Uno de los debates centrales en torno a la educación plantea el siguiente paradigma: ¿por qué estamos educando a nuestros hijos en disciplinas que habrán quedado obsoletas cuando se incorporen al mercado laboral?
El mundo en el que vivimos está mutando a tal velocidad que, ante esta disyuntiva, no sabríamos cómo reaccionar. Empresas nacidas bajo el abrigo del siglo XXI se han topado con estas necesidades: expertos en tomar decisiones estratégicas basadas en el análisis e interpretación de datos, diseñadores de redes inteligentes que puedan comunicarse con el cliente sin necesidad de un operativo humano, etcétera.
La universidad del futuro, además, aspira a una mayor digitalización y especialización —la docencia virtual y las aulas multimedia son una realidad desde hace años—, ya que las tecnologías jugarán su papel para acomodar y flexibilizar la forma en la que se imparten conocimientos, a la vez que el alumnado utiliza este despliegue para mantenerse al día con estos nuevos vasos comunicantes.
Algunas buscan reinventarse por medio de asignaturas complementarias, MOOCs (cursos de acceso abierto y masivo) y otras tendencias, como seminarios con trabajos prácticos. Pero otras universidades, actualmente, están apostando por la formación especializada, en grados de 3 y 4 años. Porque, remitiéndose a las demandas de empleos según las fuentes de metodología actuales, algunas cosas han de cambiar.
JUGADOR DE ESPORTS
¿Se puede ser un jugador de videojuegos profesional y estudiar sobre ello? Desde luego que sí. Ya hablamos de los principales medios implicados y en la actualidad son varias las universidades que ofrecen un grado en esta disciplina.
La Staffordshire University de Reino Unido cuenta con materias en las que se refuerza el juego individual —a través de ejemplos como FIFA 17, Hearthstone, Smash Bros— y otras más abocadas al juego colectivo —como podría ser League of Legends, CS:GO y Overwatch—. Cuatro años en los que reforzarás conocimientos sobre el casteo, negociación de contratos, la organización de eventos, la dirección de equipos y materia técnica en relación a las retransmisión en directo. En España, las universidades presenciales también han empiezado a ofrecer cursos; por ejemplo, la Católica de Murcia o la Rey Juan Carlos.
MAESTRO DRON
¿Y si quieres ser piloto de élite con un dron? El pasado 24 de marzo el Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital (U-Tad) comenzó un curso para el pilotaje profesional de drones. Un curso de cuatro meses de teoría y dos de práctica, con titulación oficial, en el que está implicado el Centro de Formación Aeronáutico y el doble ganador del Campeonato Nacional de España de Vuelo Acrobático de Helicópteros (F3N) Julio Memba.
¿Para qué podría servir manejar un dron profesional? Bueno, sólo hay que fijarse en la urgente demanda que existe en situaciones de salvamento y expedición militar: se estima que este sector representará el 10% del mercado de aviación sólo en Europa.
¿BIOINFORMÁTICA?
El Grado en Bioinformática como tal no existe ni cuenta con un apoyo global, pero no son pocas las universidades que están apostando por esta discipliana, a través de asignaturas complementarias. La bioinformática tiene lugar en todo punto de trasvase de conocimientos donde estén implicados centros de investigación, industria farmacéutica, agricultura —análisis de cultivos y mercado alimentario en general— e incluso neurología.
Varias universidades españolas como la de Barcelona (UB), la Politécnica de Cataluña (UPC) o la Pompeu Fabra (UPF), cuentan con un programa de tres años que combina distintas ramas como estadística, matemáticas puras, computación y biología, para poner en solfa los distintos lenguajes y dar pie a profesionales que puedan y sepan comunicarse al mismo tiempo entre ellos.
GRADO EN DISEÑO Y TECNOLOGÍAS CREATIVAS
¿Qué son las tecnologías creativas? Que le pregunten a la Universidad Politécnica de Valencia, que cuenta con un curso en su amplio programa que combina creación artística con nuevas tecnologías. Esta profesionalización nace para servir de especialidad, para que los egresados puedan no sólo diseñar un objetos en 3D y animarlo, sino también diseñar los planos para poder imprimirlos.
Entre las distintas materias de esta carrera de 4 años de duración y 240 ECTS, se imparte conocimientos sobre el diseño contextual, infografías e incluso desarrollo de aplicaciones móviles, que se complementa con el desarrollo de una app real como práctica final.
CIENCIA DE DATOS
Un grado en Ingeniería de Datos es lo que necesitamos en el mundo del Big Data y la constante minería de información. Esta es otra titulación que responde a unas necesidades reales: tal vez las inteligencias artificiales sean capaces de minar y compilar datos, pero aún se precisa de una mente creativa y humana que sea capaz de procesar esa información y llevarla a un lugar común.
Estos especialistas en matemáticas, estadísticas y computación, también deben tener sólidos conocimientos en programación, ya que de ellos dependerá la forma en la que se gestiona la información. Y es que la Ciencia Estadística requiere un conocimiento más transversal: está en todas partes: gracias a ella se analizan los controles de calidad de vida (desde las Ciencias de la Salud) o el “rendimiento” de un país a través de las distintas instituciones gubernamentales y los observatorios de análisis.
MASTER EN INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Y, si apuntábamos que este mundo permanentemente conectado requiere especialistas en datos, no nos menos necesarios los expertos en Inteligencia Artificial. Actualmente ese mercado está cubierto por másteres y por seminarios en Machine Learning, en asignaturas menores enfocadas a la toma de decisiones autónomas y los árboles de respuestas.
Estas necesidades suelen ser “parcheadas” en carreras ya activas, pero aún necesitamos más grados enfocados desde el primer año a esta materia, a la programación de nuevos lenguajes, el estudio complejo de neural networks, la comunicación M2M (entre máquinas) o el aprendizaje profundo en el que máquinas con mayor capacidad de computación enseñan a otras “menos inteligentes”.
CARRERA EN DOMÓTICA
La domótica lleva años presente en los ciclos formativos de grado medio y superior, donde se imbrica con mecánica, electricidad y electrónica, construcción y edificación. Parece que, por un lado, deben desarrollarse los programadores y, por otro, los ingenieros industriales abocados a la parte más física —en sentido literal: aerodinámica, estructura de materiales, astrodinámica, propulsión o simulación de sistemas—.
Por suerte, ya existen grados como el que Ingeniería de Tecnologías Industriales de la Universidad de Sevilla, que dedica un amplio espacio al análisis de instalaciones como viviendas y la implementación de automatizaciones. Si queremos mantener el control de nuestra smart home en un futuro próximo, necesitaremos contar con ellos. Junto a la robótica (y microbótica), la domótica es uno de los espectros clave en las ciudades del futuro.
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