Durante algún tiempo, la corona del streaming fue de Justin.tv. Este pequeño proyecto fundado durante el verano de 2011 creció como la espuma hasta convertirse en la plataforma líder. Por aquel entonces ya se hacía llamar Twitch: si eras un profesional —o amateur— de los videojuegos y querías demostrar tu valía tenías que crear un canal en Twitch.TV.
Tres años después, en verano de 2014, se concretó la adquisición, y Twitch Interactive, reformulada y con casi 350 empleados, pasaba a formar parte de los dominios de Amazon, por el módico precio de 970 millones de dólares. El futuro no podía ser más optimista.
Pero entró otro actor en acción, otro que, como decíamos recientemente, es visto durante más de mil millones de horas al día. YouTube Gaming se convertía en un bastión lúdico bajo el amparo de elRubius, Vegetta777 o Willyrex, uno donde ver streamings en alta calidad con rapidez, ya sea en el PC o el móvil. Pero, ¿qué ofrece esta plataforma que no tenga su principal rival?
UNAS CIFRAS DE ESCÁNDALO
Que nadie se lleve las manos a la cabeza. Twitch cuenta con 1.101 millones de espectadores totales, según cifras de Newzoo. Se estima que para 2019 haya unos 427 millones de espectadores mensuales: en la actualidad cuentan con casi 150 millones, a los que habría que sumar otros 144 millones de espectadores ocasiones, quienes ven una partida al menos una vez al mes.
Su público, en cualquier caso, está mucho más segmentado, tiende al picoteo sobre la fidelidad. Canales como Syndicate, Riotgames, ESL_csgo cuentan con más de tres millones de feligreses cada uno.
El negocio del streaming es fértil. Actualmente Twitch ha cerrado acuerdos con algunas de las editoras más jugosas del mercado actual —desde gigantes como Ubisoft, hasta algunas menores como Vlambeer, Paradox, Hi-Rez (Smite) o tinyBuild (Hello Neighbour)— para empezar a vender juegos desde la propia plataforma, con un sistema integrado similar a Uplay.
Y aún habría que sumar Pulse, una suerte de Twitter para streamers, una plataforma para compartir imágenes y vídeos de manera ágil entre las redes sociales, con emojis y vínculos directos. Es decir: comunicar y compartir de la manera más inmediata e intuitiva posible.
En Twitch están las grandes ligas: la LVP cuenta con varios canales, muy profesionalizados y con sus propios equipos de casters (comentaristas), similares a los que podríamos ver en la TV. Pero YouTube tiene a, bueno, a sus youtubers.
YOUTUBE GAMING QUIERE TUS DATOS
Y dispone de las herramientas adecuadas. Google cuenta con la mayor infraestructura de difusión internacional. Mientras que Twitch apuesta por los canales de contenido exclusivo —por ejemplo, los suscriptores de Twitch Prime cuentan con su propio héroe en Hearthstone—, en YouTube saben que son los fans los que acaban generando toneladas que contenido. Si los videojuegos son la primera industria del entretenimiento, sus consumidores son los principales productores de contenido fan.
YouTube Gaming posee un gigantesco backlog de juegos, rendimiento eficaz, interfaz intuitiva y es más ágil que el YouTube normal —cualquiera diría que todo el músculo se ha volcado en esta nueva iteración—. Podemos subir vídeos en Ultra HD (a 4K), DVR, multicámara, montaje al vuelo y 360 grados, incluso en 3D. No es fácil enfrentarse a eso.
En YouTube hay, por decirlo de algún modo, un gigantesco sistema de jerarquías, donde los co-anfitriones presentan a sus amigos, los nuevos youtubers. Igual sucede con las cabeceras y diseño de canales: si el mismo ilustrador que ha creado un perfil para elRubius hace tu cabecera, puedes estar seguro de llamar la atención de los fans de éste.
TWITCH TAMPOCO PIENSA ESTARSE QUIETO
Caemos en el error de comparar cifras entre plataformas, pero no hay que olvidar que Twitch está enfocada sólo a la retransmisión de videojuegos, mientras que YouTube es multigénero. En YouTube podemos encontrar canales dedicados a convertir videojuegos en películas, periodistas hacer exhaustivos análisis críticos, comparativas tecnológicas, o enseñar trucos de belleza desde la comodidad de casa.
Y a Twitch el negocio de Google no parece hacerle dañado. Diríase que los jugones somos animales de costumbres. El sistema de chat y comentarios está completamente asentado y, si Google cuenta con un sistema de «karma» basado en positivos y negativos, Twitch cuenta con coronas.
Dicho de otro modo: si eres socio de Amazon Prime también puedes serlo de Twitch Prime, con la ventaja de una visualización sin anuncios, suscripción gratis a un canal cada 30 días, emoticonos exclusivos, colores de para chat o goodies para juegos tan actuales como ‘For Honor’ o ‘Ghost Recon: Wildlands’. Está claro: si YouTube Gaming quiere ganar esta batalla va a tener que apostar más que sus grandes nombres.
¿CÓMO LO VEMOS DESDE ESPAÑA?
España cuenta con más de 3 millones de seguidores de e-sports entre 14 y 35 años. Somos la «cuarta potencia europea». Eventos como Gamergy sumaron en su pasada edición con 320.000 espectadores únicos.
Además, los datos de Statista y SocialBlade arrojan una clara tendencia: los usuarios latinos son algunos de los más activos, tanto en Twitch como en YouTube. Entre los 15 canales más vistos, cuatro son perfiles españoles.
En resumen: YouTube Gaming está sirviendo como plataforma auxiliar para los consumidores más habituales de su plataforma, pero no parece que vaya a transformar la industria actual de Twitch. Y no olvidemos que bajo el cableado se esconde el poder de Alexa, el inteligente asistente que a su vez actúa como base de datos.
Imágenes | Twitch, YouTube Gaming, Eedar
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