“A-ha” los creadores del melocotonazo ochentero “Take on me” son, en parte, culpables de que su país, Noruega, lidere la venta mundial de coches eléctricos.
ha publicado los datos completos del año 2020 de ventas de coches en ese país y resulta que, por primera vez, los vehículos de batería eléctrica han alcanzado el 54,3% de las ventas en 2020. En Noruega, los automóviles 100% eléctricos representan el 54% de las ventas, pero es que los coches de gasolina únicamente son el 8% y los diésel el 9%.
Podemos afirmar que “A-ha” contribuyó a cambiar la parte del mundo que hay doblando la esquina según salimos de Madrid, en dirección hacia el norte. Allí, la Norwegian Road Federation (OFV)Bueno, ¿y qué tiene que ver eso con este trío de jovenzuelos -hablamos de su época de esplendor- de pelo cardado y voces atipladas, atipladísimas? La respuesta, como diría Dylan (este es menos bailable), se halla en el viento. En concreto, en el viento que mecía la hierba de los valles suizos, allá por el año 1989.
«take on me» a tope en el loro del panda
A Suiza fueron nuestros noruegos, quizás buscando calor, cuando se toparon con el Fiat Panda trucado de su paisano, el activista medioambiental Frederic Hauge. Este, que debía de ser un manitas, había transformado el bólido en un coche 100% eléctrico. Nuestras tres cabelleras cardadas favoritas se juntaron, decidieron comprar el ingenio y, tarareando su “Take on me” volvieron a su país. Si hubieran sido españoles, lo hubieran hecho cantando lo de “para ser conductor de primera, aceleraaaaa”, que hubieran quedado menos “new romantic”.
por ahorrarse unas coronas
Vamos a lo que vamos. El caso es que al llegar la soleada Noruega no pudieron registrar el vehículo porque era eléctrico y, claro, por aquel entonces no había de eso. Ni cortos ni perezosos, en el tiempo en el que se tarda en dar un caderazo al ritmo del “Take on me”, aprovecharon que el Fiat contaba con calefacción alimentada por propano para registrarlo como autocaravana diésel. Este tipo de vehículos pagaba por distancia recorrida y, haciendo gala de realismo nórdico, los miembros de «A-ha» descartaron la idea de viajar de punta a punta del país a bordo de semejante tartana, ahorrándose unas coronas.
De alguna manera, tal como explica en Twitter Robbie Andrew, del Center for International Climate Research, estos dos integrantes se libraron de pagar el impuesto de matriculación, y desde entonces, los coches eléctricos no pagan esta tasa en el país escandinavo. Uno no se explica que, con esta inventiva, estos chicos solo tuvieran un gran éxito musical.
I doubt there are many outside of Norway that know that the Norwegian pop group A-ha was critical in the introduction of electric car incentives in Norway. I certainly didn’t. Read on… pic.twitter.com/41PdATJ0rS
— Robbie Andrew (@robbie_andrew) January 9, 2021
Pero es que, además, hartos de las trabas que el gobierno ponía a su Panda, decidieron no pagar peajes, entrando así en un bucle gamberro: la administración les imponía multas que ellos no pagaban, la administración les requisaba el coche y lo subastaba, ellos lo compraban, volvían a ser multados, de nuevo se subastaba el coche por impago…Como si fuera el estribillo machacón de una de sus canciones.
El caso es que el gobierno noruego claudicó en 1996, como lo hicieron tantos grupos ochenteros como “A-ha” ante al auge del “Britpop” y movidas así, y declaró exentos del pago de peajes a los vehículos eléctricos. Viendo su éxito de ventas en 2020 -el de los automóviles con enchufe, no el de “A-ha”, pobres- imaginamos que los gobernantes del país nórdico se están tirando de los pelos día sí y día también por la recaudación perdida.
Por concluir esta historia, hoy, el objetivo de Noruega es convertirse en el primer país en dejar de vender coches de gasolina y diésel, para 2025. Por supuesto, este éxito -relativo, pues hay un gran mercado de venta de segunda mano de coches que utilizan combustibles fósiles– se debe a muchos más factores que los relatados en este texto protagonizado por los padres del “Take on me”, pero todos ellos son más aburridos.
En cuanto a España, a cierre de 2020, la cuota de mercado de vehículo eléctricos fue del 2,11%. Habrá que bailar con más entusiasmo y los fondos europeos pueden ser una buena melodía con la que mover las caderas. De momento, y tras recibir los primeros 9.000 millones de ayuda, el gobierno se ha marcado como objetivo alcanzar una flota de, al menos, 250.000 vehículos eléctricos en 2023. “Take on meeeeeee”…qué jitazo, oigan.