Un equipo de astrónomos liderado por la Universidad del Estado de Arizona (EE.UU.) asegura haber detectado las primeras estrellas del Universo con un radiotelescopio construido especialmente para buscarlas en el desierto de Australia. Se trata de un descomunal reto científico, ya que las fuentes de ruido pueden ser mil veces más intensas que la señal y, por ello, Peter Kurzynski, de la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU., compara este hallazgo con “estar en medio de un huracán e intentar escuchar el aleteo de un colibrí”.
El descubrimiento revela que el alba cósmica en el que se “encendieron” las estrellas se produjo 180 millones de años después del Big Bang -cuando el Universo tenía un 1,3% de su edad actual- y se apagaron 90 millones de años más tarde formando las primeras supernovas y los primeros agujeros negros.
Los autores, que publican su trabajo en la revista Nature, han obtenido los datos con una radioantena no mucho más grande que una lavadora, aislada de interferencias en un paraje árido de Australia.
Después, han analizado las bandas de absorción del gas y han determinado que sus propiedades solo se pueden explicar si ya existían estrellas en esa época tan remota. La radiación ultravioleta de aquellos astros alteró el estado de excitación del electrón del hidrógeno y, como resultado, los átomos de este gas en todo el universo comenzaron a absorber radiación de fondo, un cambio fundamental que se ha podido detectar con las ondas de radio.
la materia oscura del universo
“La radiación de las primeras estrellas activa la absorción, pero la que hemos detectado es mucho más fuerte que la más potente de las absorciones que predecían los modelos, y se produce solo si el gas cósmico está muy frío”, aclara a Sinc el profesor Rennan Barkana de la Universidad de Tel Aviv (Israel), quien en otro artículo de Nature ofrece una posible explicación: la materia oscura. De hecho, si próximas observaciones confirman estos resultados, sería la primera detección de esta enigmática materia que representa el 85% de la masa del Universo.
“La otra posible explicación –añade- es que hubo más ondas de radio y más intensas en el universo temprano de lo que esperamos, producidas por algún proceso cuando comenzaban a formarse las estrellas. Esto también sería una gran sorpresa”.