La utilización desmedida del smartphone puede causar desórdenes mentales como ansiedad o ilusiones perceptivas como el “síndrome de la llamada imaginaria”, que experimentan lo que creen oír su teléfono móvil o sentir su vibración cuando en realidad no se ha producido. Sin embargo, la interacción con nuestro smartphone también puede servir para detectar y prevenir una gran variedad de patologías que afectan a nuestra mente, o es lo que afirma Mindstrong Health, una startup fundada en EE.UU. por un trío de médicos, entre los que se encuentra el exdirector del Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU.
Según una encuesta internacional, una persona mantiene contacto con su móvil aproximadamente 47 veces por día, y la startup Mindstrong Health quiere utilizar esta estrecha relación que mantenemos con el smartphone para obtener pistas sobre nuestra salud mental.
Los datos sobre la interacción física con el dispositivo se recogen a través de una aplicación que alimenta una inteligencia artificial. Según sus creadores puede ayudar a tratar problemas como la depresión, esquizofrenia o el trastorno bipolar.
pistas sobre tu salud mental en el teclado de tu móvil
Tal como se explica en MIT Technology Review, cuando un paciente instala la aplicación se detecta la manera en la que escribe, pulsa y navega mientras usa otras aplicaciones. Estos datos se cifran y analizan de forma remota y los resultados se comparten con el paciente y con el especialista que le está tratando, quien recibe una alerta en caso de detectar algo extraño.
Esta información, que a primera vista puede parecer irrelevante, puede contribuir a sacar a la luz, por ejemplo, problemas de memoria, que son característicos de ciertos trastornos mentales, observando la rapidez con la que el paciente escribe y los errores que comete, así como la velocidad con la que se busca en una lista de contactos.
La compañía ha realizado diversos ensayos clínicos durante los últimos 5 años para confirmar la utilidad de su aplicación. En la actualidad, la Universidad de Michigan (EE.UU.) está evaluando si el uso de Mindstrong podría ser beneficioso para las personas que no tienen una enfermedad mental pero sí cuentan con un alto riesgo de depresión y de suicidio.
Por ahora, según explica a MIT Technology Review Tom Insel, psiquiatra y ex director del Instituto Nacional de Salud Mental, «nuestra aplicación está dirigida a personas con discapacidades más severas, que realmente necesitan alguna innovación.»