Sorolla en negro es el título de la exposición que dirige la atención hacia la aparente contradicción que supone asociar al pintor de la luz y el color con este color.
caballero Jedi que no pudiera contener la atracción por el lado oscuro, Sorolla también abandonó la luminosa luz mediterránea para sumergirse en las sombras, no para buscar el poder la de la fuerza sino para explorar los límites de su arte.
Como unDe este modo, Sorolla en negro es una exposición que tiene la fuerza de un oxímoron: anuncia lo contrario que uno espera ver del pintor.
Sorolla en negro nos invita a preguntarnos si asociar a Sorolla con el negro puede ser una paradoja o si, por el contrario, representa otro punto de vista para comprender y apreciar al artista en toda su complejidad.
La intensa luz del Mediterráneo, las escenas llenas de color, los blancos de infinitos matices son los rasgos con los que se identifica al pintor Joaquín Sorolla y su vasta producción. Sin embargo, el negro, que puede considerarse como la antítesis del color, la oscuridad misma, también está presente de manera notoria en su paleta. De hecho, la exposición cuestiona la idea de que el color negro, y cuanto significa, está reñido con la poética del pintor valenciano. La propuesta curatorial niega, pues, una gran parte de la tradición crítica en torno a Sorolla, empezando por sus propios contemporáneos.
sorolla y la pintura de entre siglos
Comisariada por Carlos Reyero Hermosilla, con la colaboración de Blanca Pons-Sorolla, la exposición nace de una larga investigación que profundiza no solo en el estudio de la pintura de Sorolla, sino en la valoración estética y cultural de negros y grises en la pintura de entre siglos.
Fruto de ello, se ha reunido una cuidada selección de más de 62 obras procedentes tanto de la colección del Museo como préstamos de instituciones y de colecciones particulares. Algunas de las obras expuestas, especialmente las de coleccionistas particulares, permanecían inéditas para el conocimiento del público como María pintando, 1911 o Retrato de Manuel Bartolomé Cossío, 1908. Así mismo se presenta por primera vez tras su reciente restauración la obra S.M. La Reina María Cristina. Estudio para “La Regencia”, de 1903-1905.