Estamos acostumbrados a ver los rostros de las celebrities en muchísimos sitios distintos. Camisetas, carteles de cine, portadas de discos e incluso (y disculpen la horterada) algún que otro tatuaje de intención realista. El caso es que, aunque se han hecho millones de reproducciones de sus rostros, no existen demasiadas que se acerquen a la perfección digital alcanzada por Hadi Karimi.
cada pixel cuenta
El trabajo de Karimi ha de ser meticuloso y detallado si se quiere alcanzar el resultado idóneo. Este artista digital hace magia con tan solo algunos programas que, seguramente muchos de vosotros habréis escuchado en algún momento de vuestras vidas. Entre ellos, ZBrush, Cinema 4D, Photoshop y After Effects.
Lo que el día de mañana se convierte en una Dua Lipa casi más real que la auténtica, comienza en ZBrush con un simple boceto, a veces una esfera. A continuación, Hadi Karimi comienza a esculpir dentro de su pantalla y, pasado un tiempo, logra sorprender a todo aquel que decida dedicarle unos minutos a su obra.
Para este artista, uno de los desafíos más complicados a los que ha de enfrentarse durante el proceso de creación es la fidelidad a la realidad. Prácticamente todo el mundo está familiarizado con el rostro de Michael Jackson o Amy Winehouse así que, si queremos que la cosa no sea una chapuza, debemos saber que cada pixel cuenta.
El parecido de las esculturas con la realidad llega a ser casi sobrecogedor justo en el momento en el que te percatas de que apenas existen diferencias con sus rostros reales. Y es que esta dedicación puede extenderse durante meses de trabajo. Kurt Kobain, Audrey Hepburn, Freddie Mercury… son muchos los artistas y personalidades a los que Hadi Karimi ha devuelto la vida, aunque sea de forma digital y artísticamente hablando.
