A muchos nos ha pasado: contratamos una flamante fibra óptica de 50, 100 o 300 Megas con un operador, pero cuando intentamos acceder a la web o descargar ese video de WhatsApp, el móvil se queda como pensando y tarda una barbaridad. El resultado suele ser echar pestes contra nuestro operador de internet o de ese router que nos han instalado y que nos dijeron que era una maravilla. El WiFi va lento y, con él, se ralentiza nuestro entusiasmo por internet.
No voy a tratar aquí el caso obvio de que no nos llegue cobertura del router, ya que es bastante evidente que si solo tenemos una “rayita” de señal la cosa no puede ir muy rápida. En estos casos la solución va a pasar por encontrar una mejor ubicación para el router o bien usar repetidores WiFi que podéis encontrar en muchas tiendas. Voy a centrarme en otros casos no tan claros, en los cuales, a pesar de recibir buena señal del router, no conseguimos obtener la velocidad deseada.
EL WIFI VA LENTO; EL ENFADO, RÁPIDO
Lo paradójico es que, a medida que la línea contratada es de mayor velocidad nuestra insatisfacción puede llegar a ser mayor, porque esperamos en todo momento disponer de esa velocidad desde cualquier punto y desde cualquier equipo desde el que accedamos a internet. Por desgracia, la vida no es tan sencilla y aunque a veces la causa pueda ser un problema técnico concreto (saturación en la conexión del operador o un problema del WiFi en el router) la mayoría de las veces las causas son otras.
En primer lugar, y esto es muy importante, hay que entender muy bien lo que significa contratar una línea de 100Mbps (o 300Mbps o 500Mbps) y para qué nos sirve. Desde luego, no es para usar esa App del móvil que mide la velocidad de internet desde mi smartphone y esperar ver el indicador fijo en esa velocidad. Esto pocas veces va a ocurrir y en la mayoría de los casos por una razón muy simple: el Smartphone, PC o cualquier otro equipo con el que hagamos el test no es capaz de alcanzar esa velocidad por WiFi, salvo casos muy concretos de equipos de gama muy alta con la última tecnología.
Entonces ¿tiene sentido contratar una fibra de más de 100, 300 o 500 Megas? Por supuesto que lo tiene, aunque dependerá lógicamente de nuestras necesidades. Hoy en día raro es no tener en casa 8 o 10 equipos conectados a internet. Y si la familia es un poco grande y hay adolescentes en casa yo diría que es casi imprescindible tener un ancho de banda superior a 50Mbps.
Para lo que sirve tener un ancho de banda tan grande no es para que un equipo concreto se conecte a dicha máxima velocidad contratada, sino poder tener muchos equipos al mismo tiempo accediendo a internet y que la conexión de todos ellos vaya fluida. Así, mientras mi hijo está viendo unos videos de Youtube, yo podré estar descargándome un fichero y mi mujer viendo esa serie de Netflix y ninguno de nosotros tendremos que esperar o notaremos cortes.
LA COMODIDAD TENÍA UN PRECIO
Hace solo unos pocos años cuando uno quería acceder a internet se sentaba en su ordenador de escritorio, el cual normalmente estaba conectado mediante un cable “de red” al router. La conexión podría ir más o menos rápida en función de lo bueno que fuese tu ADSL (sobre todo debido a la calidad del par de cobre y la distancia a la central de Telefónica) pero siempre o casi siempre era igual, por lo que sabíamos a qué atenernos.
Pero la manera en que nos conectamos actualmente ha cambiado mucho. Tener en casa un PC de escritorio es algo ya casi del pasado. Usamos principalmente nuestro smartphone o nuestra tablet, ¡que no tienen por dónde enchufar ningún cable! o bien nuestro laptop, que sí que tiene donde enchufarlo, pero no lo usamos porque nos lo hemos llevado al salón o al dormitorio y allí no nos llega el cable.
Es decir, para nosotros la conexión a internet es ya, de facto, la conexión WiFi y de hecho asociamos las frases el WiFi va lento o no me va el WiFi con que hayamos perdido la conexión a internet.
Y es que el WiFi nos ha hecho la vida más cómoda: tuiteamos desde el sofá, subimos la foto de nuestro plato de risotto a Facebook mientras estamos comiendo, etc. Pero esta comodidad venía con un lado oscuro que no nos contaron…
CONEXIÓN POR CABLE
Cuando nos conectábamos por cable, toda la información que iba por él era nuestra, nadie nos la podía perturbar ni teníamos que esperar turnos para que nos llegasen los datos. Con el WiFi la cosa cambia. El WiFi utiliza un medio de transmisión compartido y, además, por si fuera poco, este medio es half-duplex. Vamos a ver que significan estas dos cosas:
El aire, o mejor dicho para que no me maten algunos puristas, el espectro radioeléctrico, es el medio por el cual va la conexión WiFi. Tu router utiliza unas frecuencias determinadas dentro de ese espectro, divididas en 2 bandas, 2,4GHz y 5GHz, aunque los routers más sencillos, sobre todo de ADSL, solo suelen incluir la primera. Cada una de esas bandas a su vez se divide en canales WiFi. Algo importante es que estas bandas concretas son “libres” es decir, las puede usar cualquiera sin tener que pagar una licencia, a diferencia de las bandas que se usan para la red móvil (2G, 3G, 4G).
Cuando se comparte algo hay que organizarse, y eso es justamente lo que hacen los equipos WiFi: piden turno para poder transmitir. Lo de half-duplex viene a significar que en un momento dado o bien estamos trasmitiendo datos o bien recibiendo, pero no es posible hacer las dos cosas a la vez (como en esos walkie-talkies que usabas de pequeño). Ojo, esto no significa que no podamos estar descargando un video y subiendo otro al mismo tiempo a la “nube”, lo cual sí que es posible. Aquí estamos hablando a nivel de los paquetes de datos individuales que van por el aire.
Una de las pocas cosas que he aprendido en esta vida es que cuando algo es gratis o no funciona bien o hay que esperar cola. En el caso del WiFi, la “culpa” de nuestras desdichas, como veremos, es casi siempre de los vecinos.
EL WIFI VA LENTO PORQUE HAY ATASCO EN LA CARRETERA
Imaginad ahora la banda WiFi de 2,4GHz como una autopista con 13 carriles (canales). La banda de 5GHz es una autopista distinta mucho más grande pero no voy a entrar en mucho detalle aquí, porque es bastante más compleja y lo dejaremos para otro artículo. En algunos países estas autopistas tienen distinto número de carriles, pero vamos a centrarnos en España que es lo que nos interesa.
Ahora imaginad cada uno de esos equipos WiFi que hay por la casa como un vehículo que va por uno de esos 13 carriles de la autopista. El carril lo ha elegido tu router normalmente en el momento de encenderlo y todos los equipos conectados a ese router tendrán que usar ese carril para poder hablar con él. Los routers que tienen tus vecinos en su casa habrán elegido también un carril concreto para hablar con sus equipos que puede ser el mismo que el tuyo u otro.
Para complicarlo un poco digamos que los vehículos que circulan por la autopista son más grandes que el carril por el que transita. De hecho, ocupan también los 2 carriles adyacentes al suyo por un lado y por el otro.
Por ejemplo, si me coloco en el carril (canal) 1, estaré ocupando parte de los carriles 2,3. Si me pongo en el carril número 6, estaré ocupando parte de los canales 4,5,7 y 8. Y si me pongo en el carril 11 ocuparé parte de los carriles 9,10, 12 y 13.
No hay que ser un lince para darse cuenta que la única manera de que los vehículos no se “molesten” es que usen sólo los carriles 1, 6 y 11 como carril “central”.
Ahora vamos a ir viendo escenarios que se pueden dar en esta carretera y que pueden justificar la frase mi WiFi va lento… El primero y más idílico es que solo haya 3 vehículos y cada uno por uno de estos carriles 1,6 y 11 que llamaremos “no interferentes” porque los vehículos pasarán sin chocarse.
Este caso es el ideal, cada uno va por su carril y además él sólo. Puede ir a la velocidad que le permita su motor porque nadie le va a molestar.
Ahora vamos a complicarlo un poco suponiendo que se nos añade un vehículo a uno de los carriles centrales en los que ya hay otro, por ejemplo, en el carril 6.
Este caso sigue siendo bueno si damos por hecho que los dos coches que van por el carril 6 tienen un motor parecido que les permita ir más o menos a la misma velocidad, casi no notarán diferencia respecto al caso anterior.
¿Pero qué pasa si el otro vehículo que va por el mismo carril es mucho más lento (caso 3)? Pues en ese caso tenemos un pequeño problema. Aquí tenemos que abandonar por un momento el símil de las autopistas para explicar cómo transmiten cada uno de los equipos que van por el mismo canal:
LA CULPA ES DE LOS VECINOS
Como dijimos un poco más arriba cada equipo debe pedir turno para transmitir, por lo que el tiempo total de aire (en inglés “Airtime”) es necesario compartirlo entre cada uno de los equipos de ese canal. En terminología WiFi decimos que los equipos rápidos son aquellos que soportan el estándar 802.11n o 802.11ac. Los que sólo soportan 802.11g son algo más lentos pero el remate lo tenemos con aquellos que sólo soportan 802.11b. Estos equipos son de cuando los albores del WiFi (el estándar fue lanzado en 1999) y si todavía tienes alguno por ahí (tendrá probablemente más de 10 años) lo mejor es que lo tires directamente a la basura porque estará ralentizando enormemente la red WiFi. Y si conoces a tu vecino dile que los tire también porque os puede estar afectando a los dos si su router utiliza el mismo canal o uno adyacente al tuyo.
El problema con estos equipos lentos es que cuando les toca el turno tardan mucho en transmitir su información por lo que el resto tiene que esperar mucho más a que les toque a ellos su turno. Volviendo a la autopista, un equipo 802.11b sería como ese camión de la basura que se te ha puesto delante con el inconveniente adicional de que no se le puede adelantar.
Por otro lado, aunque todos los equipos del mismo canal sean igual de rápidos, realmente sí empezará a notarse cierta lentitud cuando el número aumenta, es decir, el caso 2 de arriba no será ya tan bueno si en vez de dos coches en el carril tenemos ocho o diez, porque el reparto de ese “Airtime” ya comenzará a hacerse apreciable al haber menos oportunidades para transmitir. A más equipos en el mismo canal, más lentitud.
Bien, ya hemos visto alguna de las razones por la que nuestro WiFi puede ir lento, pero esto no ha hecho más que empezar…
LOS INSOLIDARIOS
En realidad, el caso de la autopista que hemos descrito arriba es el de usar un ancho de canal de 20MHz (con lo que ocupamos 5 canales), pero la banda de 2,4GHz permite usar también anchos de canal de 40MHz con lo que ocuparíamos el doble de canales para, en teoría, tener el doble de ancho de banda. Imaginémonos la autopista de antes, pero uno de los vehículos es de estos de transporte especial que se sale por los lados ocupando no 5 carriles sino 10, el caos que crean es enorme porque estará interfiriendo casi todos los demás equipos.
Si el router funciona como Dios manda (no todos lo hacen) y hay vecinos alrededor, siempre deberían trabajar en 20MHz. A eso se le llama protocolo de coexistencia en la banda de 2,4GHz y digamos que los que no lo cumplen son bastante insolidarios por no decir unos “matones” del WiFi. Además, en un entorno saturado, estos equipos realmente no van a conseguir más velocidad que los que van a 20MHz por lo que realmente es contraproducente transmitir con un ancho de 40MHz salvo que vivas aislado en el bosque sin vecinos alrededor.
Lo peor es que contra esto podemos hacer bien poco. Como mucho si conocemos al vecino podemos hablar con él e intentar explicárselo y pedirle que configure su router a 20MHz o lo pida a su operador, aunque lo más probable es que no entienda ni papa de lo que le estás contando y te mande a paseo. Aunque en algún caso esto sea algo voluntario (el usuario ha entrado en el router y lo ha configurado en 40MHz) lo más probable es que el router ya se lo haya proporcionado su operador así y no sea consciente del problema que está causando a su WiFi y el de sus vecinos.
LOS LISTILLOS TAMBIÉN SE EQUIVOCAN
Existen algunas aplicaciones para Smartphone que barren el espectro WiFi y son capaces de mostrar qué canales están usando los routers de tus vecinos. Quizá la más utilizada sea “WiFi Analyzer” que está disponible para Android (si tienes iOS olvídate ya que el sistema operativo de Apple no deja acceder a prácticamente ninguna información técnica sobre WiFi).
La primera reacción cuando uno ve con una de estas Apps que tienes 2 o 3 routers vecinos en el mismo canal que tu es ir a la página de configuración del router y decirle que se ponga en otro canal. El problema es que hoy en día es raro que no haya al menos un router alrededor en todos los canales “buenos” 1, 6 y 11 así que el “listillo” piensa: pues mira como hay mucha gente en el canal 1 y en el 6, me voy a poner en el 3 que así solo me rozan un poquito los que están en el 1 y los que están en el 6. Craso error.
El tener muchos equipos en el mismo canal que tú, pues hombre, bueno no es, porque tenéis que repartiros el tiempo de transmisión entre todos. A partir de 5 o 6 routers en el mismo canal, a poco que cada uno de ellos tenga un par de equipos conectados la velocidad en ese canal se va a resentir bastante. Pero al menos todos habláis el mismo “idioma” y os ponéis de acuerdo en cuando hablar. Ahora bien, cuando un router se pone a hablar en el canal 3, tanto los equipos como los routers que hablan por los canales 1 y 6 verán todo ese tráfico en el canal 3 como ruido electromagnético, es decir, pura interferencia. Y Eso si es malo, pero que muy malo.
Estos routers díscolos que están en canales interferentes afectan muy negativamente al rendimiento de la red WiFi general y sueñlen desencadenar la frase mi WiFi va lento. Evidentemente cuanto más cerca estén de tu propio router o equipos peor velocidad vas a notar en tu WiFi.
CADA CASA ES UN VIETNAM
En la siguiente imagen podéis ver algunos de estos ejemplos de routers vecinos haciendo la puñeta, es un caso real, concretamente el de mi casa.
Podemos ver que la mayoría de los routers son “decentes” y se colocan en los canales 1, 6 o 11 y con un ancho de canal correcto de 20MHz. Por ejemplo, en el canal 1 tenemos 4 routers emitiendo y en el canal 11 tenemos 6 routers.
En el canal 6 tenemos un router (“1”) insolidario emitiendo con 40MHz de ancho de canal, aunque al menos se ha colocado en uno de los canales “buenos”.
En el canal 10 tenemos un “listillo” (“2”) que transmite correctamente con 20MHz pero está en un canal inadecuado, por lo que está molestando a todos los del canal 11 que lo ven como si fuese ruido. También molesta al insolidario del 6, pero a este que le zurzan.
Pero vemos también (“3”) como hay varios routers completamente impresentables que no solamente están transmitiendo con un ancho de 40MHz sino que, encima, se han colocado en los canales 3 y 4. En la gráfica se puede apreciar cómo estos routers están causando interferencias a todos los correctamente situados en los canales 1 y 6. En el canal 9 tenemos otro router similar molestando a todos los de los canales 6 y 11.
Viendo cómo está el panorama en mi casa, igual entendéis mi motivación para este artículo. Conseguir una velocidad por WiFi de más de 15 o 20Mbps en la banda de 2,4GHz con este entorno es bastante complicado. Lo peor es que mi casa no es un caso excepcional si vivís en un piso de una gran ciudad. Si os molestáis en comprobar cómo está vuestro entorno con “WiFi Analyzer” u otra App, quizá encontréis la causa de vuestra desesperación con el WiFi.
NO DESESPERES Y ATIENDE ESTAS RECOMENDACIONES
A continuación, un par de recomendaciones para intentar mitigar un poco estos problemas:
- Si tu router tiene selección automática de canal, úsalo. No selecciones nunca un canal manualmente porque el canal que es bueno este momento puede dejar de serlo en un rato, en un día o en una semana, así que o estás permanentemente mirando cual es el mejor canal o va a ser peor el remedio que la enfermedad. Déjale al router que lo seleccione por ti. Si tu operador se ha preocupado un poco a la hora de elegir el router que te suministra debería tener un algoritmo de selección automática de canal inteligente que elija siempre el mejor (o en la mayoría de los casos, el menos malo).
- No es mala idea pegarle un reinicio al router de vez en cuando. Algunos routers solamente eligen canal cuando se reinician. Si tiene la función de reinicio automático, actívala para que lo haga cada dos o tres días. En este caso no te recomendamos que lo programes de madrugada porque suele ser las horas más “limpias” al haber mucha gente que apaga el router por las noches, así que el router elegirá un canal que parece bueno en ese momento pero que puede no serlo a las pocas horas.
Como veis, aunque el WiFi ha mejorado mucho nuestras vidas a la hora de estar comunicados en todo momento, no deja de ser algunas veces un poco desesperante debido a su propia naturaleza compartida. Pero entonces ¿es que no hay solución para el WiFi lento? Afortunadamente sí, al menos de momento…
LA BANDA DE 5GHz ES lA SALVACIÓN
Como el entorno de la banda de 2,4GHz está ya muy saturado las probabilidades de tener una conexión lenta son muy grandes. Para solventar esto y además permitir alcanzar velocidades de transmisión mayores, hace unos años empezaron a aparecer routers y dispositivos con el estándar 802.11n que podían usar, además de la banda de 2,4GHz, una segunda banda en las frecuencias de 5GHz.
Los routers que proporcionan los principales operadores con las ofertas de más ancho de banda (Fibra) normalmente soportan esta segunda banda en 5GHz. En ese caso se dice que el router tiene un “WiFi Dual Band”. Los más actuales además soportan el nuevo estándar 802.11ac que permite alcanzar mayores velocidades en esa banda, incluso superiores a 1 Gbps, (aunque en la práctica no hay prácticamente equipos WiFi en el mercado que puedan llegar estas velocidades) al incluir más flujos en paralelo y anchos de banda de canal más grande (hasta 160MHz frente los 20MHz o 40MHz de la banda de 2,4GHz)
Pero la banda de 5GHz también viene con un lado oscuro: al utilizar frecuencias más altas, la señal penetra mucho peor los obstáculos y las paredes. Esto hace que en general la cobertura que tenemos en casa en esta banda suele ser algo inferior que la que teníamos en la banda de 2,4GHz.
routers de última generación
Algunos routers de última generación incluyen 4 antenas/flujos (llamados 4×4 ya que disponen de 4 flujos de transmisión y 4 de recepción) y compensan esa peor penetración con lo que consiguen tener una cobertura muy similar a la de la banda de 2,4GHz. Un ejemplo de estos routers 4×4 es el “Livebox Fibra” que proporciona Orange en España con las ofertas de Fibra Óptica de más velocidad.
Aun así, esta banda tiene dos beneficios claros: el primero (y cuya causa está relacionada con el párrafo anterior) al tener menor alcance también nos interferirán menos las señales de los routers vecinos que no estén realmente muy cerca. Además, dado que no todos los routers la soportan aún, generalmente veremos pocos alrededor.
El segundo es que la relación velocidad/cobertura es bastante mayor. A un nivel de señal similar vamos a tener mucho más ancho de banda. Si nos solemos conectar más o menos cerca del router (misma habitación o la de al lado) y nuestro equipo soporta 802.11ac podremos llegar sin problema a velocidades de más de 300Mbps en WiFi que no está nada mal.
Por todo ello, si vuestro router y equipos soportan esta banda de 5GHz os recomiendo encarecidamente que la uséis. Generalmente podéis saberlo porque en la etiqueta del router aparecen rotuladas dos redes WiFi y casi siempre una de ellas lleva en el nombre “5G”. En ese caso buscadla desde vuestros PCs, smartphones, etc. y si la encontráis (si no aparece en la lista de redes WiFi es que vuestro equipo, por desgracia, no soporta dicha banda) conectaos a ella inmediatamente. Ganareis en calidad de conexión…y de vida. Y evitaréis suspirar de nuevo mientras pronunciáis la frase: mi WiFi va lento.
En Nobbot | ¿Extraños en el wifi? Así los detecta Wireless Network Watcher
Imagen: Pixabay
Grandioso post, sobre todo sobre los canales una explicación genial. Muchas gracias.