Según el WTTC, el World Travel & Tourism Council, el turismo contribuye a la economía mundial con 8,8 billones de dólares.
En 2018 creció un 3,9% y, por octavo año consecutivo, lo hizo más que el PIB mundial (3,2%). En España representa el 15% del producto interno bruto. El turismo es también la industria más digital y crece con una progresión que, según previsiones, será imparable al menos durante los próximos 20 años.
Un mercado enorme en el que los principales operadores internacionales luchan por convertirse en el Amazon de los viajes. La carrera hasta hace poco se limitaba a tres grandes clases de operadores: aerolíneas, cadenas hoteleras y agencias de viajes en línea. Una guerra comercial para vender no solo vuelos y alojamientos, sino todos los servicios auxiliares. Como alquileres de coches, seguros y experiencias.
El turismo digital está canibalizando por completo los métodos de reserva tradicionales. La gran mayoría de los turistas en el mundo ya utilizan principalmente su smartphone para reservar e investigar sobre sus viajes. Por eso, el e-tourism sigue estando entre las tendencias más actuales. Un viaje hoy empieza casi siempre en Internet.
El avance de Google en el turismo
Los turistas reciben una gran cantidad de información en su teléfono inteligente. Las experiencias individuales a menudo son guiadas por algoritmos que operan una selección de la oferta territorial. En este escenario, el rey de los datos no podía quedarse fuera. Google para muchos es sinónimo de internet y representa el punto de acceso a cada dirección web. La respuesta a cada pregunta.
Hasta ahora, las principales agencias de viajes en línea consideraban el motor de búsqueda como un socio publicitario para ganar cuotas de mercado. En los últimos años, sin embargo, Big G ha comenzado a probar soluciones internas para ofrecer vuelos, hoteles y tours. Ha ido buscando el punto de equilibro y de ventaja económica entre el volumen de negocios derivado de las inversiones pagadas por sus clientes y los ingresos de la comercialización directa.
El servicio Google Hotel Search ofrece una experiencia de usuario similar a la de Booking. Con la posibilidad de personalizar la búsqueda mediante filtros geográficos y de precio. Además de las reseñas de Tripadvisor, introduce también las que se publican directamente en la página de Google. En perspectiva, será posible reservar directamente con Google Pay. Otra fuente formidable de datos para perfilar al usuario/cliente.
El mecanismo de toma de decisiones de los viajeros está muy influenciado por la opinión de terceros. El hecho de contar con una cantidad significativa de comentarios directamente en la página de búsqueda de Google está socavando a Tripadvisor, que requiere un clic adicional para consultarlo. Por esta razón la compañía del búho está tratando de convertirse en una red social.
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Turismo de Instagram
Las redes sociales son uno de los elementos que más contribuyen a cambiar el turismo mundial. En California hay una atracción turística visitada por miles de personas cada año. No es nada más que un callejón donde, a lo largo de los años, se han ido pegando miles de chicles. La atracción turística más votada en TripAdvisor en Cornwall, Inglaterra, es un túnel que conduce a un supermercado. Mientras que en Nueva York hay una habitación sucia que la gente parece apreciar mucho. Así como una tienda de Prada que está ubicada en el medio de la nada.
Las atracciones extrañas y no convencionales son cada vez más populares porque son ‘instagrameables’. Es decir, particularmente fotogénicas para los estándares de la red social propiedad de Facebook. En este caso, la lógica que se impone al turismo es completamente nueva. Lo que importa son las fotos, no el valor simbólico o histórico de lo que se visita.
Este fenómeno, entre otros, ha provocado el hacinamiento en lugares que no están preparados para recibir miles y miles de smartphones acompañados por sus turistas. Por tanto, para resolver el llamado overtourism, algunos destinos han preferido cerrar puertas o restringir los accesos. Es el caso, entre otros, de la famosa playa de Maya Bay en Tailandia, Lombard Street en San Francisco o Rue Crémieux en París.
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Del overtourism al undertourism
Aparentemente, la respuesta a esta masificación ha florecido entre de los propios turistas, quienes han decidido que la nueva tendencia debe ser precisamente el undertourism. De hecho, cada vez más a menudo, la elección del destino ideal tiene en cuenta los flujos turísticos. El viajero, últimamente, prefiere optar por lugares menos populares y concurridos.
Algunos analistas de la industria incluso han identificado el sentimiento de culpa del viajero. Afectaría a aquellos que no llevan a cabo todas aquellas experiencias que ahora se consideran poco éticas: montar elefantes o posar con animales salvajes. Y también comprar recuerdos en las tiendas de las multinacionales y no en las de comerciantes y artesanos locales.
Hay quienes también pensaron en el viajero religioso, especialmente los musulmanes. De hecho, son el grupo religioso de más rápido crecimiento en el mundo. Su turismo producirá una facturación estimada de 300.000 millones de dólares para 2026, según el Global Muslim Travel Index 2018. La oferta de turismo halal se extiende cada vez más, con experiencias y propuestas que siguen los dictados islámicos y favorecen el crecimiento de portales especializados.
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Viajes espaciales y apps para eliminar a los turistas de las fotos
Para aquellos que quieren combinar la pasión por la fotografía turística y el gusto elitista por la soledad existe Spectre. Es una aplicación equipada con inteligencia artificial, capaz de eliminar a las hordas de turistas de las fotos. Es suficiente con establecer una duración de exposición media o larga.
Si este truco no fuera suficiente, para encontrar un poco de paz se puede viajar en el espacio. Virgin Galactic, fundada por el multimillonario británico Richard Branson, a fines de febrero de 2019, concluyó con éxito su primera gira suborbital con un pasajero de prueba. Por ahora, sin embargo, los menos adinerados deberán conformarse con el astroturismo. Ese es el sector dedicado a todos aquellos que quieren observar el cielo en los mejores lugares del planeta.
Habitaciones de hotel que se limpian solas
La tecnología es protagonista también en los hoteles. Ya nos hemos acostumbrado a los check-in automáticos con brazaletes, a las llaves digitales o a la posibilidad de gestionar una estancia en hotel desde una aplicación. Los robots y la inteligencia artificial ya no asustan tanto. Y ahora también existen habitaciones de hotel que se limpian solas.
El Hotel Ottilia en Copenhague emplea el ACT CleanCoat, de la compañía ACT.Global, en todas sus 155 habitaciones. Es una sustancia transparente e inodora aplicable a todas las superficies. Se activa con la luz solar y provoca la total descomposición, a través de una reacción fotocatalítica, de las bacterias, los virus y los hongos que pueden anidarse en la habitación.
Todo esto gracias al dióxido de titanio, un compuesto natural, muy empleado en las cremas solares o como aditivo químico en los alimentos. Los trabajos de limpieza se reducen así en un 50%. El aire no se contamina con el olor de los desinfectantes químicos tradicionales y el consumo de agua es casi cero. La activación por luz solar es prácticamente automática: simplemente hay que abrir las cortinas y las ventanas.
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