El mecanismo de Anticitera, una antigua calculadora astronómica griega, ha desafiado a los investigadores desde su descubrimiento en 1901. Se trata de la primera computadora de la historia, en realidad un artefacto de engranajes de bronce que utilizaba la tecnología para hacer predicciones astronómicas, mecanizando las teorías sobre ciclos astronómicos.
Los restos de esta primera computadora constan de 82 fragmentos, incluidas 30 ruedas dentadas de bronce corroídas. Se hallaron entre los restos de un naufragio de la época romana, de hace unos 2.000 años, y el mecanismo estaba incompleto, ya que solo se encontró un tercio de un complejo sistema de engranajes que se accionaba manualmente y que contaba con algunas inscripciones. Se calcula que el mecanismo de Anticitera fue construido por científicos griegos entre los años 150 a.C. y 100 a.C.
En 2005, la tomografía computarizada de rayos X con microfoco decodificó la estructura de la parte trasera de la máquina, pero la parte delantera permaneció en gran parte sin resolver. El análisis de los restos también reveló inscripciones que describen los movimientos del Sol, la Luna y los cinco planetas conocidos en la antigüedad. Ahora, científicos de la University College London (UCL) consideran que finalmente han resuelto el rompecabezas utilizando modelos informáticos en 3D. Un artículo publicado en Scientific Reports ha revelado cómo es el sistema de engranajes, con sus detalles y partes complejas.
la primera computadora, un enigma tecnológico
«Nuestro desafío fue crear un nuevo modelo que coincidiera con todas los restos que se conservan. Las características de la rueda motriz principal indican que el mecanismo calculaba los movimientos planetarios con un complejo sistema epicíclico (engranajes montados en otros engranajes), pero su diseño seguía siendo un misterio», explican los investigadores.
«Debido a la pérdida de evidencia -añaden-, no podemos afirmar que nuestro modelo sea una réplica del original, pero nuestra solución a este enrevesado rompecabezas 3D se basa en la lógica de nuestro modelo y su coincidencia exacta con la evidencia con la que contamos. El mecanismo de Anticitera era un instrumento computacional para la astronomía matemática, que incorporaba ciclos de la astronomía babilónica y el gusto griego por la geometría».
Este nuevo trabajo viene a demostrar que esta primera computadora de la historia desafía todas nuestras las preconcebidas sobre las capacidades tecnológicas de los antiguos griegos.