Las personas de más edad han hecho un uso intensivo del móvil en los últimos meses. Sin embargo, muchas veces no disponen del dispositivo más adecuado. En el mercado hay smartphones para mayores que les facilitarán bastante la vida. Conviene hacer una buena elección.
A todos nos ha cambiado la vida la pandemia de la COVID-19, pero especialmente a los abuelos, por ser un grupo más vulnerable. El confinamiento estricto primero y las medidas de protección después han llevado a las personas de edad más avanzada a redescubrir las nuevas tecnologías y sobre todo el teléfono móvil.
“Muchos mayores han tenido que adaptarse y aprender a usar su banco en el móvil, las compras online, etc. Pero la aplicación estrella para todos ha sido la videollamada. El uso de la videollamada se ha incrementado notablemente”, explica Juan Carlos Morcuende, responsable en España y Portugal de Doro, fabricante sueco de smartphones para mayores.
También confirma este cambio de actitud Alberto Rodríguez, director de marketing de SPC, fabricante español que también comercializa móviles adaptados a las necesidades de los clientes más sénior. “Aquellos mayores que rechazaban tener un teléfono móvil, por su dificultad de uso o por su rechazo a las nuevas tecnologías, ahora se muestran algo más receptivos por las circunstancias, puesto que les hace sentir más cerca de sus hijos y nietos a través de llamadas, mensajes y fotografías”.
Uso mayoritario entre las personas de más de 65 años
En cualquier caso, el smartphone y sus aplicaciones ya eran parte de la vida cotidiana de las personas mayores en España mucho antes de la irrupción de la pandemia. España es uno de los países europeos con más penetración de los móviles, y la tendencia se mantiene en los segmentos de más edad. Según un amplio informe del Imserso publicado en 2017, dos tercios de la población española por encima de 65 años lo usa habitualmente. En Doro van más allá y aseguran que en el segmento de personas entre los 65 y 75 años, el manejo llega al 80%, aunque decrece rápidamente a partir de esa edad.
Aunque el tiempo de aprendizaje en muchas ocasiones puede ser mayor, las personas de más edad suelen también darle un uso bastante intensivo al móvil. Eso sí, recurren a él para cuestiones prácticas, y no tanto para entretenerse. Aprenden a utilizar la banca en el móvil, leer noticias o conectarse con su familia y amigos en redes sociales. Incluso lo usan para activar aplicaciones de contactos con otras personas, como Tinder.
teléfonos que acaban en el cajón
Pero eso no quiere decir que todos los usuarios estén satisfechos con las funcionalidades que les ofrece un smartphone ni con la facilidad de uso. En muchas ocasiones, el aparato es heredado de sus hijos y acaba infrautilizado o en un cajón porque su dueño no puede sacarle todo el partido. Por eso lo más conveniente es adquirir un terminal pensado específicamente para personas mayores.
Hay que tener en cuenta que ocho de cada 10 personas de más de 55 años tienen problemas de visión y tres de cada 10 sufren problemas de audición. Además, cuatro de cada 10 han perdido la destreza y motricidad fina necesaria para moverse con precisión por el teclado táctil de los aparatos estándar.
Para muchos mayores, la inmensa mayoría de los móviles en el mercado se vuelven inmanejables e ininteligibles. Como recuerda Juan Carlos Morcuende, de Doro, son aparatos que “no tienen botones físicos y en muchos casos se manejan por gestos o por pequeños botones virtuales, difíciles de encontrar y entender, pues no tienen un texto o forma reconocible asociada”. Además, está la curva de aprendizaje que requieren las aplicaciones, y que en el caso de un adolescente es de minutos, pero que para un sénior puede convertirse en un Everest infranqueable.
Guía para no perderse por los menús
Por eso, cuando se busca un smartphone para mayores, conviene tener en cuenta que esté adaptado a sus capacidades y que, sobre todo, sea fácil de usar. En Doro, por ejemplo, intentan que siempre haya un botón de vuelta al inicio cuando el usuario se pierde por los menús, algo bastante habitual. Además, el audio, la pantalla y los iconos deben adaptarse a las capacidades de estas personas. Pero eso no debe traducirse en una reducción de funcionalidades porque estos usuarios usan el aparato para muchas cosas.
Tampoco se trata de que la persona mayor cargue un ‘ladrillo’ o un ‘zapatófono’. Un buen teléfono para mayores no tiene por qué ser excesivamente grande. Aunque sí debe contar con teclas bien visibles y debidamente separadas, que tengan un buen contraste con el color de fondo y relieve para poder distinguirlas al tacto. Se trata de dar con un diseño adaptado, pero que no estigmatice al dueño.
Además, es interesante que los smartphones para mayores estén provistos de asistentes de voz que guíen a los propietarios por los menús y les permitan al menos llegar a las funciones básicas. En esencia, se trata de dar la vuelta al esquema tradicional. Por ejemplo, si se quiere enviar un documento o una foto, el asistente tendría que preguntar “¿que quiero enviar?”, luego “¿a quién se lo quiero enviar?” y, por último, mostrar las aplicaciones que permiten hacer el envío, y no al revés.
El smartphone será clave en la telemedicina
Muchos operadores de telecomunicaciones han descuidado su oferta de smartphones para mayores y han centrado su oferta en los terminales y servicios dirigidos a los más jóvenes y a los profesionales. Sin embargo, hay excepciones. “Desde mi punto de vista, Orange es la operadora que da un mejor servicio a este segmento, no sólo por los productos diseñados a medida de ellos, sino por el tipo de atención especializada que le presta en su canal de tiendas”, recuerda Morcuende.
Todo indica, además, que los smartphones para mayores jugarán un papel cada vez más relevante en un futuro marcado por los cuidados a distancia y la telemedicina. “Existen aplicaciones que permiten, previo consentimiento, geolocalizar a una persona para saber si se encuentra bien. También hay otras que disponen de servicios muy útiles como el botón para ponerse en contacto con los servicios médicos, en caso de detectarse alguna incidencia. Y también está la opción de informar de que el dispositivo móvil de la persona que la usa se está quedando sin batería”, recuerda Alberto Rodríguez, de SPC.
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Imágenes | Doro