Investigadores de la Universidad de Yale han restaurado algunas funciones en órganos vitales de cerdos una hora después de su muerte. El experimento, publicado en Nature, abre vías esperanzadoras para mejorar el éxito en trasplantes de órganos.
Los investigadores conectaron cerdos que habían estado muertos durante una hora a un sistema creado por ellos llamado OrganEx que bombeaba un sustituto de la sangre por el cuerpo de los animales. La solución, que incluye diferentes compuestos para reducir la muerte celular y la inflamación, ralentizó la descomposición de los cuerpos y restauró rápidamente algunas funciones de los órganos, como la contracción del corazón y la actividad en el hígado y el riñón.
¿una mejora en las posibilidad de éxito de trasplantes?
«Si lo que afirman los autores del artículo fuera correcto y, en efecto, el método OrganEx se mostrara superior al que hasta ahora puede considerarse ‘gold standard’ para muchos procedimientos (el ECMO), nos encontraríamos ante un hallazgo muy interesante a la hora de mejorar la obtención y preservación de órganos para trasplante«, ha declarado a SMC Rafael Matesanz, creador y fundador de la Organización Nacional de Trasplantes.
En el experimento, algunos de los cerdos fueron tratados con el sistema OrganEx; otros no recibieron tratamiento o fueron conectados a una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), que se utiliza para suministrar oxígeno y eliminar el dióxido de carbono del cuerpo. ECMO permite ganar tiempo a que llegue el corazón o los pulmones a las personas que están en lista de espera de trasplante. Además permite que los pacientes lleguen en mejores condiciones al mismo gracias al soporte cardio-respiratorio o únicamente respiratorio .
organEX vs ECMO
Después de seis horas, los investigadores notaron que la circulación se había reiniciado de manera mucho más efectiva en los cerdos que recibieron la solución OrganEx que en aquellos que recibieron ECMO o ningún tratamiento. El oxígeno había comenzado a fluir a los tejidos de todos los cuerpos de los animales OrganEx, y una exploración cardíaca detectó cierta actividad eléctrica y contracción.
Los autores del hallazgo advierten en Nature que estos resultados no muestran que los cerdos hayan sido reanimados de alguna manera después de la muerte, especialmente en ausencia de actividad eléctrica en el cerebro. «Hicimos que las células hicieran algo que no podían hacer» cuando los animales estaban muertos, dice el miembro del equipo Zvonimir Vrselja, neurocientífico de la Universidad de Yale. «No estamos diciendo que sea clínicamente relevante, pero vamos en la dirección correcta».