Para los más jóvenes, el disco giratorio que tenían los teléfonos de antes para realizar llamadas resulta tan anacrónico como mover el “body” en un guateque. Sin embargo, para la ingeniera Justine Haupt esos teléfonos siguen resultando funcionales y evitan las múltiples distracciones que nos ofrecen los smartphones.
A Haupt no le gusta tener que navegar por menús y aplicaciones en los smartphones para llegar a pulsar el icono del teléfono que inicia una llamada con su marido. “Es una mierda”, dice refiriéndose a las pantallas táctiles de los smartphones, no al marido, claro.
Esta ingeniera especializada en instrumentación astronómica quiere, con su ingenio de aire “vintage”, recuperar el control sobre su teléfono y volver a utilizar la voz para hablar con los que quiere, evitando mensajes de texto que a ella le resultan más fríos.
Según explica, “el objetivo no es ser anacrónica, sino demostrar que es posible tener un teléfono perfectamente utilizable y que, de alguna manera, puede ser más funcional que los avanzados smartphones que forman parte de nuestro día a día. Desde luego, no tiene nada que ver su móvil con los nuevos Samsung Galaxy S20 5G, S20+ 5G y S20 Ultra 5G.
más funcional que los smartphones
Su teléfono no dispone de cámara, ni navegador de internet, ni WhatsApp, ni…En fin, no tiene nada de lo que consideramos hoy imprescindible tener en nuestra mano, un conjunto de utilidades que Haupt no duda en sacrificar, quizás como ejemplo de ese hartazgo que puede llegar a causar la hiperconexión digital.
¿Estaremos ante una neoludita? Quizás sí, pues en la parte trasera de su teléfono podemos leer: «Vive libre o muere».
“Si quiero llamar a mi esposo, puedo hacerlo presionando una sola tecla física dedicada a él, sin menús. No hay que usar el dial giratorio cada vez que quiero hacer una llamada, lo que sería agotador para el uso diario. Las personas a las que llamo con mayor frecuencia se almacenan, y si tengo que marcar un nuevo número o hacer algo como ajustar el volumen, entonces puedo usar el dial giratorio, en un proceso que resulta divertido y satisfactorio”, explica en su blog, donde nos explica cómo construyó este teléfono.
rÁpido y con una batería duradera
Hay que reconocer que esta mujer es un poco “tiquismiquis”. De hecho, le molesta hasta tener que pulsar durante unos segundos un botón para apagar o encender el smartphone. Ella prefiere un interruptor deslizante a la vieja usanza. “Así no tengo que mantener presionado un botón estúpido para que se apague el teléfono y no esté segura de que realmente se está apagando o qué.
La intención de Haupt es que este teléfono no se limite a ser un experimento más o menos afortunado, sino convertirlo en su dispositivo principal. “Cabe en un bolsillo y llamar a las personas a las que llamo con mayor frecuencia es más rápido que con mi teléfono anterior. Además, la batería dura casi 24 horas”, concluye.
Muy bien explicado. Con ejemplos y muy detallado para alguien novato en informatica. Muchas gracias….