¿Tendremos que acostumbrarnos a manejar ordenadores portátiles sin pantalla? Esta es la idea de la compañía Sightful que se ha asociado con XREAL (fabricante de las gafas Air 2 AR) para lanzar un ordenador portátil que se controla gracias a unas gafas de realidad aumentada.
Spacetop G1 se basa en ventanas de realidad aumentada en lugar de una pantalla tradicional y quizás sea el primer exponente de una futura tendencia de ordenadores portátiles sin pantalla.
Android que está diseñado para aumentar la productividad.
El componente portátil de la Spacetop G1 funciona como cualquier otro, aunque este dispositivo funciona con SpaceOS, un sistema operativo patentado basado enEl usuario se sirve de las gafas de realidad aumentada para recibir toda la información visual dentro de un espacio virtual que alberga todos sus elementos informáticos interactivos habituales, tal como podemos ver en el vídeo que ha difundido la compañía.
ordenadores portátiles sin pantalla, ¿nueva tendencia?
A primera vista, la tecnología resulta impresionante pero quizás sea otro de esos avances tecnológicos que, con el tiempo, se quedan en nada. Por supuesto, no es esta la opinión del CEO de Sightful, Tamir Berliner, que está convencido de que su compañía está protagonizando una nueva revolución, la de los ordenadores portátiles sin pantalla.
Sobre si cree o no que es hora de que la realidad aumentada se generalice para los ordenadores, Berliner se hace eco de los pensamientos de muchos que ven el potencial de esta tecnología mientras se pregunta en el blog de Sightful «¿Es el momento adecuado? ¿Ya existe la tecnología? ¿Es solo una fantasía?» Son preguntas retóricas porque Berliner está convencido de que la respuesta es afirmativa: «Por primera vez en la historia, hay una razón para utilizar la computación espacial que surge de una necesidad cotidiana. Esa respuesta es la productividad, y el producto es Spacetop G1″, señala tajante.
Quizás sea demasiado optimista. Como apuntan en Futurism, «la tecnología aún está en pañales y el Spacetop G1 es una versión bastante específica de un concepto que no ha sido probado en absoluto. Su elevado precio de 1.900 dólares también puede ahuyentar a todos, excepto a los más aventureros».