La crisis sanitaria del coronavirus ha mandado a casa a millones de empleados y estudiantes. De un día para otro, todo el país está en ‘modo teletrabajo’. Para conectar con la red de la oficina, conviene hacerlo mediante una VPN o virtual private network.
Es más seguro, la conexión estará cifrada y el empleado podrá así conseguir acceso a su información como si estuviera en su mesa habitual de trabajo. La VPN crea un ‘túnel’ de datos para tu conexión. En este post te indicamos los pros y contras de una VPN gratuita y cuáles son las más interesantes a tu disposición.
Cuando te conectas a una VPN el tráfico sigue yendo desde tu dispositivo a tu proveedor de Internet, pero de ahí se dirige directamente al servidor VPN, que lo mandará al destino. Esta información suele estar cifrada, con lo que tu proveedor de internet no sabe a qué estás accediendo. En la práctica, tu dirección IP es la de servidor VPN. Por lo tanto, el uso de internet que hacemos es anónimo y evitamos accesos indeseados y a los intrusos.
Hay servicios VPN de pago, pero también los hay gratuitos. El proceso de activación es muy sencillo y suele consistir en darse de alta en la web del proveedor y descargar y ejecutar un archivo .EXE. A partir de entonces tendremos la aplicación anclada al escritorio para activarla en el momento que nos haga falta conectarnos de forma segura.
Índice
- El problema de las VPN gratuitas
- ProtonVPN
- Tunnelbear
- Hide.Me
- La VPN de Opera
- FreeOpenVPN
- FreeVPN4You
- OpenInternetAccess
EL problema de las vpn gratuitas
Pero hay que tener en cuenta que las opciones gratuitas tienen sus contras frente a las de suscripción. Casi siempre tienen límites en la velocidad, datos a transferir y número de conexiones simultáneas.
Además, está el problema de que cuando los servidores VPN son gratuitos, se suelen colapsar porque mucha gente los utiliza. Esto también hará que la velocidad de conexión sea lenta o que la latencia sea elevada, con lo que trabajaremos a ‘trompicones’.
Tampoco conviene olvidar la lejanía a la que esté el servidor VPN que nos da servicio, que puede estar ubicado en cualquier parte del mundo. Por eso es interesante recurrir, en la medida de lo posible, a servicios alojados en servidores en España.
Otro tema importante es saber quién está detrás del servidor VPN, porque tendrá el poder para capturar todo el tráfico y los datos que fluyen a través de su túnel. En todo caso, hay que decir que muchas de las conexiones en internet se hacen a través del protocolo seguro HTTPS, lo que dificulta espiar las comunicaciones. Aunque sí podrían ver nuestra navegación y las páginas que visitamos.
Es verdad que muchas VPN gratuitas sí puede que hagan caja vendiendo tus datos a terceros o el registro de las webs por las que navegas. Todo esto debes tenerlo en cuenta antes de instalar una.
En definitiva, las VPN de pago por lo general ofrecen un nivel de seguridad mayor, más velocidad y más conexiones simultáneas. Además, te darán más funciones. No obstante, hay opciones interesantes dentro de las VPN gratuitas.
ProtonVPN
Este proveedor suizo no tiene límite de velocidad ni de datos, aunque su VPN se puede ralentizar si la usan muchas personas al tiempo. El servicio descansa en tres servidores (radicados en Países Bajos y Japón) y solo podremos usarlo para un dispositivo a la vez. Eso sí, todo el rato nos pedirá que nos pasemos a un plan de pago.
TunnelBear
La instalación de esta VPN es muy sencilla y rápida. En principio no tiene límite de velocidad, pero sí de datos: 500 MB al mes. A partir de ahí, hay que pagar. Además, permite hasta cinco dispositivos conectados al mismo tiempo. Esta VPN permite elegir entre 23 servidores, lo que hace más difícil que se ralentice cuando hay muchos accesos.
Hide.me
Esta VPN se presenta como “la más rápida del mundo”. También presume de ser fácil de instalar y gestionar y de no husmear en el tráfico del usuario. Hide.me asegura que no comercializa con los datos de los usuarios. No tiene límite de velocidad en la versión gratuita, pero sí de datos, aunque puede dar hasta 10 GB de datos al mes. Eso sí, solo permite un dispositivo cada vez. Además, la VPN está soportada por servidores ubicados en cinco lugares diferentes (Singapur, Canadá, Países Bajos y las dos costas de Estados Unidos).
La VPN de Opera
El navegador Opera es el único que trae un servicio VPN integrado. Eso sí, únicamente canaliza el tráfico que se genere a partir del propio navegador, no el que fluya por otros navegadores o aplicaciones instaladas. Para activar esta VPN hay que descargarse Opera. Una vez hecho esto, hay que pinchar en los tres puntos de la parte inferior izquierda e ir a Configuración y Avanzado, y desde ahí ya podremos llegar a la zona de VPN.
<h2id=»freeopenvpn»>FreeOpenVPN
También está la opción de los servidores gratuitos de la página FreeOpenVPN.org. En este caso, este site ofrece servidores alojados en varios países. Para la conexión hay que descargarse el software OpenVPN y usar las credenciales que nos dará la página gratuitamente. En estos momentos, FreeOpenVPN.org ofrece servidores situados en Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Alemania y Holanda.
Freevpn4you
Como en el caso de la anterior, esta página también ofrece diferentes servidores VPN. Para ello hay que ir a la web freevpn4you, descargar un software cliente, bajar los archivos de configuración e introducir las credenciales para iniciar el servicio. En este caso, la página nos ofrece servidores ubicados en Canadá, Suecia, Rusia y Ucrania. Cada servidor da un rendimiento determinado.
OpenInternetAccess
El agente VPN que nos podemos descargar en esta página vale para cualquier tipo de dispositivo y sistema operativo (Windows, Linux, MacOS, Android…). Como siempre, se trata de descargar un fichero de configuración y ya nos podremos conectar de forma gratuita. Eso sí, el servidor está ubicado en Canadá y por eso la velocidad de transferencia que se consigue no es muy alta. Por el contrario, OpenInternetAccess, prestado por una empresa radicada en Vancouver, promete que nadie verá nuestra comunicación. Además, se puede usar en varios equipos a la vez.
Imágenes | iStock.com/Pitilich
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