En los tiempos del coronavirus y el confinamiento, todos necesitamos seguir conectados con nuestros seres queridos.
Las herramientas de mensajería instantánea y de videollamadas son recursos imprescindibles. Se convierten en la mejor manera de saber que nuestros familiares y amigos están bien y en un gran remedio para sentirnos menos aislados del mundo.
Según Kantar Media, el uso de WhatsApp ha crecido un 76% en nuestro país desde que se inició el confinamiento. Teniendo en cuenta que en septiembre de 2019 había registradas en España más de 30 millones de usuarios, ahora mismo parece la herramienta más sencilla y práctica para comunicarnos. Pero no para todos, pues los menores de 16 años no pueden utilizarla.
Desde agosto del año pasado, en la FAQ de WhatsApp se puede leer: “Si resides en un país del Espacio Económico Europeo (incluida la Unión Europea) o en cualquier otro país o territorio que forme parte de él (denominados en conjunto Región europea), debes tener al menos 16 años de edad (o más, si así lo requiere la legislación de tu país) para registrarte y utilizar WhatsApp.” Una condición que la app ha impuesto para tratar de cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europa. Para que durante la cuarentena hagamos más que nunca un #usolovedelatecnologia, existen varias alternativas a WhatsApp que los niños y adolescentes pueden utilizar sin ningún problema.
Índice
Messenger Kids, el Facebook Messenger para niños
Esta app quiere garantizar un espacio seguro a través de las medidas de control disponibles para los padres. En primer lugar, los niños no pueden descargar Messenger Kids sin la aprobación de un adulto. De igual forma, los padres deben aprobar todas las solicitudes de contacto que los niños reciban. Además, tienen la facultad de eliminar un contacto en el momento que deseen.
Otras funciones de control parental que la convierten en una de las mejores alternativas a WhatsApp son que los padres tienen acceso a todos los mensajes enviados y recibidos, que estos no pueden ser borrados ni ocultados y que los adultos disponen del ‘modo suspensión’ para que los niños no entren en la aplicación.
La app no contiene publicidad ni permite compras desde ella. Además, los padres pueden solicitar una copia de toda la información referente a la actividad del menor, en la que se especifique la lista de contactos, los mensajes, fotos y vídeos enviados y recibidos.
Pero no todo va a ser control por parte de los padres. Es una app pensada para que los niños se diviertan al máximo y tiene herramientas como stickers, GIFs y emojis adecuados al público infantil. Además, cuando realizan una videollamada, los niños pueden usar distintas máscaras interactivas y decorar fotos antes de enviarlas a sus contactos.
Just Talk Kids
Otra de las alternativas a WhatsApp más conocidas es Just Talk Kids, con más de 500.000 descargas en Google Play. Toda la información que se comparte a través de esta app está encriptada de extremo a extremo para que sea segura.
Una vez descargada, los padres realizan un registro a partir del que obtendrán una ID o código de acceso que los niños deben usar cada vez que quieran conectarse. Mediante esta, los adultos pueden supervisar la actividad de los niños. Los padres también son los encargados de agregar contactos a través de la misma aplicación o de la genérica Just Talk.
Los menores no pueden recibir, en ningún momento, mensajes o llamadas de desconocidos. Y todas las solicitudes de amistad pasan por la cuenta de Just Talk del adulto. Diseñada para niños a partir de 3 años, esta app dispone de muchas funciones interactivas como juegos, dibujos, stickers y emojis. Además, permite grabar todos los chats y las videollamadas. La gran desventaja es que no es gratuita, pero ofrece un periodo de prueba de tres días.
Hangouts, la mensajería de Google
Una aplicación usada por millones de adultos en todo el mundo, ¿puede ser apta para niños? Sí, gracias a Family Link de Google, que la convierte en una de las alternativas a WhatsApp más usadas. Sobre todo, si los padres no quieren una app de pago o no tienen un perfil en Facebook.
Family Link es una herramienta para que los adultos puedan controlar las cuentas Google de sus hijos. A través de ella, administran los servicios a los que el niño tiene acceso. Pueden restringir las búsquedas en internet, revisar los permisos de las aplicaciones a cámaras y ubicaciones y gestionar las descargas y compras en Google Play.
En cuanto al uso de Hangouts, los padres pueden agregar de forma manual a los amigos y familiares que escojan para permitirles chatear con los niños y activar una opción para que ningún desconocido pueda enviar notificaciones.
Esta app de mensajería tiene una gran capacidad comunicativa. Además del uso de stickers, GIFs y emojis, permite hacer videollamadas de 10 personas y chats de hasta 150 usuarios.
Skype, la reina de las videollamadas
La app de Microsoft nació en 2003 y siempre ha sido una referencia global para hacer videollamadas familiares o para las reuniones de trabajo a distancia. Es decir, mucho antes de que el coronavirus las hiciera imprescindibles. Por eso, ha desarrollado herramientas útiles de las que otras apps aún no disponen, como los subtítulos.
Eso sí, en cuanto a los más pequeños, desde la aplicación desaconsejan su uso en menores de 13 años. Además, para garantizar un correcto uso, han implementado medidas como que los niños solo puedan llamar y escribir a personas que ya están entre sus contactos o hacer búsquedas con el nombre exacto del usuario o de su correo electrónico.
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Imágenes | Patricia Prudente on Unsplash