Que ponerse la mascarilla es un engorro ya lo sabemos todos. Sí, amigos y amigas, seguro que nadie disfruta incorporando a su outfit este accesorio que nos ha traído la nueva normalidad. Pero la disyuntiva es ponérsela o exponerse a ser contagiado o a contagiar. ¿A que ahora apetece más?
acabando con vidas y destrozando la economía. Esto es lo que trata de recordarnos una campaña creada por Mucinex, una marca de medicamentos contra el resfriado.
Todo aquel que sea un poco sensato o, simplemente, un poco solidario se dará cuenta de la importancia de utilizar las mascarillas para combatir la expansión del coronavirus que estáHazme el favor y ponte la mascarilla
Esta campaña se desarrolla en el territorio de Florida, uno de los lugares más afectados por la COVID-19 y paradójicamente un gran punto de resistencia al uso de las mascarillas. Para que os hagáis una idea, el gobernador Ron DeSantis se negó a emitir la obligación de llevar mascarilla en todo el estado y el alguacil del condado de Marion prohibió la semana pasada que los agentes y los visitantes usaran mascarillas. Demencial, lo sabemos.
El caso es que Mucinex, bajo el lema «Volver a la normalidad depende de ti», trata de concienciar sobre la importancia de no ir esparciendo nuestros virus. Para ello, nos recuerda la enorme cantidad de cosas que nos estamos perdiendo por culpa del coronavirus. Cafés con amigos, conciertos… tantas actividades que ahora parecen tan lejanas.
Con esta campaña nos recuerdan que, si queremos volver a la normalidad, tenemos que poner de nuestra parte y para eso tenemos que utilizar la dichosa mascarilla amigos, que no cuesta tanto. Ya habrá tiempo de mostrar los extraordinarios efectos estéticos de vuestros brackets.
¿Qué debemos saber sobre el uso de mascarillas?
No estaba claro en principio, aunque poco a poco las autoridades se fueron dando cuenta de la importancia de las mascarillas en la lucha contra la COVID-19. Actualmente, su uso es obligatorio con independencia de que se pueda mantener la distancia de seguridad, según la normativa de cada Comunidad Autónoma. Además, sigue siendo fundamental que no olvidemos mantener esa distancia de la que hablamos, que nos lavemos frecuentemente las manos y que evitemos tocarnos la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca.
También es importante colocarse la mascarilla correctamente. Porque ir por la calle como si fuéramos un heladero no tiene demasiada efectividad contra el coronavirus. Ah, y llevarla en el codo tampoco sirve para nada, por si alguien no lo sabía. Lo más adecuado es cubrirnos bien la boca y la nariz para que no queden espacios entre la cara y la máscara. Conviene evitar tocar con las manos la propia mascarilla mientras la usamos. Lo mejor es cambiarla en cuanto esté húmeda y no reutilizarla si es de un solo uso. Además, para quitársela, hay que hacerlo desde atrás, manipulando los elásticos y sin tocar la parte delantera.
Otro útil consejo es hacer oídos sordos a los creyentes en conspiraciones que van diciendo por ahí que llevar mascarilla puede causar una intoxicación con CO2. El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos desmentía rotundamente estas afirmaciones, señalando la capacidad que tienen estos objetos para dejar pasar el aire «en ambos sentidos». «Todas las mascarillas, ya sean quirúrgicas, higiénicas o equipos de protección individual – FFP2 y FFP3- permiten el paso de gases, lo que filtran son partículas«, detallaba Antonio Blanes, director de los servicios técnicos de este organismo. «Si no deja pasar el aire estaríamos hablando de una máscara antigas», especifica.