¿Todas las nubes te parecen iguales? Aprende por fin a identificarlas

De distintos colores, tamaños y formas. Así son las nubes que divisamos en el cielo y que, dependiendo de un día u otro, recrean a nuestro alrededor paisajes que no nos dejan indiferentes. ¿Te has parado a pensar cuántos tipos de nubes existen? Te lo contamos y, además, te enseñamos a reconocerlas fácilmente.

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Índice

1. Cómo se forman las nubes: fases principales
2. Nubes troposféricas: tipos de nubes según su altura
3. Otras clasificaciones de tipos de nubes

Cómo se forman las nubes: fases principales

Las nubes se forman a partir de tres fases y en ellas se identifican cuatro elementos que resultan fundamentales: el agua de la superficie terrestre, la energía que procede del Sol, las bajas temperaturas y el proceso de cambio de la materia llamado condensación.

El proceso se inicia con la fase de evaporación. En ella, el Sol calienta el agua de la superficie terrestre (ríos, lagos, océanos, mares…) con sus rayos. Cuando esto sucede, una parte ‘desaparece’ sin que podamos percibirla, es decir, se evapora. Como resultado de esta acción, el agua se transforma y pasa de un estado líquido a vapor o gaseoso. También surgen unas gotas diminutas que suben a la atmósfera. Finalmente, y dado que en dicha capa la temperatura es inferior, algunas de estas gotas se enfrían y se convierten en gotas de agua, cristales de hielo o copos de nieve que se unen entre sí. Este proceso se denomina condensación y es el que permite la formación de las nubes.

Nubes troposféricas: tipos de nubes según su altura

Esta clasificación, que es la más extendida, se basa en los trabajos de Luke Howard (1772-1864), farmacéutico inglés al que siempre le interesaron los temas relacionados con la meteorología. En concreto, el criterio que determina esta lista es la altura. A partir de aquí, se establecen tres grandes tipos de nubes: bajas (hasta 2000 metros de altura), medias (entre 2000 y 6000 metros de altura) y altas (más de 6000 metros de altura). En cada uno de ellos, se ubican, a su vez, las distintas nubes troposféricas (hasta 10) que podemos observar en el cielo de manera habitual.

Estratos

El nombre de esta nube procede del término latino Stratus que significa «extendido». Estos tipos de nubes de baja altitud no tienen una forma definida. Su base es uniforme y sobre ella se asientan capas horizontales que tienden a ser grises. Suelen asociarse con precipitaciones. Si esta altitud resulta muy baja, lo habitual es que haya niebla o neblina.

Estratocúmulos

Con colores que varían del claro al gris, las nubes estratocúmulos no sobrepasan los 2000 metros de altitud. Su forma se debe a las corrientes convectivas que se originan y que dan como resultado masas de tamaño grande y redondeadas que ‘van’ en grupo. Entre nube y nube se divisa el cielo.

Cúmulos

Los cúmulos forman parte también de la categoría de nubes bajas. La sensación que uno tiene al divisarlas es que flotan. Se forman a partir de masas de aire que pueden ser frías o neutras y pueden adquirir varias formas, aunque una de las más populares es la que nos recuerda al algodón.

Cumulonimbos

Tienen su origen en las nubes cúmulos. Como ellas, su base se sitúa a una altitud que no sobrepasa los 2000 metros, mientras que la cima se encuentra a una altura que va de los 15 000 y 20 000 metros. Presentan un gran desarrollo vertical dada su forma, ya que en el interior se crean unas columnas de aire húmedo y cálido. Presagian inestabilidad como tormentas eléctricas y lluvias.

Altocúmulos

Dentro de los diferentes tipos de nubes que existen, los altocúmulos alcanzan una altitud media. Se reconocen fácilmente porque su forma simula pequeños copos esféricos enrollados debido a que la masa de aire que contienen es inestable. Así, por ejemplo, en una mañana de verano calurosa suelen preceder a una tormenta. Su apariencia va del blanco al grisáceo.

Altroestratos

Las nubes que pertenecen a esta categoría son producto de masas de aire de gran tamaño que primero ascienden para luego condensarse a causa de un frente entrante. Son nubes de altitud media, azuladas o grisáceas y cubren el cielo parcial o totalmente como si de una manta se tratara. Algunas veces, se entrevé el Sol.

Nimboestratos

Esta nube oscura siempre produce lluvia: en concreto, son precipitaciones no demasiado intensas pero sí continuas. El cielo se cubre de capas uniformes de color gris que no dejan pasar la luz solar. Puede alcanzar una altura de hasta 5000 metros.

Cirros

Los cirros, de acuerdo a la clasificación de los diferentes tipos de nubes, alcanzan altitudes que van de los 8000 a los 12 000 metros. Son de color blanco, están formadas por cristales de hielo y pueden adoptar distintas formas -algunas muy llamativas- porque se ven influenciadas por el viento.

Cirrocúmulos

Estas nubes altas blancas recuerdan a los altocúmulos, solo que los cirrocúmulos están a mayor altitud. Tampoco producen sombras. Se forman cuando las nubes cirros o cirroestratos se calientan desde abajo. Así, el aire asciende y puede introducirse en la nube.

Cirroestratos

Los cirroestratos se forman a partir de capas de aire que poco a poco se elevan para alcanzar altitudes muy elevadas (hasta 12 000 metros).  Al igual que el resto de nubes altas están formadas por cristales de hielo. Recrean el efecto óptico de un halo y poseen el aspecto de un velo transparente o blanquecino.

Otras clasificaciones de tipos de nubes

Además del criterio de la altura, las nubes se pueden clasificar también por su forma. Se distinguen cuatro grupos principales:

• Las cirriformes (primer grupo) se caracterizan por su aspecto fibroso, su elevada altura y su color blanco.
• Las cumuliformes (segundo grupo) son propias de los días de buen tiempo. Estas nubes son redondeadas y tienen un desarrollo vertical.
• Las nimbiformes (tercer grupo) originan lluvias.
• Las estratiformes (cuarto grupo) se crean por capas o estratos.