Estos proyectos de impacto social y medioambiental forman parte de la generación 2017 de startups “unreasonables”, que pretende resolver los grandes problemas del mundo (pobreza, alfabetización, salud…), impactando de forma positiva en al menos un millón de personas.
Desde Nobbot, hemos tenido ocasión de acudir al acto final del mini programa de entrenamiento intensivo de cinco días Investment Preparedness Lab, que Teamlabs celebró por segundo año en su garaje de actividades de La Latina, en Madrid.
Este programa es una réplica en miniatura y acelerada de los famosos cursos que imparten en Boulder, cerca de Denver (Colorado) junto al Unreasonable Institute, una afamada aceleradora de emprendedores, y juntos ofrecen un centro de enseñanza alternativo que propugna la acción y una metodología basada en el emprendimiento en equipo y el ‘learning by doing’. Y con la premisa de tener que impactar al menos a un millón de personas, los candidatos han tenido que rascarse el magín para proponer y poner en marcha ocho proyectos con afán social o medioambiental.
Si en 2016 las diez startups seleccionadas fueron Sheedo, The Third Half, Sequential Biotech, Xmigration, Voluntechies, Sensovida, Ilusión +, Literates, Outbarries y Moringa, en esta edición nos encontramos con ocho nuevos proyectos: Hemper (mochilas hechas a mano en Nepal a base de fibra de cáñamo); Deriva 360 (transforman colillas de cigarrillo en productos de diseño, como gafas de sol); ShowLeap (software de traducción de la lengua de signos a voz y viceversa en tiempo real); Degou (servicio de transporte colectivo que descongestiona el tráfico y reduce la contaminación); Yayadvisor.com (plataforma para ayudar a las personas mayores a superar la soledad y el aislamiento); Looc (dispositivo de rescate en avalanchas y desastres naturales); Impact Link (divertidas acciones colectivas con impacto social); y Manolito & Co (método para fomentar reuniones en casa). En otra entrada se detallan cada una.
Doctores para el planeta
Unreasonable Institute es definida como “una exitosa aceleradora de emprendimiento social de alto impacto”, cofundada por Teju Ravilochan en 2009, que trabaja con emprendedores que quieren combatir con sus proyectos los problemas sociales y ambientales más graves del mundo, pues una de sus premisas es obligar a pensar a lo grande. ¿Cómo surgió?: “Cuando te pones malo, vas al médico, pero cuando está enfermo el medio ambiente, ¿a quién acudes? Hay que formar a los doctores del mañana, que puedan curar al planeta”. El nombre de “instituto irrazonable” se inspira en el pensamiento de George Bernard Shaw, quien decía que “el hombre razonable se adapta al mundo; el irracional o ilógico persiste en el intento de adaptar el mundo a uno mismo«.
Pero aquí no entra cualquiera. Tras un arduo proceso de selección, solo 25 emprendedores tienen la oportunidad de vivir durante dos semanas con 50 increíbles mentores, de la talla de Tom Chi (el co-creador de las Google Glass), Paul Polak (que ha ayudado a 20 millones de campesinos a salir de la pobreza) o Hunter Lovins (promotora mundial del Desarrollo Sostenible, considerada “Heroína del Planeta del Milenio” por la revista Time), además de sumergirse en talleres prácticos con una metodología única que les permitirá buscar alianzas estratégicas y preparar su empresa para financiar su crecimiento.
Hasta el día de hoy, se han ejecutado 61 programas en 95 países, con 590 emprendedores implicados, que han logrado levantar 223 millones de dólares de financiación con sus empresas, y que han impactado beneficiosamente en la vida de 28 millones de personas.
Caminar acompañado
En 2015, decidieron poner en marcha Unreasonable Labs para realizar en otros países una versión reducida seleccionando a los mejores partners locales, tarea que en España recayó en manos de Teamlabs. Esta “academia”, por darle un nombre que responda a su labor formadora, se mueve en las últimas y más innovadoras metodologías de enseñanza. La clase al revés y el cole sin deberes son cosas de niños comparado con este laboratorio de aprendizaje radical con bases en Barcelona y Madrid, y que abrió sus puertas en septiembre de 2012.
Sus premisas se basan en el aprendizaje basado en la acción y el trabajo en equipo, creando proyectos con impacto positivo y una mentalidad global. “Nos atrevemos a aprender haciendo. Así que lo importante es el viaje, cómo vas descubriendo y cómo vas interactuando a través de la acción. Y sobre todo, a través del equipo”, apunta Max Oliva, cofundador de Teamlabs. Como dice un viejo proverbio africano: “Si quieres ir rápido, camina solo; pero si quieres llegar lejos, camina acompañado”.
Y si por sus alianzas los conocerás, en el caso de Teamlabs sus programas siguen “la metodología pedagógica de origen finlandés que difumina las barreras entre los mundos académico y profesional, basados en tres pilares: el ‘learning by doing’ (aprender haciendo), el emprendimiento en equipo y los viajes de aprendizaje internacionales”, señala Max Oliva. “Somos socios estratégicos de la red internacional Mondragón Team Academy (MTA World), que se basa en valores cooperativos, así como en el aprendizaje activo ‘team learning by creating’, y estamos en estrecha colaboración con la unidad de emprendizaje Tiimi Akatemia en Finlandia y con más de mil ‘teampreneurs’, emprendedores en equipo en Holanda, China, México, Valencia, Barcelona, Madrid, Bilbao…”.
Actualmente tienen el único grado oficial universitario de emprendimiento LEINN (Liderazgo, Emprendimiento e Innovación, 46.000€/4 años), y el posgrado Masteryourself (12.000€/año), que reproduce los puntos clave de la metodología: realización de un proyecto de emprendimiento (start-up), estancias en el extranjero (Finlandia, California/Colorado y otro viaje incluidos); y el mentoring/couching de reputadas personalidades.
Es precisamente de esta última promoción de donde han salido las ideas hoy presentadas, que se encuentran en diversas fases de proyecto, reunidas para compartir sus experiencias, buscar alianzas, elaborar un discurso para convencer a inversores, o soltar amarras para lanzarse a la aventura en modo real. “Se trata de cambiar la visión y la actitud, no es pensar en el número de euros que voy a recaudar, sino en el número de relaciones que voy a construir”, apunta Max Oliva.
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