros maestros de su época, incluidos Vermeer, Hals y pintores pertenecientes al círculo de Rembrandt», explica Annelies van Loon, científica del Rijksmuseum.