La nostalgia vende: ahora los CD se llevan otra vez

Napster

Primero fueron los vinilos, luego los casetes y ahora… ¡los CD! El último formato físico que han conocido los melómanos remonta en ventas, lo cual está llevando a nuevos cambios en el sector, con los artistas moviendo ficha.

Los lectores más veteranos de Nobbot recordarán cuando el CD empezó a consolidarse. Era la opción que parecía venir desde el futuro, música en formato digital, más cómoda de usar y con mejor calidad, que superaba los estándares fonográficos del momento, vinilos y casetes. El cambio de década parece estar a punto de sacarlos del olvido.

Tras una etapa de dominio abrumador del streaming frente a los formatos físicos, los vinilos fueron reconquistando terreno. La nostalgia y ciertas ventajas del sonido analógico lo han convertido en el regalo perfecto para el amante clásico de la música, provocando su revalorización en el mercado.

¿Se vuelven a llevar los CD?

La ‘muerte’ del CD parecía certificada cuando en 2020 el vinilo lo superó en uno de sus últimos fuertes, Estados Unidos. No ocurría esto desde 1986, pero nunca hay que dar por anticipada una derrota. De los datos de la Recording Industry Association of America (RIAA) se intuía que parte de ese desplome del 47 % podía vincularse al cierre físico de las tiendas durante la cuarentena.

Un indicio de un posible cambio de tendencia es que los CD han aumentado sus ventas por primera vez desde 2004, según MRC Data. En medios especializados, desde los más generalistas como ‘Rolling Stone’ a los más enfocados a la vanguardia como ‘Pitchfork’, ya se habla de un repunte que podría convertirse en una inminente moda.

La moda de los CDs

Un aumento de un 1 % no suena muy espectacular. Pero que artistas del calado popular de Adele, y por tanto la industria, hayan decidido confiar nuevamente en el formato da pistas. El efecto nostalgia también importa. El CD fue el último formato físico en el que se ha grabado música y, tal como pasó con vinilos y casetes, su eventual vuelta sería totalmente comprensible.

El peligro de las modas: no hay fábricas suficientes

La revalorización del vinilo ha llegado a ser calificada por algunos analistas como pura especulación. Nada nuevo en el mercado del arte, pero con efectos determinantes: no hay fábricas para tanto disco. Los sellos se enfrentan a meses de espera y los lanzamientos se retrasan, lo cual afecta especialmente a las bandas independientes.

Hay varias razones para explicar este cuello de botella. Las máquinas de prensado están tecnológicamente anticuadas y la cadena de distribución no tiene el músculo que mantuvo hasta los 80. La escasez de materiales debida a los efectos de la COVID-19, incluyendo chips, ralentiza más el proceso.

En 2017 Sony reabrió su planta de prensa en Japón, cerrada 30 años antes. En España se abrió la primera fábrica de casetes en décadas durante la pandemia, visto el empuje hacia este formato de los artistas independientes. ¿Viviremos pronto con el CD una situación parecida? El mercado de segunda mano, donde en los últimos años se han comprado prácticamente al peso, está preparado.

La calidad musical en vinilo, CD y streaming

Esta batalla por recuperar la gloria es desigual. A pesar del auge del vinilo, su cuota de mercado apenas alcanza el 4 %, con un pobre 7 % si integramos otros formatos físicos. ¿Está en la calidad una de sus ventajas? Como la música no se escucha igual según la fuente elegida, siempre será interesante conocer las características intrínsecas de cada una.

La moda de los CDs

Para los puristas de la alta fidelidad hay una serie de armónicos del vinilo analógico que se pierden en digital, aunque la diferencia sea prácticamente inapreciable sin equipo de gama alta y oídos entrenados. Y si lo digital suena ‘mejor’ en media, ¿nos deberíamos quedar con el CD antes que con el streaming?

Depende. La calidad de un compacto alcanza una frecuencia de 44 KHz y una profundidad de bits de 16, mientras que una cuenta prémium de Spotify es equivalente a un MP3 comprimido con 320 de bitrate. Pero hay opciones HiFi en Apple Music o Amazon Music HD que igualan el CD y Tidal o Quobuz lo superan, alcanzando hasta 192 Khz y 24 bits.

Cómo montar un buen equipo de audio con CD

Para montar un buen equipo de audio en el que disfrutar de los CD lo ideal sería empezar por un buen amplificador y unos altavoces decentes. El aparato desde el que reproducir compactos solo tendría relevancia para un nivel de instalación audiófilo, un mundo en sí mismo.

Cuando el objetivo es la escucha perfecta, corremos el riesgo de obsesionarnos con detalles como la calidad de los cables, la insonorización de la habitación y hasta los máster concretos de cada disco. Invertir gradualmente en elementos separados es mejor, pero también hay cadenas que integran CD y streaming con calidad más que suficiente para oyentes medios.

Dejarse arrebatar por la última moda no siempre es recomendable. Hay marcas que las aprovechan para diferenciarse, como Apple con un Spatial Audio que para algunos expertos es rupturista y para otros una jugada de marketing parecida al 3D en los cines. Antes de decidirnos a hacer una inversión quizás sería buena idea rescatar la vieja minicadena de nuestros padres y nuestros CD favoritos de los 90.

En Nobbot | La evolución musical en los últimos 40 años: del ‘loro’ al ‘streaming’

Imágenes | Portada: foto de Brett Jordan en Unsplash. Imágenes interiores: datos estadísticos elaborados por la RIAA y foto de Lukas Tennie en Unsplash.

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