En la prensa española es bastante frecuente el uso de un sistema métrico madrileño que compara cualquier dimensión con algún espacio de esa ciudad, siendo el preferido el Santiago Bernabeú. Como no podía ser menos, aquí también hemos utilizado esa unidad de medida para experimentar con la web Park My Spaceship.
Park My Spaceship es la aplicación simple y divertida que permite superponer imágenes a escala de naves espaciales de la ciencia ficción en Google Maps. Existe desde 2018 pero lo publicamos ahora porque no nos gusta ir de la mano de la rabiosa actualidad. Otra explicación es porque no nos habíamos enterado antes gracias a The Verge, pero tampoco es cuestión de tirar piedras contra nuestro propio tejado.
Estrella de la Muerte. Esta última resulta más grande que toda la Comunidad de Madrid. Siguiendo con ese sistema métrico centralista aunque extravagante, se extiende mucho más allá del Estadio Santiago Bernabeú.
Un tejado en el que -bien traído- podremos aterrizar el Halcón Milenario, pero también una nave X-Wing, un Destructor Imperial o la propiadel Santiago bernabeú al aeropuerto de castellón
Esta fantástica web, que ha dado un nuevo sentido a nuestra vida virtual, también permite rotar la nave espacial y volar a través del mapa. Así, podemos ver cómo aterrizaría una nave X-Wing en el Aeropuerto Adolfo Suárez- Madrid Barajas o, casi mejor porque esta menos concurrido, el Aeropuerto de Castellón. Ahí hemos preferido aparcarlo junto a unos aviones para ver la diferencia de tamaños.
Pero no penséis que la lista de naves espaciales que podéis ubicar sobre el Santiago Bernabeú o donde sea se limita a las más icónicas de la también icónica película La Guerra de las Galaxias. Las opciones que ofrece esta web van más allá e incluyen desde 2001: Odisea del Espacio a Independence Day o La Guía de autoestopista galáctico.
Eso sí, no nos fiamos demasiado de las medidas en algunos casos. Por ejemplo, de cara a la pasada Navidad, la web hizo el cálculo de cuánto ocuparía el saco de Papá Noel, lleno con 7,7 mil millones de regalos (más o menos tocaríamos a uno por barba) y la imagen resultó algo deprimente, pues apenas superaba el tamaño del madrileño Parque del Retiro. Eso solo puede significar que pedimos pocos regalos o que somos muy malos. Como somos optimistas, nos inclinamos por pensar que somos más de poco pedir que de robar.