La vibración fantasma y el sonido fantasma, son ilusiones perceptivas que consisten en la sensación de vibración o sonido aunque estos no hayan tenido lugar. Este fenómeno se produce en aquellas personas que abusan frecuentemente del teléfono móvil, según se ha comprobado en un nuevo estudio del uso problemático de Internet y el WhatsApp entre los jóvenes, realizado por la investigadora Cristina Bernal Ruíz, de la Universidad de Murcia. En su investigación se indica que el mal uso de estos instrumentos de comunicación puede promover la propagación de contenidos ilegales como son los que hacen referencia a la apología de la violencia o al consumo de pornografía. Asimismo, podrían estar detrás de determinadas adicciones y patologías tales como anorexia, bulimia, incitación al suicidio o el extremismo religioso o político.
Y es que, aunque el fácil acceso a los contenidos que proporciona Internet o las redes sociales ha supuesto una de las mayores revoluciones comunicacionales de la historia, ha traído aparejado diversos inconvenientes, sobre todo por el uso inadecuado o ilegal de estas herramientas. “El uso problemático de Internet podría conllevar al aplazamiento de responsabilidades y el uso desmedido de WhatsApp podría repercutir negativamente en ámbitos de la vida cotidiana como el trabajo, los estudios, la pareja, entre otros’’, explica Bernal.
En el estudio se ha comprobado que existen diferencias en relación a la edad, el sexo y la presencia de pareja en el uso problemático de Internet e impacto negativo de WhatsApp. Bernal señala que son los varones los que mayor uso problemático hacen de Internet, aunque las mujeres recurren a él más frecuentemente para regular su estado de ánimo.
En su investigación, Cristina Bernal Ruíz ha comprobado que los estudiantes con pareja tenían mayor preferencia por la interacción social online y un ligero aumento de las preocupaciones y consecuencias negativas relacionadas con el uso de Internet. A pesar de ello, estas diferencias no fueron estadísticamente significativas. Esto podría deberse a la necesidad de contacto con sus parejas en ausencia física de las mismas. Este grupo presenta un mayor control de las relaciones íntimas a través de WhatsApp ligado también con un mayor impacto negativo de su uso.
Para el estudio se utilizó un total de 630 universitarios a los que se les propuso un cuestionario con preguntas agrupadas en 3 dimensiones: Consecuencias negativas del uso de WhatsApp, Control de las relaciones íntimas a través de WhatsApp y Uso problemático de WhatsApp.
whatsApp y el lenguaje no verbal
Otros estudios han demostrado que los jóvenes optan por esta herramienta a pesar de que les resulta más agradable la conversación telefónica o cara a cara. Este hecho se debe principalmente a la facilidad de dialogar con el sexo opuesto y la eficacia del intercambio de relaciones íntimas además de la capacidad de proveer apoyo a usuarios solitarios o aislados. Una desventaja clara en esta aplicación es la imposibilidad de analizar y comprender el lenguaje no verbal aumentando así la malinterpretación frecuente de las palabras.
nomofobia y otras nuevas enfermedades
En Nobbot ya hemos hablado de las nuevas enfermedades asociadas a la digitalización de nuestra vida. Entre ellas figuran la cibercondria, que sufren los que creen padecer una enfermedad de cuya existencia se han enterado por Internet; o el “síndrome de la llamada imaginaria”, que experimentan lo que creen oír su teléfono móvil o creen sentir su vibración cuando en realidad no se ha producido.
El psiquiatra Jesús de la Gándara, que ya fue entrevistado en Nobbot, ha acuñado el nombre de varios vicios que aquejan a los amantes de las nuevas tecnologías. Según este experto, se trata de no perder libertad: “los que no usan bien la tecnología son más infelices, más enfermos, más patológicos, y no le sacan tanto partido a la vida. De todo esto depende una buena parte de la salud de los seres humanos en el tiempo en que nos ha tocado vivir”.
Síndrome de la vibración fantasma
En 2014 la revista Wired publicó algunos datos de personal médico y estudiantes de varias regiones del mundo. En torno al 90% de ellos sentían vibrar su teléfono cuando este, en realidad, no hacía nada. A medida que los smartphones han ido calando en la sociedad, la vibración fantasma se ha extendido.
No es que estemos locos. La vibración fantasma aparece porque malinterpretamos las señales que nos llegan de nuestro cuerpo. Si, por ejemplo, uno de los músculos de la pierna sobre la que tenemos apoyada el móvil se tensa una fracción de segundo, pensamos que ha sido el teléfono. La situación se agrava cuando esperamos algo importante y estamos inmersos en una tarea que nos supone un esfuerzo mental.
tecnología para ayudar a tratar desórdenes mentales
En casos de desórdenes mentales la tecnología puede pasar de ser un problema (cuando se utiliza en exceso) a convertirse en la solución. Un tipo de utilidades pioneras en este aspecto fueron las enfocadas al tratamiento de la adicción al tabaco. De entre el enorme abanico, nos quedamos con Respirapp, Kwit y QuitNow.
También existen otras más generales para combatir la ansiedad o motivarse. Por ejemplo, SAM –con juegos, una guía de autoayuda y ejercicios de relajación- y PsiCian –con una sección de hipnoterapia por sonidos dedicado a los episodios de hiperventilación– tratan de cumplir esta función. Como su propio nombre indica, Motivator está pensada para estimularnos, incrementando nuestra autoestima
Para acabar y en un momento en el que la realidad virtual se encuentra en pleno auge, se está aplicando para el tratamiento de fobias varias. La idea es crear el entorno virtual apropiado. Por ejemplo, para aquellos que tienen miedo de hablar en público se les ubicará en una sala de conferencias, mientras que a aquellos aterrorizados por las arañas se les colocará en un sitio donde estas tengan cabida.