Se está haciendo de rogar, pero Artemis I volverá a la Luna tarde o temprano. La primera misión del nuevo programa de exploración lunar liderado por la NASA tiene previsto su lanzamiento para mediados de noviembre. Si todo sale bien, acercará a una figurita de Snoopy a 100 kilómetros de nuestro satélite.
No será el único objeto, en apariencia, absurdo, a bordo de la nave. Junto a todos los aparatos científicos y la tecnología espacial, viajarán también varios juegos Lego, semillas de diferentes plantas, maniquíes, varias banderas, insignias y otros materiales promocionales. Incluso una estatuilla impresa en 3D de la diosa griega que da nombre al programa espacial, Artemisa. ¿Por y para qué?
Artemis I: empieza el regreso a la Luna
El 11 de diciembre de 1972, Eugene Cernan y Harrison Schmitt dejaron su huella en la Luna. Sus nombres no son tan conocidos como el de Neil Armstrong, pero estos dos astronautas, junto a Ronald Evans, que se quedó a bordo del módulo de comando en la órbita lunar, formaron parte de la misión Apolo 17, la última tripulada que aterrizó en nuestro satélite. Han pasado 60 años desde entonces y a la Luna hemos vuelto muchas veces. Sin embargo, ningún ser humano ha caminado sobre su superficie desde aquella vez.
Eso podría cambiar si el programa Artemis cumple sus objetivos. Por ahora, el primer paso ha empezado con algo de retraso. La misión no tripulada Artemis I, protagonizada por la nueva nave Orion y el sistema de lanzamiento espacial SLS, debía despegar desde el Kennedy Space Center de Florida (Estados Unidos) el pasado 29 de agosto. Sin embargo, un fallo en los motores ha retrasado varias veces el lanzamiento. La NASA ha fijado la próxima ventana de despegue para el 14 de noviembre.
Artemis I tendrá una duración aproximada de entre 25 y 26 días, durante los cuales la nave pondrá a prueba una maniobra orbital conocida como inyección translunar, una forma de impulsarse hacia la órbita lunar. Y se acercará a un máximo de 100 kilómetros de nuestro satélite. Después, regresará a la Tierra. Si todo sale según lo previsto, este será el principio del uso de Orion y el sistema de lanzamiento SLS para las siguientes misiones de Artemis, que ya serán tripuladas, a partir de 2023.
Hay un Snoopy en la Luna
En mayo de 1969, el Apolo 10 viajó la Luna. El objetivo de sus tripulantes, Gene Cernan, John Young y Thomas Stafford, era explorar de cerca el lugar de aterrizaje del Apolo 11 de Armstrong y compañía, que aterrizaría dos meses después. Esa misión de inspección o espionaje lunar, algo que en inglés se define como ‘husmear’, llevó a la tripulación a bautizar el módulo lunar como Snoopy. Como consecuencia, el módulo de comando de la misión recibió el nombre de Charlie Brown, el dueño y amigo de Snoopy.
La broma se mantuvo durante años en las oficinas de la NASA. En 1990 se dio un paso más. Abordo del transbordador espacial Columbia, en la misión STS-32, la agencia especial estadounidense hizo volar un peluche del perro de las populares historietas. En Artemis, vestido de astronauta, Snoopy tendrá, además, una misión concreta: funcionará como indicador visual de que la nave ha alcanzado la gravedad cero. Compartirá su tarea con otro peluche, el de la oveja Shaun, en representación de la Agencia Espacial Europea (ESA). Y con cuatro figuras de Lego que simbolizan la alianza entre la NASA y la compañía de juguetes para aumentar el interés de los más jóvenes en la ciencia y la tecnología.
Además, durante los años de Apolo, la NASA creo los premios Snoopy de plata, que reconocen la contribución de quien los recibe a la seguridad y el éxito de las misiones espaciales. A los ganadores se les entrega una insignia de plata que llevan siempre puesta. La nave Orion también irá cargada de estos pines; nada menos que 245 unidades. Además, el módulo espacial llevará insignias de otros programas de la NASA y parches, banderas y pequeños objetos propuestos por otras organizaciones. La lista de cachivaches es larga.
Polvo lunar y un comandante inanimado
La extraña tripulación de Artemis I irá dirigida por un maniquí. Este irá vestido con el Orion Crew Survival System, un nuevo traje diseñado para que los astronautas usen durante el despegue y el regreso a la Tierra y que irá equipado con dos sensores para medir la exposición a la radiación en el vuelo. Ha sido bautizado en honor a Arturo Campos, el ingeniero que fue clave para el retorno de los tripulantes de la accidentada misión Apolo 13. Además de Campos, abordo de la nave viajarán Helga y Zohar, dos torsos femeninos fabricados con materiales que imitan los tejidos, los órganos y los huesos humanos. Ambos irán equipados con más de 5600 sensores y 34 detectores de radiación.
Junto a la tripulación y el merchandising, la nave llevará consigo un medallón conmemorativo del Apolo 8, una pieza de un motor F-1 propiedad del Smithsonian National Air and Space Museum y una pequeña muestra de polvo lunar recolectada en su día por el Apolo 11. También llevará varias bolsas de semillas de plantas y árboles que, al regreso de la nave a la Tierra, serán repartidas en centros educativos para que cultiven una nueva generación de árboles lunares. La primera fue una iniciativa de la misión Apolo 14.
De los pines de Snoopy al maniquí Campos, pasando por un buen puñado de semillas, la carga de Artemis I puede parecer extraña, pero está llena de significado y conexiones con el pasado de la exploración lunar. En el futuro, quién sabe, quizá los peluches tengan un lugar privilegiado en las primeras estaciones o bases permanentes en nuestro rocoso satélite.
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