La mandíbula de un gusano marino llamado Nereis ha servido de inspiración para crear un material con la capacidad de ser flexible o rígido a conveniencia. El nuevo material podrá tener distintas aplicaciones, como la creación de dispositivos que funcionen como músculos para los llamados robots blandos, que están hechos de polímeros. También se podrá emplear en el desarrollo de sensores que no precisen utilizar fuentes de alimentación externa y en dispositivos de control para sistemas electrónicos complejos.
Según explica a la agencia SINC el ingeniero químico Francisco Martín-Martínez, investigador español del Laboratorio de Mecánica Atomística y Molecular del MIT y coautor del trabajo, “la mandíbula del Nereis virens está compuesta de una proteína que contiene grandes cantidades de histidina, un aminoácido que interacciona con los iones del medio y hace que se convierta en más o menos flexible dependiendo del entorno en que se encuentre”.
El material, descrito en un estudio publicado en la revista ACS Nano, ha sido desarrollado en colaboración con el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de EE UU (AFRL, por sus siglas en inglés).
la naturaleza soluciona problemas tecnológicos
Martín-Martínez, que lleva tres años en el MIT y se ha especializado en el diseño y modelización de materiales, considera que la mayoría de los problemas que se intentan abordar con la tecnología «ya han sido resueltos antes por la naturaleza, casi siempre de una manera mucho mejor que lo que podamos desarrollar, así que para nosotros es una gran fuente de inspiración”, concluye.
El equipo encontró que a nivel molecular, la estructura del material proteico se fortalece cuando el medio ambiente contiene iones de zinc y ciertos índices de pH. Los iones de zinc crean en enlaces químicos con la estructura del compuesto. Estos enlaces son reversibles y pueden formarse o romperse a conveniencia, lo que hace que el material sea más dinámico y flexible.
octobot, un robot en forma de pulpo
Hace meses, científicos de científico del Wyss Institute for Biologically Inspired Engineering de Harvard anunciaron la creación de Octobot, el primer robot hecho íntegramente con materiales blandos capaz de moverse sin necesidad de baterías ni cables. El nuevo dispositivo, con forma de pulpo, ha sido fabricado con litografía blanda e impresión 3D, y es totalmente autónomo. Sus creadores, han doicho que con él se inaugura una nueva generación de robots capaces de adaptarse a entornos naturales mejor que las máquinas rígidas.
Este tipo de robots blandos son más seguros y adecuados en aplicaciones que incluyan una interfaz entre máquinas y humanos y podrán ser usados en biomedicina y en tecnología wearable.
Los robots blandos son resistentes y tienen la capacidad de adaptarse a algunos entornos naturales mejor que los convencionales hechos de materiales rígidos. El nuevo enfoque de diseño y fabricación sienta las bases para una nueva generación de robots autónomos capaces de realizar funciones más complejas, dicen los autores.
Fuente: Agencia SINC
En Nobbot |Octobot, el primer robot blando con forma de pulpo