Un equipo formado por terapeutas, neurobiólogos, neurocirujanos e ingenieros lleva años trabajando para lograr algo único: que algunos accidentes medulares dejen de considerarse irreversibles.
Gracias a un implante que produce estímulos eléctricos, han conseguido que varias personas con parálisis de cintura para abajo recuperen la capacidad de andar. Detrás de este logro están el científico francés Grégoire Courtine y la startup GTX Medical. Aunque la historia comienza mucho tiempo atrás, y ha pasado por pruebas y errores, ratones y hasta por un discurso del mismísimo Superman.
El hombre de acero
“Tienen que ser más pragmáticos. Cuando salgan del laboratorio mañana, quiero que pasen por el centro de rehabilitación y vean a las personas lesionadas luchando por dar un paso, luchando por mantener su tronco erguido. Y cuando se vayan a su casa, piensen en lo que van a cambiar en su investigación al día siguiente para mejorar sus vidas», relataba Grégoire Courtine en una Charla TED en 2013.
La idea no era suya. Estaba recordando las palabras de Christopher Reeve (el actor que dio vida a Clark Kent en ‘Superman’ y en otras películas del superhéroe) en la Christopher and Dana Reeve Foundation. Una organización que promueve la investigación para mejorar la salud y la calidad de vida de personas con parálisis.
El mismo actor y fundador, conocido como “El hombre de acero” estaba en silla de ruedas y necesitaba respiración asistida desde 1995, año en que sufrió una grave lesión al caerse de un caballo. Ya era un conocido activista en la lucha por los derechos de personas con parálisis antes del accidente, y no abandonó su motivación hasta que falleció en 2004.
Para Grégoire Courtine, sus palabras fueron determinantes. Junto al resto de su equipo, investiga cómo reparar daños en la médula espinal y otros problemas neuromotores gracias a la neurorrehabilitación y la tecnología. Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista ‘Science’, bajo el título ‘Targeted neurotechnology restores walking in humans with spinal cord injury’
Implantes que activan el motor
El trabajo de la startup GTX Medical se basa en la idea de estimular la médula espinal para que vuelva a ser posible controlar voluntariamente los músculos de las piernas. Algo que no es posible tras un accidente medular, ya que al dañarse la médula espinal se interrumpe la señal que comunica las señales del cerebro.
“Imaginen que el aparato locomotor es un coche. El motor es la médula espinal. La transmisión se interrumpe. El motor está apagado. ¿Cómo podríamos volver a engranar el motor? En primer lugar, tenemos que proporcionar el combustible; en segundo lugar, presionar el acelerador; y en tercer lugar, dirigir el coche”, explica Grégoire Courtine en la Charla TED. “Resulta que se conocen redes neuronales provenientes del cerebro que desempeñan esta función durante la locomoción. Mi idea: sustituir esta falta de entrada para darle a la médula espinal el tipo de intervención que el cerebro entregaría naturalmente para caminar”.
Para hacerlo desarrollaron una neuroprótesis electroquímica que envía señales eléctricas a los músculos. Estas activan las mismas áreas de la médula que se ponen en marcha cuando el cerebro determina que las piernas deben caminar.
Las prótesis fueron probadas en primer lugar en ratas, que consiguieron mover las patas de forma coordinada sin que la señal derivase del cerebro. A continuación, en personas, y con éxito. Hasta el momento, y tras varias sesiones combinadas con rehabilitación, la prótesis ha conseguido que varias personas pudieran ponerse de pie y caminar distancias cortas con andadores o muletas.
La evolución de esta tecnología puede suponer un avance significativo para las víctimas de lesiones medulares. Que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), crecen entre 250.000 y 500.000 cada año.
Los peligros de las lesiones medulares
Tal y como indica la OMS, el término “lesión medular” hace referencia a los daños sufridos en la médula espinal a consecuencia de un traumatismo (por ejemplo, un accidente de coche o actos de violencia) o de una enfermedad o degeneración (por ejemplo, el cáncer), aunque estos últimos suponen solo alrededor del 10% de los casos.
La cara más visible de estas lesiones es la pérdida parcial o completa de la sensibilidad o del control motor en los brazos, las piernas o todo el cuerpo. Sin embargo, las consecuencias van mucho más allá. Las lesiones más graves afectan a los sistemas de regulación del intestino, la vejiga, la respiración, el ritmo cardíaco y la tensión arterial, indican desde el organismo mundial.
Además, las personas con lesiones medulares son entre dos y cinco veces más propensas a morir prematuramente. En la mayoría de los países del mundo, este problema se manifiesta también en menores tasas de escolarización y en una gran dificultad para incorporarse al mundo laboral. Tecnología como la de GTX Medical puede jugar un papel muy importante para mejorar la supervivencia, la salud y la participación de personas que, por accidente o enfermedad, lidian cada día con estas lesiones.
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Imágenes | Unsplash/Lindsay Henwood, Wikimedia Commons/Mike Lin, GTX medical