CaixaForum acoge una exposición dedicada a conocer más a los mamuts, unos fantásticos animales extinguidos hace unos 4.000 años. La pieza central de la muestra es el esqueleto fosilizado real de un mamut siberiano.
Este ejemplar de mamut, que tiene entre 40.000 y 50.000 años de antigüedad, transporta a los visitantes de la exposición a un emocionante viaje a la época de la glaciaciones sin salir de la ciudad, conociendo de cerca a estos animales y sumergiéndose en su hábitat.
Los mamuts pertenecen a la familia de los proboscidios, que engloba a aquellos animales con trompa, y su origen se remonta a hace 60 millones de años. De esta familia se han identificado 200 especies, entre ellas la que dio origen en África, hace 9 millones de años, a la familia de los elefantes, que hoy solo cuenta con tres especies, de las que el elefante asiático es el pariente vivo más cercano al mamut.
Los primeros mamuts aparecieron en África hace 5 millones de años y hace algo más de 3,5 millones de años salieron de este territorio y continuaron su evolución en otras partes del mundo, como puede verse en algunos mapas de la exposición.
Los mamuts lanudos (Mammuthus primigenius), como el expuesto en CaixaForum, vagaron por vastas áreas desde el Reino Unido hasta España en el oeste y hasta Siberia, China y Japón en el este. Luego pasaron a través del helado estrecho de Bering hacia Alaska y, de allí, hasta la región de los Grandes Lagos. Hace unos 4.000 años desaparecieron en el Ártico ruso los últimos mamuts.
el mamut y el cambio climático
La exposición reflexiona también acerca de la extinción de los mamuts, que sigue albergando un halo de misterio entre aquellos que piensan que fue la acción humana y aquellos que dicen que un cambio climático propició su desaparición. El aumento de la temperatura global favoreció la extensión de los bosques, eliminando grandes zonas de praderas y mermando así las poblaciones de mamuts, que también sufrían el acoso de la caza furtiva. Los mamuts eran una fuente importante de proteína, grasa y piel. Sus huesos también se utilizaron para construir herramientas y armas, si bien lo más codiciado eran las defensas de marfil, con las que se confeccionaban esculturas y otros objetos.
mamuts y elefantes
Sus parientes vivos, los elefantes, se enfrentan a idénticas amenazas y solo depende de nosotros que no tengan el mismo final.
El director general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Bruno Oberle, afirmaba hace tiempo que “los elefantes de África desempeñan un papel clave en los ecosistemas”. Ahora, un grupo de investigadores han confirmado la importancia de estos megahervíboros para la creación de bosques que almacenan más carbono atmosférico y mantienen la biodiversidad de los bosques en África. Si los elefantes, ya en peligro crítico, se extinguen, la selva tropical de África central y occidental, la segunda selva tropical más grande de la tierra, perdería entre el seis y el nueve por ciento de su capacidad para capturar carbono atmosférico, amplificando el calentamiento planetario.
Por tanto, si las ideas conservacionistas no prosperan, quizás a la luz de este estudio lo haga el instinto de supervivencia humano, ya que salvar a los elefantes puede ser sinónimo de salvar a la humanidad.
En la actualidad, los avances en el campo de la genética están dando lugar a varias investigaciones que pretenden revivir a los mamuts a partir del ADN obtenido de ejemplares bien conservados, generando debate ético sobre si debería hacerse o no y con qué objetivo, más allá del avance científico.