Los usuarios de smartphones piden cada vez más un mayor rendimiento, mejor autonomía y una vida útil más larga que la que actualmente ofrecen los móviles. Para lograr todo esto es importante conocer los distintos tipos de baterías.
la de litio. A pesar de que parece no tener rival, ya existen nuevos compuestos que forman baterías capaces de resolver algunos de los inconvenientes que provocan estas baterías de litio, como la bajada del rendimiento con el tiempo, los apagones provocados por un sobrecalentamiento cuando están en un entorno cálido o su limitada vida útil.
La reina y ganadora por excelencia de las baterías, en la actualidad, esEl litio ofrece un mayor almacenamiento de energía con menos espacio, es ligero, se carga antes y evita los posibles efectos nocivos para la salud de otras baterías como las de cadmio. A pesar de ello, provoca un incremento de la temperatura de los equipos, son altamente inflamables y tienen ciclos de carga limitados por lo que están muy lejos de ser perfectas.
Alternativas a tu batería
Está claro que el litio está a la cabeza en los tipos de baterías actuales pero existen alternativas que incluso se siguen basando en este material. Las baterías que usan polímeros de litio en lugar de iones destacan por acumular más energía que las de iones, son más ligeras y planas, no se descargan si no hay uso y ofrecen un mayor rendimiento. Aunque también tienen inconvenientes, dado que requieren de circuitos de seguridad para evitar sobrecargas, tienen una vida útil más limitada, su precio de fabricación es elevado y son mucho más delicadas por lo que pueden ocasionar problemas a los usuarios.
Por otro lado, las baterías en estado sólido son una buena alternativa y cambian por completo su estructura. Se trata de baterías que aportan ventajas como la seguridad por su rigidez, una mayor densidad energética que podría incluso aumentar su capacidad por encima de las de litio mientras que aportan estabilidad térmica, son más baratas de producir y aumentan los ciclos de carga.
Las baterías de líquido iónico tienen una gran característica a favor: no importa la carga a la que las expongas ni las condiciones, dado que los terminales no sufrirían consecuencias con respecto a la temperatura de la batería, ya sea alta o baja. Estas baterías mejoran la conductividad, proporcionan estabilidad térmica, no son inflamables y no dejan de ser compatibles con las baterías de litio actuales por lo que serían un buen complemento o sustitutivo.
Finalmente, descubrimos las baterías de polímero de grafeno. Se trata de una tecnología aún en desarrollo pero es muy probable que sean la futura alternativa de los smartphones. Con hasta un 45% más de capacidad, aumentan su autonomía, son más sostenibles a un costo menor, más resistentes, aumentan su velocidad de carga con respecto a las de litio y son mucho menos inflamables.
¿Por qué no se usan otros tipos de baterías?
Está claro que, tanto en el caso de las baterías de grafeno como de líquido iónico o de estado sólido, aportan grandes ventajas a las de litio actuales; sin embargo, se desconoce cuales son las desventajas que podrían traer, por lo que, de momento, no son seguras para las exigencias comerciales. A pesar de ello, todas ellas ofrecen una mejor alternativa a los usuarios y es casi seguro que en el futuro haya un nuevo cambio de generación con baterías más seguras y duraderas.