Los wearables deportivos han dado un giro de 180 grados a la personalización del deporte. Medir las pulsaciones, controlar la forma de la pisada o contabilizar las calorías quemadas son solo algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo con dispositivos inteligentes. De forma individual y sin necesidad de una gran inversión o de asesoramiento especializado.
Esta tecnología da un paso más cuando el dispositivo permite colocar al espectador en el centro de la experiencia. Cuando consigue que vea, viva y sienta lo mismo que el deportista en el terreno de juego.
Equipación con cámara integrada
FirstVision es la empresa española creadora del primer wearable deportivo que permite grabar y retransmitir la experiencia subjetiva de un jugador. El dispositivo, que se adapta a la equipación del deportista, incorpora dos cámaras Full-HD integradas (una delantera y otra trasera, para conseguir una imagen de 360º) y un sistema de transmisión RF.
El objetivo principal es fácil de imaginar: captar el punto de vista de deportistas profesionales en competiciones oficiales. Su uso ha llamado la atención, entre otros, de los protagonistas del espectáculo del deporte. Jugadores como Andrés Iniesta, ex del FC Barcelona y hoy jugador del Vissel Kobe japonés, y Serge Ibaka, ala-pívot de los Toronto Raptors, participan en el capital de FirstVision Technologies.
Wearables deportivos para transformar la retransmisión
El Arsenal y el Seffield United protagonizaron el primer partido retransmitido por radio en la historia. Corría el año 1927 y la cadena pionera era la BBC. Para la primera retransmisión de un evento deportivo en televisión, hubo que esperar a los controvertidos Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. En este caso, se trató de una emisión cerrada que no tuvo una gran difusión.
Casi un siglo después, las retransmisiones de los eventos deportivos han cambiado radicalmente tanto en radio como en televisión. No solo se pueden ver en directo alrededor de todo el mundo, sino que la narración audiovisual ha evolucionado. Para televisión, se colocan cámaras en diferentes ángulos, en drones, en el interior de las porterías o en el tablero de las canastas. Cientos de dispositivos están conectados a la vez para captar el momento preciso en que se marca un gol o se machaca el aro.
La tecnología de Firstvision se utilizó por primera vez en la Euroliga de Baloncesto de 2014. En esta competición, tanto árbitros como jugadores incorporaron las cámaras a sus camisetas. Desde entonces, han estado presentes en partidos de hockey y baloncesto, en carreras y en combates de boxeo. Entre otros deportes.
El uso de estos wearables deportivos con cámaras subjetivas no se limita a las retransmisiones por televisión. Los contenidos postpartido pueden enfocarse a publicidad, grabaciones para videojuegos o incluso para mejorar los entrenamientos y el planteamiento de las tácticas deportivas.
La subjetividad de cada deporte
La visión subjetiva es ya habitual en Moto GP o Fórmula 1, una de las claves para transmitir la sensación de velocidad de estas carreras. Pero el desafío es diferente cuando se trata de fútbol, baloncesto o rugby. En estos casos, la inestabilidad o la intensidad de los movimientos puede cambiar la experiencia visual.
En el boxeo, por ejemplo, una cámara integrada en el uniforme del árbitro permite al espectador subir al ring y vivir más de cerca la energía de un combate. El deslizamiento de deportes con patines, como el hockey sobre hielo, hace que el plano esté más estabilizado.
Con diferentes resultados, la cámara de visión subjetiva ofrece un nuevo enfoque a las retransmisiones de cada uno de estos deportes. Permite adentrarse en su dinámica para ofrecer otros puntos de vista durante toda la competición. Desde los saludos iniciales hasta la celebración final, pasando por las discusiones con el árbitro o las faltas.
Fan engagement y tecnología
El dispositivo de FirstVision no es el único ejemplo de tecnología que nos traslada al terreno de juego. Experimentos con realidad virtual o cámaras que monitorean las jugadas son ya una realidad. Un buen ejemplo es la tecnología True View de Intel. Esta permite, mediante cámaras 5K estratégicamente colocadas en los estadios, congelar una imagen y verla en un ángulo de 360º.
Junto a las nuevas tecnologías, mejora también la calidad de las imágenes y las herramientas de emisión. En los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, sin ir más lejos, se realizaron pruebas de emisión en 8K. Eso sí, solo para Japón y a modo de prueba para perfeccionarla de cara a los Juegos Olímpicos de 2020.
Teniendo en cuenta las tendencias y siguiendo las previsiones, la tecnología será cada vez más protagonista en el deporte. Todo con el objetivo de involucrar cada vez más a los espectadores y hacerles vivir la emoción de la forma más real posible.
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Imágenes | GTRES/Frank Augstein, Unsplash/Andy Hall